Segundo día de rebote en las Bolsas europeas, que sin embargo, han cerrado muy alejadas de los máximos de la sesión. Por la mañana, llegaron a pisar los números rojos, para volver a recuperarse y volver a ceder.
El EUR/USD, que ha recuperado en las últimas horas posiciones, y nuevas informaciones de Bloomberg que apuntan a que el BCE tendría pensado aplicar un descuento a los bonos griegos que se usan como garantías en las operaciones de financiación ELA (y que menguarían la financiación preveniente de éste), han provocado este cierre más descafeinado.
El DAX alemán, el índice más alcista en estos dos últimos días, ha llegado a recuperar los 12.000 puntos, pero no los ha mantenido.
Parece que los índices europeos se vuelven a dejar llevar por su corriente alcista, apoyados por el regreso a los descensos del Euro, por las acciones expansivas chinas y por la fortaleza de la inercia alcista generada por el BCE. Pero el potencial de inestabilidad que alberga el asunto de Grecia sigue intacto. Y sin causar grandes estruendos, sigue socavando moderadamente las fuerzas de las Bolsas europeas, que descuentan claramente que este viernes no se producirá ningún avance en la reunión del Eurogrupo.
Sobre la siguiente reunión, el 11 de mayo, tampoco existe demasiado optimismo. Así pues, el plan inicial acordado hace semanas, que pasaba por que Grecia se comprometía a aceptar unas bases (devolución de todos los préstamos, no tomar acciones unilaterales y presentar una serie de medidas concretas) a cambio de una prórroga temporal de los créditos, ha quedado en papel mojado. No está nada claro cuáles van a ser los próximos pasos, ante las distintas hipótesis que se abren, que pasarían por la el uso de pagarés y otras virtualidades para atender los pagos corrientes del país mientras se alegran las negociaciones, una reestructuración ordenada de la deuda con la permanencia en el Euro o la salida definitiva de la Eurozona. La deuda helena cotizada sigue empeorando, dando más posibilidades de quiebra que la semana pasada. Con todo, mientras los índices europeos no pierdan los mínimos del pasado viernes, el potencial de desestabilización de Grecia seguiría siendo limitado.