Los precios de las acciones y de los CFD solo varían al alza y a la baja. Los motivos de estas fluctuaciones pueden ser por: la publicación de resultados de una compañía, publicaciones económicas, cambios en el sector en que opera la compañía, dividendos, pero sobre todo dependerán de la fuerza de la oferta y de la demanda.
Los CFDs son derivados financieros cuyo activo subyacente puede ser: acciones, divisas, materias primas, futuros o índices bursátiles. Por tanto, el valor de un CFD o contrato por diferencia será distinto según el activo subyacente que represente porque cada activo tiene un valor diferente. La valoración de un CFD depende del activo que replique y a la divisa con el que sea cotizado.
La inversión en los mercados con CFDs ha crecido muy rápidamente en España en los últimos años. Los CFDs son productos financieros únicamente adecuados para clientes profesionales, o inversores minoristas con experiencia, capaces de entender sus características. Sin embargo los CFD también se publicitan a clientes minoristas sin ninguna experiencia.
Para invertir en materias primas, lo podemos hacer mediante futuros, indirectamente a través de un ETF, en el mercado de divisas (solo el oro y la plata) con el par Xau/Usd y Xag/Usd, en el mercado de opciones o con contratos por diferencias o CFDs. No obstante, la manera habitual de hacerlo desde siempre ha sido con futuros.