Millones de empleados han renunciado en tiempos de pandemia. ¿Adonde se han ido todos? ¿Por qué a las empresas les ha costado contratar?
The Great Resignation
Cuando miras la cultura americana, ellos sólo saben de una cosa, trabajar y trabajar. Si tomas vacaciones ya te miran con malos ojos. Pero vino la pandemia y las empresas decidieron prescindir de trabajadores. Y a como las medidas restrictivas disminuyeron, lo esperable es que las empresas volvieran a contratar. Pero no. En su lugar tuvieron el "great resignation", la gran renuncia de 2021
Para entender este fenómeno hay que mirar varias categorías de trabajadores:
- Los que reciben cheques de estímulo del gobierno
- Los baby boomers
- Los migrantes
- Los milenials
Cheques de estímulo
El 24 de enero Donald Trump se entera de que hay pandemia y el 31 de enero decide cerrar fronteras mientras Biden le llama "xenofóbico". Le tomaría a la OMS más de un mes para declarar emergencia por la pandemia.
El 20 de febrero la bolsa americana empieza a caer. Los organismos internacionales estimaban más de un 30% de desempleo, y se alegaba que la recuperación de la que gozó Trump era herencia de la administración anterior. Pero esta vez, si había recuperación, sería por méritos propios.
Para marzo la bolsa se había recuperado, y Trump declaró que había una circunstancia excepcional y había que crear un incentivo para que la gente no trabaje, los cheques de estímulo. Y eso fue una medida acertada, pues para el mes de abril ya no sólo no hubo pérdida de empleos, sino ganancia de empleos en los EEUU-
Desde entonces estos cheques han sido culpados por las dificultades que las empresas han tenido a la hora de contratar.
Pero esta no es toda la historia. Canadá no ofrece cheques de estímulo y ha tenido problema similar, ha sufrido la gran renuncia. ¿Qué es lo que ha causado este fenómeno entonces?
El 20 de febrero la bolsa americana empieza a caer. Los organismos internacionales estimaban más de un 30% de desempleo, y se alegaba que la recuperación de la que gozó Trump era herencia de la administración anterior. Pero esta vez, si había recuperación, sería por méritos propios.
Para marzo la bolsa se había recuperado, y Trump declaró que había una circunstancia excepcional y había que crear un incentivo para que la gente no trabaje, los cheques de estímulo. Y eso fue una medida acertada, pues para el mes de abril ya no sólo no hubo pérdida de empleos, sino ganancia de empleos en los EEUU-
Desde entonces estos cheques han sido culpados por las dificultades que las empresas han tenido a la hora de contratar.
Pero esta no es toda la historia. Canadá no ofrece cheques de estímulo y ha tenido problema similar, ha sufrido la gran renuncia. ¿Qué es lo que ha causado este fenómeno entonces?
Los baby boomers
Si los canadienses no tenían cheques de estímulo de Donald Trump, ¿adonde se fueron todos los canadienses?
La generación que tuvo su adolescencia durante la era hippie, los baby boomers, hoy es una generación de adultos mayores. En Canadá el estilo de vida dicta trabajar y trabajar, y cuando te retiras, sigues trabajando. Pero con la pandemia muchos optaron por el retiro definitivo, especialmente porque el virus les ponía en situación de riesgo especial. Esto no es nada nuevo, de hecho el gobierno canadiense esperaba esto, pero en el año 2030, no en 2021.
La cantidad de baby boomers en una sociedad envejecida como la canadiense era significativa. Pero ¿es que no había otros trabajadores que les reemplazaran?
La generación que tuvo su adolescencia durante la era hippie, los baby boomers, hoy es una generación de adultos mayores. En Canadá el estilo de vida dicta trabajar y trabajar, y cuando te retiras, sigues trabajando. Pero con la pandemia muchos optaron por el retiro definitivo, especialmente porque el virus les ponía en situación de riesgo especial. Esto no es nada nuevo, de hecho el gobierno canadiense esperaba esto, pero en el año 2030, no en 2021.
La cantidad de baby boomers en una sociedad envejecida como la canadiense era significativa. Pero ¿es que no había otros trabajadores que les reemplazaran?
Los migrantes
Aunque se ha querido crear el romanticismo del soñador que viaja en busca de una vida mejor, el migrante se va a otro país a ganar en dólares, pero también a gastar en dólares y con los impuestos, el gobierno se deja otra tajada, y los empleos son temporales y mal pagados. Y eso sin contar con que ha dejado a su familia y amigos y debe vivir en un ambiente extraño, lejos de su hogar, con otras reglas a las que se debe adaptar.
Durante la crisis del virus, las fronteras se cerraron, lo que hizo un tanto más dificil reemplazar a los trabajadores.
Durante la crisis del virus, las fronteras se cerraron, lo que hizo un tanto más dificil reemplazar a los trabajadores.
Los milenials
Si no tienes adultos mayores, ni migrantes, pues tienes a los jóvenes. Allí entran los milenials. Durante la crisis, muchos milenials también fueron recortados de sus empleos, y en encuestas donde les preguntaron cómo fueron tratados por sus patronos, respondieron "mal". Se dieron cuenta de que para su empresa eran desechables. Y la nueva normalidad del trabajo desde la casa permitía ya no tener que movilizarse, ni estar enjaulado en un sitio de trabajo por largas horas, más de una jornada normal.
Entonces la nueva normalidad se volvió la nueva economía, ya no querían volver a sus trabajos y no querían ser enjaulados de nuevo. Las ofertas de las empresas de hacer una fiesta de vuelta al trabajo, con helados y golosinas, o fiestas de reconocimiento con un queque ya no eran suficientes. Se habían cansado de ser tratados como niños de kindergarden. Antes lo soportaban porque no creían ser desechables.
Pero la pandemia sacó la verdadera naturaleza de las empresas. Pensando que la escasez de empleos favorecía la explotación laboral a largo plazo, muchas empresas sacaron su verdadero rostro cruel. Y el resultado fue la desilusión y decepción entre los milenials.
Entre los despedidos muchos se dieron cuenta de que trabajando medio tiempo desde casa y dando clases de inglés podrían ganar un par de euros menos, comparado a las jornadas de 12 horas donde había que sumar ida y vuelta a la oficina. Otros simplemente encontraron otra forma de ganarse la vida sin sus empleos y no van a volver.
Esto ha causado que los milenials se haya vuelto más intolerantes al maltrato y a ser tratados como trabajadores desechables. Y eso está bien. Hay empresas en Canadá que han tenido que ofrecer bonos sólo para que empiecen a trabajar el primer día, y otras han tenido que dar bonos a cambio de recomendaciones de trabajadores. Las empresas se han dado cuenta del precio de reemplazar trabajadores y tratarles de manera desechable.
Entonces la nueva normalidad se volvió la nueva economía, ya no querían volver a sus trabajos y no querían ser enjaulados de nuevo. Las ofertas de las empresas de hacer una fiesta de vuelta al trabajo, con helados y golosinas, o fiestas de reconocimiento con un queque ya no eran suficientes. Se habían cansado de ser tratados como niños de kindergarden. Antes lo soportaban porque no creían ser desechables.
Pero la pandemia sacó la verdadera naturaleza de las empresas. Pensando que la escasez de empleos favorecía la explotación laboral a largo plazo, muchas empresas sacaron su verdadero rostro cruel. Y el resultado fue la desilusión y decepción entre los milenials.
Entre los despedidos muchos se dieron cuenta de que trabajando medio tiempo desde casa y dando clases de inglés podrían ganar un par de euros menos, comparado a las jornadas de 12 horas donde había que sumar ida y vuelta a la oficina. Otros simplemente encontraron otra forma de ganarse la vida sin sus empleos y no van a volver.
Esto ha causado que los milenials se haya vuelto más intolerantes al maltrato y a ser tratados como trabajadores desechables. Y eso está bien. Hay empresas en Canadá que han tenido que ofrecer bonos sólo para que empiecen a trabajar el primer día, y otras han tenido que dar bonos a cambio de recomendaciones de trabajadores. Las empresas se han dado cuenta del precio de reemplazar trabajadores y tratarles de manera desechable.
La vuelta al statu quo
Sin embargo las lecciones no están totalmente aprendidas. Al caballo viejo es dificil enseñarle trucos nuevos. Las empresas maltratadoras y que pagan mal, miran en la restauración de flujos migratorios la posibilidad de volver al viejo statu quo.
Y de esta manera miras a muchos invitándote a aprovechar las "oportunidades" del great resignation para que migres a otro país. Lo que no te dicen es la razón por la cual ya no tenían a esos trabajadores. Con el marketing ruidoso de la gran renuncia y el silencio de los países sin fronteras, quieren hacerte creer que las empresas han aprendido la lección.
Sin embargo, detrás de la aparente magia del great resignation, con la reapoertura de fronteras, el marketing del mensaje de fondo es:
Y de esta manera miras a muchos invitándote a aprovechar las "oportunidades" del great resignation para que migres a otro país. Lo que no te dicen es la razón por la cual ya no tenían a esos trabajadores. Con el marketing ruidoso de la gran renuncia y el silencio de los países sin fronteras, quieren hacerte creer que las empresas han aprendido la lección.
Sin embargo, detrás de la aparente magia del great resignation, con la reapoertura de fronteras, el marketing del mensaje de fondo es:
"Empresa maltratadora y que paga mal tiene puestos vacantes. Te invitamos a que migres y aproveches la oportunidad de trabajar con nosotros"
¿Y qué es exactamente el statu quo en la cultura norteamericana?
El statu quo cultural
En la cultura corporativa norteamericana, el CEO es un Dios, y cuando pasa junto a ti, no debes llamar la atención porque la tierra que pisa es tierra sagrada, y simplemente debes portarte como un plebeyo frente a su señor feudal, y si es necesario, te agacharías y le rezarás a él. El precio del pecado es que los fieles te tomen de los brazos y te lancen al volcan del desempleo sin causa aparente, sólo para apaciguar la cólera de los dioses corporativos. Como puedes ver, hay una desconexión entre el CEO y sus empleados.
Las peripecias recientes de Hollywood ilustran muy bien la evolución de la cultura corporativa. Como sabes, los padres siempre nos dicen "consíguete un empleo de verdad, el arte no lo es". Y no es que el arte te lleve a la pobreza per se. Lo que pasa es que si te gusta hacer arte, no existe una escalera de ascenso social que te lleve a ser millonario.
Eso significa que tendrás que gastar un par de años con pérdidas mientras levantas un negocio, lo que significa que ya no sólo eres el artista de tu empresa de arte, sino además el gerente, y el vendedor, por lo que haces el trabajo de tres. Y te puedo asegurar que aprender a cerrar un trato, o pensar en la diferencia entre liquidez y rentabilidad o estar vigilando flujos de caja, no es exactamente algo terriblemente artístico. Es decir, los negocios son aburridos si lo que te encanta es hacer una obra de gran valor artístico. Entonces la renuencia del artista hacia la posibilidad de ser empresario es lo que trae al artista hacia la pobreza. Es que de todos modos la mortalidad de las startups es alta.
Los artistas veían en Hollywood la fórmula mágica para el éxito. Y hubo malos escritores que encontraron la ruta social para obtener el favor de los CEOs. Y por eso el dinero y el talento dificilmente iban juntos y por eso hubo tan malas películas. Pero recientemente Hollywood ha tocado un nuevo punto bajo. Los CEOs ya no sólo estaban desconectados de sus empleados, sino que ahora lo estaban de sus clientes. Es que ser dioses se les había subido a la cabeza, y ahora los clientes eran plebeyos también. Y cuando a una producción le iba mal, sólo debían culpar a los "fans tóxicos" (clientes) por el fracaso del proyecto de cine en taquilla. Hoy culpan a la pandemia. Hace años no se decía "fans tóxicos" sino que lo que se decía es que "el mercado ha perdido interés" en los productos mediocres.
Claro, no todas las empresas son así. Ace Fabricators Inc, una empresa de construcción de Texas, acaba de reconcer a un empleado sus 20 años de dedicación y trabajo duro con un cheque por $20.000
Con lo que los empresarios desconectados no cuentan, es con que la cantidad de jóvenes se achica, que tendrán que competir pronto con los ejércitos para poder tener mano de obra. Además los gobiernos empiezan a ver que las empresas compiten contra ellos por el poder. Y los CEOs miran que todavía tienen ventas por lo que no temen romperle el corazón a sus clientes. Lo que no ven los CEOs es que a partir del momento en que la marca se daña, aunque haya ventas, ya no hay vuelta atrás.
En Canadá muchas empresas apuestan por la robótica, pero eso va a crear otra clase de problemas.
La crisis actual no es un virus, sino la desconexión de la gente. Cuando la gente se conecta a los demás en un sentido lógico, en términos de empatía y en un sentido humano, es cuando empiezas a tener compasión. Todo eso escasea, y eso que no se necesita recursos naturales para ello. A los anglosajones siempre les ha gustado tocar fondo de la manera dificil. Es parte de su cultura. Como dice el dicho:
Las peripecias recientes de Hollywood ilustran muy bien la evolución de la cultura corporativa. Como sabes, los padres siempre nos dicen "consíguete un empleo de verdad, el arte no lo es". Y no es que el arte te lleve a la pobreza per se. Lo que pasa es que si te gusta hacer arte, no existe una escalera de ascenso social que te lleve a ser millonario.
Eso significa que tendrás que gastar un par de años con pérdidas mientras levantas un negocio, lo que significa que ya no sólo eres el artista de tu empresa de arte, sino además el gerente, y el vendedor, por lo que haces el trabajo de tres. Y te puedo asegurar que aprender a cerrar un trato, o pensar en la diferencia entre liquidez y rentabilidad o estar vigilando flujos de caja, no es exactamente algo terriblemente artístico. Es decir, los negocios son aburridos si lo que te encanta es hacer una obra de gran valor artístico. Entonces la renuencia del artista hacia la posibilidad de ser empresario es lo que trae al artista hacia la pobreza. Es que de todos modos la mortalidad de las startups es alta.
Los artistas veían en Hollywood la fórmula mágica para el éxito. Y hubo malos escritores que encontraron la ruta social para obtener el favor de los CEOs. Y por eso el dinero y el talento dificilmente iban juntos y por eso hubo tan malas películas. Pero recientemente Hollywood ha tocado un nuevo punto bajo. Los CEOs ya no sólo estaban desconectados de sus empleados, sino que ahora lo estaban de sus clientes. Es que ser dioses se les había subido a la cabeza, y ahora los clientes eran plebeyos también. Y cuando a una producción le iba mal, sólo debían culpar a los "fans tóxicos" (clientes) por el fracaso del proyecto de cine en taquilla. Hoy culpan a la pandemia. Hace años no se decía "fans tóxicos" sino que lo que se decía es que "el mercado ha perdido interés" en los productos mediocres.
Claro, no todas las empresas son así. Ace Fabricators Inc, una empresa de construcción de Texas, acaba de reconcer a un empleado sus 20 años de dedicación y trabajo duro con un cheque por $20.000
Con lo que los empresarios desconectados no cuentan, es con que la cantidad de jóvenes se achica, que tendrán que competir pronto con los ejércitos para poder tener mano de obra. Además los gobiernos empiezan a ver que las empresas compiten contra ellos por el poder. Y los CEOs miran que todavía tienen ventas por lo que no temen romperle el corazón a sus clientes. Lo que no ven los CEOs es que a partir del momento en que la marca se daña, aunque haya ventas, ya no hay vuelta atrás.
En Canadá muchas empresas apuestan por la robótica, pero eso va a crear otra clase de problemas.
La crisis actual no es un virus, sino la desconexión de la gente. Cuando la gente se conecta a los demás en un sentido lógico, en términos de empatía y en un sentido humano, es cuando empiezas a tener compasión. Todo eso escasea, y eso que no se necesita recursos naturales para ello. A los anglosajones siempre les ha gustado tocar fondo de la manera dificil. Es parte de su cultura. Como dice el dicho:
Nadie aprende por cabeza ajena
Nos recuerda a los australianos, quienes ante una plaga siempre buscan una solución aún más peligrosa que el problema. Si no me crees mira lo que han hecho frente a la plaga de conejos o de ratones.
Algún día la mayoría de las empresas aprenderán a tratar mejor a la gente. Hay dos maneras de aprender. Tomando consejo o a la manera dura, tocando fondo y empezando a cavar pensando llegar a la luna.
Algún día la mayoría de las empresas aprenderán a tratar mejor a la gente. Hay dos maneras de aprender. Tomando consejo o a la manera dura, tocando fondo y empezando a cavar pensando llegar a la luna.