A veces decimos que "este es un mundo de locos" y no es algo muy alejado de la realidad. El mundo fue secuestrado por adictos que han conquistado el mundo, no para servir a la gente y hacer el mundo mejor, sino para servirse de él. Y a pesar de la necesidad de un psiquiatra económico, el mundo sigue bajo el liderazgo ideológico de personas que no parecen gozar de salud mental, porque una persona mentalmente sana se alegra del bienestar de otros y busca ese propósito.
Hay muchas adicciones que se consideran socialmente aceptables. Una de ellas es la apuesta bursátil, donde el apostador recibe el bonito nombre de "inversor" y el corredor de apuestas se llama "corredor de bolsa". Al final todo ocurre en un casino bursátil.
“Derivatives are gambling,” she said, referring to credit default swaps, at the University of Missouri-Kansas City law school conference on the financial crisis. “They are a zero-sum game in which one side loses the bet and one side wins,” Stout said. Actually they are worse than that, since the hefty fees Wall Street pockets for arranging the bets result in a less-than-zero-sum game. As Wall Street fights meaningful financial regulations, and draft regulations remind us how complex and unfathomable regulations can be, this is a good time to remember the basic principles that served society so well until Chicago School theorists, and casino corporations, together with commodities and currency traders convinced us we were too modern to need them. - Closing Wall Street’s casino
En bolsa el comportamiento del inversionista no puede ser influenciado por nada emocional, porque eso lleva a tener pérdidas. La emoción, de seguro puede arruinar en un momento de borrachera bursátil exuberante.
Entre los diversos sujetos que actúan compulsivamente en el ejercicio de una adicción, los jugadores presentan ciertas peculiaridades que los distinguen con nitidez del resto. La ansiedad, la baja autoestima y el autoengaño son, de alguna manera, comunes a la inmensa mayoría de los adictos. También el pensamiento mágico forma parte de su idiosincrasia, pero en pocos de ellos se da con tanta fuerza como en el caso del jugador. (...) Todo pensamiento mágico se funda en la no aceptación de la realidad. El jugador, en el fondo, es un individuo pesimista, aunque alguno de ellos crea y sostenga lo contrario. Supone que no es capaz de ganarse la vida como la mayoría de las personas, y recurre al juego para "dar el batacazo" y convertirse en millonario de la noche a la mañana. (...) En la base misma de casi todo jugador compulsivo existe una fuerte tendencia a la falta de responsabilidad, que lo lleva a buscar refugio en el azar, como si los problemas pudieran arreglarse por arte de magia. Estos individuos manifiestan además una gran irritabilidad, y desde luego son particularmente ansiosos. Los adictos al juego tienen un cierto parecido con los ladrones profesionales. Son solitarios, no quieren socios. En materia sexual, el juego sustituye al sexo hasta límites insospechados. - Las Adicciones (socialmente) Permitidas
En los juegos financieros algunos jugadores son psicópatas. Los psicópatas suelen tener mucho éxito, porque se trata de un juego donde la moral y la ética no juegan un gran rol, y donde algunas conductas psicopáticas suelen ser premiadas. Por ejemplo, despedir a mucha gente para ganar dinero, significa lanzar al vacío a muchos y destruirles la vida, y aún así la bolsa premia esa conducta con una subida de precio de las acciones. Los psicópatas se caracterizan por una escasa empatía, una gran crueldad disfrazada. Este rasgo es especialmente peligroso cuando se ostenta posiciones de poder o de autoridad.
Un documental de RTVE donde entrevistan a psiquiatras, señala que la misma zona del cerebro que se se activa cuando hay violencia es la que se encarga de la empatía (violencia).
Tomaré un texto de Huerta de Soto y le cambiaré "empresario" por "banquero" y "empresarial" por "financiero" (destaco las sustituciones con letra bold) para ver lo que dice (es que los bancos son empresas también):
Desde esta concepción, los recursos no están dados, sino que tanto los fines como los medios son continuamente ideados y concebidos ex-novo por los banqueros, siempre deseosos de alcanzar nuevos objetivos que ellos descubren que tienen un mayor valor. Y si los fines, los medios y los recursos no están dados, sino que continuamente están creándose de la nada por parte de la acción financiera del ser humano, es claro que el planteamiento ético fundamental deja de consistir en cómo distribuir equitativamente "lo existente", pasando, más bien, a concebirse como la manera más conforme a la naturaleza humana de fomentar la creatividad. Por eso en el campo de la ética social se llega a la conclusión de que la concepción del ser humano como un actor creativo hace inevitable aceptar con carácter axiomático el principio ético de que "todo ser humano tiene derecho natural a los frutos de su propia creatividad financiera". No sólo porque, de no ser así, estos frutos no actuarían como incentivo capaz de movilizar la perspicacia financiera y creativa del ser humano, sino porque, además, se trata de un principio universal capaz de ser aplicado a todos los seres humanos en todas las circunstancias concebibles. (...) De esta manera, el socialismo no sólo se manifiesta como algo teóricamente erróneo y económicamente imposible (es decir, ineficiente), sino también y simultáneamente como un sistema esencialmente inmoral, pues va en contra de la más íntima naturaleza del ser humano e impide que éste se realice y apropie libremente de los resultados de su propia creatividad financiera.
Huerta parece creer que es derribando límites para favorecer la actividad psicopática, como se logra la ética social en todos sus alcances. Entonces, si tomamos a los bancos que le han quitado las casas a los españoles con su "creatividad financiera", parece que no sería justo (según Huerta) que se le expropiara las casas a los bancos. Es que los españoles ocupan casas para vivir, los bancos no. En el casino, los españoles que perdieron sus empleos con las apuestas de los bancos en la economía, perdieron también sus casas. ¿Apoyas las ideas de Huerta? ¿Te parece ética la "ética social" de Huerta?
Para entender la estafa ideológica, hay que leer y comprender lo que se lee, porque si no, el lector neófito se puede perder y confundir en la hábil retórica del discurso y creer que el autor dice todo lo contrario de lo que dice, y el lector puede verse seducido por la jerga, y por el llamativo currículum del autor que sirve para decir a la gente "¡¡cállate que tú no sabes nada!!", y se puede llegar a creer que Huerta es el nuevo Papa medieval moderno, el mesías del siglo XXI y que todo lo que dice es santa palabra. Lo que no sorprende es que Huerta haya fundado su propia secta económica, donde las creencias no se ven en necesidad de demostrarse científicamente como reales. ¿O es que esa definición de "ética social" se sustenta en la realidad? Y así es como se hace para dejar que la realidad no sea un obstáculo para los modelos ideológicos, adoptados por sus fieles que le adoran como el mesías reencarnado.
Todo esto parece un mundo de locos, un mundo sin psiquiatras económicos. El mundo ha sido tomado por los adictos y por sectas de locos que empujan principios que fomentan la adicción de los ya adictos. Por favor, paren el mundo, que aquí me bajo.