En idioma inglés, existe la expresión "put your foot in your mouth" que significa que se dice o hace algo que ofende, molesta o avergüenza a alguien, o se dice algo inapropiado.
Por ejemplo, Juan mira la panza de María y le pregunta "¿cuando nace el niño?" y ella responde "no estoy embarazada".
En días recientes meterse el pie en la boca se ha aplicado de manera inusual en distintas situaciones de los negocios y la política, en pocos días.
- El banco de inversión Lazard Ltd cometió un error de $400 millones al calcular el precio de SolarCity.
- Durante la cumbre EUA-China, alguien en la Defense Intelligence Agency de los EUA escribió el post sarcástico "Classy as always China", creando tensiones en la cumbre.
- El malhablado presidente filipino Rodrigo Duterte trató a Obama de "hijo de ...". Obama lo calificó de "extravagante" y canceló la reunión que tenían programada.
- Donald Trump dijo que "México pagará por el muro" y su visita a México enojó al 88% de los mexicanos, y ahora los parlamentarios mexicanos empujan la anulación de tratados fronterizos para que EUA devuelva los territorios mexicanos de los que se apropió, creando su primer incidente diplomático sin haber sido electo presidente.
- El periodista Nicolás Alvarado tuvo que renunciar a la dirección de la televisora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) luego de calificar al difunto cantante Juan Gabriel como uno de "los letristas más torpes y chambones (poco cuidadoso) en la historia de la música popular" así como otros calificativos asociados a una persona de mal gusto y poco educada.
- Youtube ha retirado la capacidad de hacer dinero a canales "controversiales".
Y esos son solo algunos casos. Hay más.
Ha estado habiendo una especie de racha mediática de enojos frente a palabras. ¿Será que es un mal momento para la controversia porque hay una "descontroversialización? ¿O será que tenemos una especie de auge de palabras impulsivas que llevan a malos resultados? Sea cual fuera el caso, si la racha existe, parece ser un buen momento para ser sabio con las palabras. Y no lo digo como dando cátedra, sino consciente de mi propia torpeza ocasional.
Dicen que el silencio es la palabra más dificil de pronunciar, y es la que más usan los sabios. Y definitivamente estos tiempos no parecen ser de palabras sabias.