Cuando hablamos de conspiración, hablamos de INTENCIÓN O PLAN de conspirar contra algo o alguien, y hay GANANCIA en hacerlo. Cuando hablamos de delito hablamos de algo que es ILEGAL y que viola una ley de un determinado territorio. Cuando hablamos de error hablamos de efectos INESPERADOS o INDESEADOS de una acción o de la omisión de una acción.
Conspiración de la banca
Redefinamos y aclaramos lo que significaba conspiración, para efectos de nuestro análisis. Cuando hablamos de conspiraciones políticas, hay planes y también hay ganancia de poder para el que conspira. En el caso actual, en la era de la avaricia, el poder no es lo importante, sino el dinero.
Cuando hablamos de la banca que le quita el piso a la gente y no da por saldada la deuda, hablamos de conspiración. Hay un plan para ganar utilidades y para ello se recurre a actividades no éticas que causan desgracia a las personas de forma intencional. No se trató de un accidente, de algo que sucedió fortuitamente sin que nadie lo quisiera, ni tampoco se detuvo al darse cuenta alguien. No, hay intención de los bancos de imponer condiciones abusivas contra sus clientes, hay conspiración de la banca para con los españoles, y el beneficio es evidente. No hay indicios de que los abusos no accidentales vayan a parar. Se trata por ende de una conspiración, porque hay una intención evidente y manifiesta.
Cuando yo trabajé en banca yo mismo conversaba con gerentes del banco que sabían que sus "productos financieros" le sacarían la sangre a los clientes. Se limpiaban la conciencia diciendo que es culpa del pez morder el anzuelo, y por ende no es culpa del cazador que pone la trampa, sino de la presa que cae. En psicología eso se llama "racionalización" una forma de justificar lo injustificable, haciéndolo aparentemente razonable para no sentir culpa. En este caso la conspiración (la trampa) busca obtener dinero y no poder, como ocurre en los atentados políticos.
Conspiración contra el trabajador
Cuando hablamos de conspiración hablamos de intención. Cuando no hay intención, lo que hay es accidente. Sabemos que le han dado subsidios a empresas establecidas que no necesitan subsidio bajo el argumento de "proteger el empleo", cuando en realidad lo que hacen es aumentar las ganancias con ese dinero estatal pagado por los contribuyentes. Sabemos que han permitido que le quiten el piso y le dejen la deuda a la gente. Sabemos que han bajado los costos de despido, bajo el argumento de proteger el empleo, cuando esta reducción facilita el despido de trabajadores. ¿Ha sido accidental el hecho de que haya empeorado la condición de los españoles? ¿O hubo alguien que avisó? Si que hubo quien avisó, aquí en Rankia he visto foristas y blogueros avisando, se ha visto economistas en todo el mundo avisando desde hace años acerca de los problemas y nadie quería escuchar.
Pero para que haya conspiración debe haber algo más que un no-accidente. Se ocupa que haya alguien que gane algo con los problemas. Con las medidas tomadas, empresarios y banqueros engrosan sus utilidades. De este modo, la aparente incompetencia inocente y accidental, se tiñe de intención y de interés de algunas partes, por lo que se puede identificar que ello responde a una conspiración, a un plan, que no busca poder, sino sólo dinero.
Este tipo de planes no son como los del supervillano que dice directamente "buajajaja, voy a destruir el mundo" (por poder), sino que responde a que el conspirador identifica una forma de ganar dinero sin ética, e implementa el esquema para ganar, ignorando el daño colateral a los trabajadores y la "destrucción del mundo" de los ciudadanos y sus familias.
En este tipo de conspiraciones o planes, la idea no es perjudicar al trabajador, porque perjudicar no es el fin, sino el medio para lograr algo, ganar dinero. Recordemos que ningún criminal cree que lo que hace es malo, así que no vas a ver a los que ganan con ello golpearse el pecho con una mea culpa. En este caso la conspiración no tiene el tinte psicótico de una paranoia e ilusión de ser perseguido. La conspiración es similar a la manera de planear de un estafador, que ve el dinero en el bolsillo del estafado, y busca la manera de sacárselo. Así entramos en una nueva definición de conspiración, que es distinta a la normal, pues no es un asunto personal ni es un asunto de trastorno psicológico, sino que es el autismo del estafador adicto a los "negocios" que no ve a los seres humanos a los que daña. ¿Quien es el conspirador? Pues el que gana dinero con los problemas.
Las estafas que solemos llamar corrupción son injusto pero ¿serán ilegales?
La injusta legalidad
Cuando hablamos de injusticias, generalmente hablamos de ilegalidad. Pero aquellos que analicen la naturaleza del aparato legal y su funcionamiento, sabrán que hay cosas legales que no son justas, y cosas justas que son ilegales. El sistema judicial se convierte meramente en un juego de palabras, donde las leyes están sujetas a una interpretación. Cuando interpretamos no estamos aplicando acciones literales sore palabras literales, sino que estamos interpretando, tratando de extraer significados que sirven para tomar decisiones. De esta manera un juez flojo puede dictar una pena suave y otro más estricto una pena dura a partir de la misma ley, debido a su interpretación de la ley. La verdad, la justicia y la moral, son palabras sin contenido legal en el sistema judicial.
Normalmente los políticos corruptos gustan de mantener legal y fuera de la legislación aquellos campos de injusticia donde se puedan beneficiar. Por eso la legislación para enriquecimiento ilícito y corrupción, suele ser floja.
El craso error político
En política el bien y el mal no existen, sólo la conveniencia. La moral, la justicia y la verdad se pierden en ese relativismo absoluto. En virtud de la conveniencia, los políticos reaccionan de acuerdo con los costos políticos asociados a las alternativas de acción. Si el costo político de no hacer nada frente a un problema es nulo, no hay incentivo para resolverlo, y si el costo político de la guerra es más bajo que el costo político de la paz (porque la guerra es popular entre la población y no la paz), entonces hay guerra.
Entonces la verdad, la justicia y la moral pueden violentarse si no hay costos políticos apropiados. Si el costo político de mentir a la hora de tratar la burbuja inmobiliaria, pues el político mentirá. Si el costo político de no decir nada y no tomar posición cuando agreden a los jóvenes de Barcelona es cero, el político lo hará de nuevo. Si el costo político de ayudar a amigotes, o de preocuparse por unos y no por la población, o de obedecer a una élite y no a la voluntad popular, son cero, el político lo hará.
Existe la idea errónea de que los políticos son incompetentes. No lo son. El cálculo político es lo que lleva a seguir una ruta de mayor conveniencia y menor costo político, y en eso son excelentes. El error político ocurre cuando el cálculo político falla, cuando las consecuencias son indeseadas para el político o inesperadas.
Desde mi punto de vista el bipartido español cometió un error al no apoyar al 15M. Y si no querían apoyarlo, al menos debieron censurar el ataque a los jóvenes en Barcelona. Probablemente no lo hicieron pensando en el costo político de matricularse con el 15M, siendo que en el bipartido se han acostumbrado a ser a los que les ruegan, y de pronto tener que rogar a otros no parece parte de la costumbre. Pero de lo que no se dieron cuenta es que con la crisis cambiaron a los españoles, y con ello las reglas del juego.
Los políticos calculan y es en mi calculadora política que el incidente de Barcelona aparece como un error, porque están reaccionando como si se tratara de 2007.
Dependerá de los españoles crear los costos políticos para que los políticos retomen el rumbo. Cabe agregar que la lealtad a los partidos hace que los costos políticos de gobernar en contra de la población disminuyan, lo cual perjudica a los españoles. Es como educar a un niño. hay quienes creen que no castigar es amar, y por eso hay quienes consideran que crear costos políticos es una agresión. Lo que consiguen ciudadanos que no crean costos políticos debido a lealtades políticas, es tener un gobierno que se porta mal y no hace su trabajo.
Para muchos la política es una cosa de ideologías binarias de friend or foe, como una religión, cuando en realidad la política es un trabajo, un empleo, y es responsabilidad del ciudadano exigir resultados pues los salarios de los políticos salen de sus bolsillos, y no mantener lealtades fanáticas como si la política se tratara de un equipo de futbol o como si los políticos fueran Dios.
Epilogo
Queda claro que en este mundo cargado de mentira, ilegalidad y conveniencias, la verdad, la justicia y la moral no tienen cabida. Entonces cambiar el mundo no es fácil, pero por algún lugar hay que empezar. Hay que empezar por replantear las lealtades a la gente leal a los partidos que no son leales a la población.