Apreciado trader,
Con este artículo me gustaría ayudarte a descubrir qué tipo de trader o inversor eres y darte ciertas directrices sobre qué tipo de operativa podría ser la más adecuada, dadas tus circunstancias, para poder ayudarte en tu camino.
Evidentemente, cada persona posee un perfil de inversión único, con preferencias, tolerancia al riesgo y metas financieras distintas. Por esta razón, es importante también que puedas adaptar tu estilo de operativa a satisfacer tus necesidades particulares.
Si quieres tomarte el trading en serio, debes entender que no solo se trata de entrar y salir del mercado, sino que debe haber una razón de peso detrás de cada transacción. Por ello, es importante crear toda una estrategia alrededor de tus objetivos para maximizar la probabilidad de poder llegar a ellos.
No tendría mucho sentido que una persona con baja tolerancia al riesgo que busca proteger sus ahorros de la inflación, adoptara una estrategia de corto plazo vendiendo naked puts para recolectar la prima, asumiendo así un riesgo infinito.
Del mismo modo, una firma de alta frecuencia no se va a poner a trabajar con estrategias long-only de renta fija para cobrar los cupones del bono.
Como ves, los objetivos deben ser también coherentes. No puedes pretender tener un objetivo de preservación de capital (bajo riesgo de pérdida) y esperar rentabilidades del 30% anuales.
Empecemos con un ejemplo real
Para trasladar todos estos conceptos al mundo real, voy a ponerte un ejemplo del tipo de operativa que usamos en nuestra firma KomaLogic.
Primero de todo, tenemos nuestros objetivos de inversión claros: crecimiento de capital, gestión para terceros y diversificación. En segundo lugar, tenemos una tolerancia al riesgo entre conservadora y media, con unos objetivos de volatilidad anuales de alrededor del 15%, con un horizonte temporal a largo plazo.
Finalmente, todos los miembros del equipo trabajamos por cuenta ajena o propia mientras el proyecto no es lo suficientemente maduro como para podernos dedicar a él tiempo completo, por lo que nuestro estilo de trading es sistemático, de medio plazo, en derivados, y completamente automatizado.
De modo que, para que puedas plasmar sobre papel estos conceptos tan importantes para tu propia operativa, hemos preparado las siguientes secciones para ayudarte a conseguirlo.
¿Cuáles son tus objetivos de inversión?
La primera, y quizás más obvia pero crucial de las preguntas, es que tengas claro tus objetivos de inversión. No pasa nada si aún no lo sabes; puedes usar los siguientes puntos como guía.
Los objetivos más comunes que suele tener una persona a la hora de decidirse a invertir o convertirse en trader son los siguientes:
- Crecimiento del capital: quiero rentabilizar y hacer crecer mis ahorros para poder usarlos en el futuro (acumular patrimonio durante la vida laboral para la jubilación, por ejemplo).
- Generación de ingresos: quiero usar mis ahorros para generar ingresos recurrentes, sin necesidad de retirar el principal (dividendos, intereses, real estate).
- Gestión de capital para terceros: quiero crear un producto financiero en el que terceras personas puedan invertir (beneficio de crecimiento de capital y comisiones de gestión y/o éxito, como puedes hacer en la gestora de Darwinex).
- Preservación del capital: quiero proteger mi capital y me interesa más la reducción de riesgos que la apreciación del mismo (protección frente a la inflación o traspaso de riqueza generacional).
- Diversificación: tengo otras inversiones y busco distintas opciones en las que invertir para reducir el riesgo de mi portafolio global.
¿Cuál es tu tolerancia al riesgo?
Lo primero que quiero decirte sobre la tolerancia al riesgo es que, según mi experiencia, las personas solemos sobrestimar cuánto riesgo podemos tolerar. A mi me ha ocurrido no pocas veces, por lo que es importante tener en mente este punto ciego cuando tomemos decisiones.
Una buena aproximación sería dividir entre dos el número que tengas en mente, ya que no es lo mismo ver el riesgo escrito en un papel, que vivirlo en tus propias carnes y a tiempo real.
Pero, ¿qué es el riesgo y cómo lo represento mediante un número? El término riesgo es muy amplio, pero en general, pretende medir la incertidumbre alrededor de un escenario no deseado. En finanzas, nos referimos a él como la volatilidad (o la desviación típica de los retornos de nuestro portafolio).
Sin embargo, creo que medir el riesgo en términos de volatilidad no es intuitivo a primera vista, por lo que también podrías medirlo en forma de la máxima pérdida diaria, mensual o anual que estarías dispuesto a asumir, algo que es mucho más fácil de poner en contexto.
En pocas palabras, deberás ser capaz de encontrar la cifra de capital que te dejaría dormir tranquilo por la noche si la perdieras.
¿Cuál es tu horizonte de inversión?
Una vez tengas claro tu objetivo de inversión y tu nivel de riesgo, deberás poder establecer un horizonte temporal para lograrlo. Lo primero de todo será que el horizonte de inversión sea coherente con tus objetivos.
Esto lo digo porque no tiene sentido buscar un crecimiento del capital del 30% anual, con una volatilidad del 5% y en un horizonte de 2 años (equivalente a una ratio de Sharpe anualizada de 6, lo que no es realista).
¿Sería posible? Sí, pero desde luego el riesgo que deberías asumir para poder obtener dicha rentabilidad en ese marco temporal sería muy superior al que habías establecido como tu tolerancia máxima.
Como se puede deducir de este ejemplo, los conceptos de rentabilidad (objetivo de inversión), riesgo y horizonte temporal están completamente ligados entre sí.
Otra manera de entender la importancia de la relación entre rentabilidad, riesgo y tiempo es la de poder comparar las necesidades y objetivos de una persona jubilada contra las de un estudiante. Dado que sus objetivos van a ser tan distintos, el tipo de estrategias que deberán usar para conseguirlos también lo serán.
Probablemente, el estudiante pueda permitirse correr mayores riesgos, dado que tiene más tiempo para recuperarse de una pérdida. Por otro lado, el jubilado, probablemente quiera muy poco riesgo, ya que estará usando ese capital para poder costear su vida y no tendría tanto tiempo como el estudiante para recuperarse de una pérdida sustancial (teniendo en cuenta una esperanza de vida determinada). Es decir, el impacto de una misma pérdida porcentual sería muchísimo más peligroso para el jubilado que para el estudiante.
¿Cuánto tiempo tienes disponible?
El último punto que veremos en este artículo es la cantidad de tiempo que tienes disponible para poder dedicárselo a tu operativa. Esta pregunta de apariencia sencilla es también determinante, ya que el tiempo que tengas disponible, o que estés dispuesto a dedicar a tu operativa, condicionará enormemente el estilo que puedas adoptar.
Para darle sentido a este punto, vamos a recurrir de nuevo a ejemplos. Imagina que tu objetivo es el de apreciar tu patrimonio juntamente con poder gestionar capital de terceros. Tienes una tolerancia al riesgo alta, dispones de ingresos fijos pero sólo tienes disponible una hora a la semana para dedicarle a tu operativa.
Evidentemente, tendrás que optar por una operativa de medio o largo plazo, ya que te será imposible gestionar una operativa más rápida con solamente una hora a la semana (a no ser que automatices tu estrategia).
Por otro lado, imagínate que quieres apreciar tu patrimonio, con un nivel medio de riesgo, pero no quieres dedicarle más de una hora al mes. En este caso, tendría más sentido para ti buscar estrategias de largo plazo que requieran de poco mantenimiento (como indexarte utilizando ETFs), pudiendo rebalancear el portafolio de manera trimestral.
Evidentemente, también podrías no querer dedicarle nada de tiempo y simplemente invertir parte de tus ingresos con el objetivo de reunir cierto patrimonio para tu jubilación. En este caso, podrías optar por invertir en fondos pasivos o invertir en Darwins. De esta manera, te podrías despreocupar completamente de la gestión.
Conclusión
Y aquí terminamos la primera parte de este artículo. Aunque hemos presentado unas preguntas muy simples, debes recordar que para poder tener éxito como trader o inversor es fundamental que conozcas tus objetivos de inversión, tu tolerancia al riesgo, tu horizonte de inversión y qué tiempo quieres o puedes dedicarle a esta actividad.
Cada persona tiene un perfil de inversión único, con metas financieras y preferencias distintas. Es crucial adaptar tu estrategia de operativa a tus necesidades particulares y evitar situaciones incoherentes, como buscar altas rentabilidades con poco riesgo en un corto plazo. Recuerda que la relación entre rentabilidad, riesgo y tiempo es interdependiente y debe considerarse cuidadosamente.
Además, es esencial ser realista al evaluar tu tolerancia al riesgo y recordar que a menudo sobrestimamos nuestra capacidad de soportarlo. En última instancia, entender y definir estos aspectos te ayudará a encontrar el estilo de operativa que maximice tus posibilidades de alcanzar tus objetivos financieros.
En el siguiente artículo, seguiremos indagando aún más en las cuestiones que te pueden ayudar a encontrar tu estilo.
Gracias por tu lectura,
Un saludo,
Martí
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Martí