El término "autocrítica", muy marxista él, aplicado a la banca debería tener la misma acepción que tenía entre los grupos marxistas-leninistas: expulsión, exilio o algo peor.
Durante su comparecencia en la Comisión de Economía del Congreso, Martín justificó la locura pasada que llevó a la concesión de créditos a titulares sin la suficiente solvencia y aún se atrevió a afirmar que no se podía haber hecho otra cosa...
Martín reconoció que las entidades en esa época "sobrerreaccionaron espoleadas por la competencia", ya que si una no era condescendiente en la concesión de créditos, perdía cuota de mercado.
En cualquier caso, no todas las entidades lo hicieron igual, subrayó, así que ahora "cada una debe asumir su responsabilidad".
Conclusión del insigne personaje: "ajo y agua"