La semana que hoy empieza se antoja completamente decisiva, siendo probablemente unas de las semanas más trascendentales de los últimos meses para los mercados europeos.
Mañana comienza la reunión del FOMC de la FED de dos días, cuyas conclusiones conoceremos el miércoles a partir de las 20:00. Esta reunión es la primera oportunidad que se presenta en el calendario para que la FED comience la senda de subida de tipos de interés. Los últimos datos macroeconómicos conocidos (dato de empleo de mayo, costes laborales, inventarios, índices de confianza, ventas minoristas) apuntan a una clara recuperación de la economía americana durante la primavera, después de sufrir un crecimiento negativo de hasta 7 décimas en el Q1, agravado en gran medida por las condiciones climatológicas especialmente adversas de este invierno. Sin embargo, es extremadamente improbable que esta aceleración incipiente lleve a la FED a subir los tipos de interés esta semana. Las peticiones del FMI y del Banco Mundial de retrasar esta decisión, y el contexto de inestabilidad potencial generado por la situación griega, agravan esta circunstancia. Los futuros sobre los Fondos Federales desplazan la posible subida de tipos hacia finales de año o principios del próximo.
Dando por hecho que la FED no subirá tipos esta vez, será de vital importancia lo que trascienda de esta reunión, que conoceremos en parte en el discurso posterior de Yellen, y con la publicación de las actas de la reunión dentro de un par de semanas.
Un día después, el jueves, tendrá lugar la reunión del Eurogrupo, que a todas luces, es una de las últimas oportunidades que se van a dar para que fructifiquen las negociaciones entre Grecia y sus acreedores. Para que Grecia pague al FMI el 30 de junio, sería necesario que se produjesen avances tangibles el jueves.
Hoy las Bolsas han caído con fuerza, mostrando una clara frustración tras un nuevo fracaso en la reunión que mantuvieron ayer los representantes griegos y los de las Instituciones acreedoras, y que fue más breve de lo habitual, confirmando el claro bloqueo de las posturas. El miércoles pasado se produjo un cambio muy apreciable en las expectativas sobre la consecución de un posible acuerdo con Grecia, tras la filtración de que Alemania podría considerar un desbloqueo progresivo de los créditos del Segundo Recate pendientes de pago a Grecia. No hemos vuelto a saber nada sobre esa línea de trabajo, que posiblemente está condicionada a un desbloqueo parcial de las posturas con una primera cesión de Grecia.
La negativa del FMI en la tarde del pasado jueves, y las declaraciones poco conciliadoras que aparecieron el viernes por ambos lados, y que han continuado en el día de hoy, han acabado con todo optimismo.
En estos momentos, los inversores podrían estar dando entre un 25% y un 50% de posibilidades de que no se alcance un acuerdo, y Grecia haga default el próximo mes. Si después del jueves, las posturas se mantienen encasilladas, el mercado comenzará a dar más de un 50% de posibilidades de quiebra de Grecia, con un claro ajuste a la baja de los precios del mercado.
Finalmente, el viernes tendremos el vencimiento de opciones y futuros trimestrales sobre acciones e índices, lo que provocará una especial volatilidad durante el último día de la semana, y posiblemente, dosis de artificialidad durante toda la semana.
Los soportes han vuelto a aguantar en el día de hoy, como ya ocurrió el pasado martes. Las noticias positivas que aparecieron el miércoles provocaron un rebote que llevó a los selectivos europeos a cotizar un 5% por encima de los mínimos que se vieron la semana pasada, muestra de lo que podría ocurrir con un acercamiento real de las posturas entre Grecia y sus acreedores.
El viernes podríamos estar en niveles muy alejados a los actuales si Grecia aprovecha una de las últimas oportunidades que va a tener para evitar el impago.