Hoy no hablaré en términos concretos, sino arquetípicos acerca de la gran crisis subyacente en los EUA. Aunque el empleo, la pobreza, la economía, parecen ser lo primordial, en realidad la economía es un artilugio imaginario e irreal, y hay una crisis más grande pero menos visible, que tiene lugar de una forma arquetípica, y que empuja esas otras crisis imaginarias que empujan el deterioro económico y social.
La mejor manera de hablar de ese EUA arquetípico sería imaginar que el nombre del país se refiere a una persona, y que el país es su casa donde vive su familia de ciudadanos. Para ello hablaré entonces de EUA, esta persona que está hoy en crisis, y que muchos imaginarían que se parece a su tío, el tío Sam, pero en su versión adolescente. Es una nación adolescente comparada con otras naciones más viejas y maduras.
El joven EUA se ha esforzado mucho para ganarse el reconocimiento en su entorno, en su carrera geopolítica, incluso hasta castigándose a si mismo y adoptando el papel del mártir. Pero hoy el joven EUA se hace su propia vida más difícil de lo que és, por no aceptar sus propias debilidades. Ya nadie le cree porque ha dicho una cosa y ha hecho otra. Nadie es perfecto, errar es humano, perdonar es divino. Pero hay que enmendar el rumbo.
Este joven no ha conocido sus propias emociones, no las entiende, y las ve como tierra peligrosa. Pero ahora tiene que enfrentar las emociones y examinar su corazón y dejar aflorar sus sentimientos, desarrollar afecto espontáneo y demostrar a sus seres queridos que es capaz de entregarse y dar, sin esperar nada a cambio. Tiene que aprender a extender su mano y velar por el bienestar de los demás, especialmente el de su familia.
Pero ello no será fácil pues deberá salir del círculo de la rigidez y la autorrepresión, y aprender a tener corazón, desarrollar la capacidad de servir y ofrecer a otros, y así obtener más felicidad.
Tendrá que pensar, usar el pensamiento crítico y no las ideas pasadas predigeridas. Tendrá que cuestionar todo aquello en lo que creía. Y aunque tiene su intuición, esta es irracional, y tendrá que usar las reglas de la lógica para identificar su situación y salir de su crisis de valores que se han dañado y le han llevado a un relativismo absoluto, a la avaricia. De nada servirán las ideas ya probadas, y la necesidad de trabajo y la incertidumbre le distraen de su propósito.
Piensa, joven EUA, con espiritu crítico y no te autosabotees con la postergación y complacencia. Deja de querer tenerlo todo, que el agua se sostiene con las palmas abiertas, pero cuando cierras los puños para aferrar el agua, se escurre entre los dedos. No debes aferrarte a ese afán de posesión.
Debes reconocer que eres un adolescente apenas, que te crees invencible como todo adolescente, y pretendes postergar tus deberes como los adolescentes hacen. Revisa tu escala de valores, tu concepto del bien y del mal, corrige tu avaricia y ten corazón y así no vivirás en la confusión actual. Y usa la lógica para detectar las ideas fallidas y los engaños de algunos inescrupulosos que quieren llevarte por mal camino. El pecado no es cometer errores, el pecado es no aprender de ellos y caer de nuevo con la misma piedra.
