¿Qué esperar cuando la inflación de un país o región económica está desatada? , ¿Con que mecanismos cuentan los dirigentes para conseguir bajar la inflación?
Al fin y al cabo, en uniones económicas como Europa, ese es el único mandato del BCE, ¿no?. Mantener la estabilidad de precios con una inflación máxima anual permitida del 2%.
Así pues, es este artículo vamos a ver las 4 formas que tiene el BCE (y en general cualquier otro Banco Central) de bajar la inflación
¿Por qué reducir la inflación crea “dolor”?
En este artículo no quiero aburrirte con una sesuda explicación de que es la inflación, porque para eso ya tienes nuestro diccionario financiero.
No, vamos a entender por qué reducir la inflación “crea dolor en la economía”, como en cierta ocasión dijo Jerome Powell, Presidente de la FED.
Principalmente porque en última instancia, los bancos centrales pueden, a través de sus políticas monetarias, controlar la demanda. Esto es, básicamente tener bastante influencia en si las personas de a pie, es decir tú y yo, vamos a poder consumir más o menos.
¿Y cómo es posible esto? Si a nosotros nadie nos obliga a ir más o menos al bar, o a cargar menos en el supermercado. Realmente no es necesario. Controlan la demanda agregada del conjunto social a través de las facilidades de acceso al crédito, o bien a través de los Estados, o bien a través de los bancos comerciales (los BBVA, Santander, BNP Paribas…)
Y después son los Estados quienes redistribuyen estos créditos a la población vía “políticas sociales”, o los bancos comerciales, quienes redistribuyen dicho dinero vía créditos baratos a empresas o particulares.
Sin embargo, la coordinación del mercado no solo depende de la demanda, también de la oferta, y sobre esta su control es mínimo, por no decir nulo (y no porque no les gustaría, sino porque no pueden).
Por tanto, en situaciones de clásica inflación de demanda por sobreconsumo (normalmente generadas por la famosa “impresión de billetes”), lo único que tienen que hacer es reducir ligeramente la facilidad de acceso al consumo endureciendo el crédito (tanto a Estados, como a bancos), para bajar la inflación (ya que así bajará el consumo). Este hecho puede causar cierto dolor suave (el famoso soft landing), pero suele ser solventado, incluso sin necesidad de que los países entren en recesión técnica.
Sin embargo, el problema llega cuando empezamos a hablar de inflación de oferta, esa parte de la ecuación, que no pueden controlar los bancos centrales. Estas suelen darse por escasez y encarecimiento en el acceso a las materias primas (gas, petróleo, litio…) debido a guerras y tensiones geopolíticas. En este caso, pueden darse situaciones que sin un consumo exacerbado, e incluso con cierto nivel de paro y estancamiento, como las materias primas ahora son más caras, todo suba de precio, o sea, siga habiendo inflación. A esto se le llama estanflación.
Y he aquí el problema, ya que al no poder (la banca central) controlar dicha oferta, si no quieren que el aumento de precios continúe, y se acabe enquistando en sus economías, y por ende, devaluando sus monedas, tan solo les queda una opción:
Cargarse tanto la demanda, que todo baje de precio, porque las personas apenas pueda consumir.
¿Y cómo hacen esto? En realidad ya lo hemos comentado, encareciendo y dificultando tanto el acceso al crédito, que éste se dé de forma mínima. Este hecho a medio plazo, hará quebrar a muchas empresas zombies, dificultará el nuevo emprendimiento, y en general creará cientos de miles de parados, que obviamente, no podrán consumir (lo que se buscaba)
Por eso, tal y como apuntó el presidente de la FED, es casi imposible acabar con la inflación (sobre todo si es de oferta), sin causar dolor en la economía.
Se necesita enfriar la actividad para que los precios bajen, aunque la oferta sea escasa.
Las 4 Formas de bajar la inflación
¿ Y como hace el Banco Central para endurecer las condiciones al crédito, y así bajar la inflación? Pues esencialmente dispone de 4 herramientas, que además, se pueden usar de forma combinada. Vamos a verlas:
Subida de tipos de interés
Dijo Paul Volcker, expresidente de la Reserva Federal a principios de los años 80, que la inflación es como la pasta de dientes, una vez la sacas del tubo, cuesta volver a meterla. De su figura, a día de hoy hay dos corrientes de opinión: Unos lo consideran el héroe que salvó la economía yankee, y otros como poco más que un terrorista monetario. Lo cierto, es que llevó los tipos al 20% para contener la inflación.
Y es que posiblemente la subida de tipos sea el método de combatir la inflación más archiconocido que existe. A cualquier persona que le interesen los temas económicos, habrá oído hablar de lo que en última instancia significa una subida de tipos. Encarecimiento del precio del dinero (el coste de la deuda) y reducción del capital circulante. Todo ello lleva a una menor generación de actividad económica, lo que finalmente enfría la demanda y acaba conteniendo la inflación.
En consecuencia, esta suele ser una de las primeras medidas que toman los bancos centrales cuando ven que ha llegado la hora de empezar a combatir la inflación. Pero todo tiene un precio, e inherentemente una subida de tipos suele ir sucedida al fin de ciclo económico, dolor en la economía, y a fin de cuentas recesión.
Aumento de la reserva fraccionaria
El dinero de tu cuenta del banco no es real. No está ahí. El banco no lo guarda en una caja fuerte con un guardia custodiando, en absoluto. En Europa, los bancos tienen por Ley, guardar el 1% de los depósitos de sus clientes en caja a modo de reserva. Por eso, cuando existe riesgo de quiebra de un banco, y la gente acude en masa a sacar su dinero, los bancos no pueden atender semejante demanda y acaban realizando corralitos en los que no permiten sacar más de X cantidad cada día o mes.
El resto del dinero (99%), los banco lo usan para invertir, dejar en los cajeros automáticos y sobretodo, prestar a otros clientes.
Por ende, otra forma de reducir la liquidez del sistema, es que el Banco Central aumente por Ley el dinero que los bancos deben de tener en reservas, en la caja fuerte. De esta forma, pueden prestar menos cantidad de dinero, lo que genera menos dinamismo económico y ayuda en la lucha contra la inflación.
Endurecimiento de las condiciones de crédito
A principios del siglo, se creó un modelo de hipoteca, las subprime, que básicamente era otorgar hipotecas a cualquier persona con que tuviera pocos meses de nómina. Unas condiciones extremadamente flexibles que dispararon el crédito en todo Occidente, aún sabiendo que muchas de esos préstamos no se podrían acabar pagando.
Es decir, conforme menos requisitos haya para acceder al crédito, más dinero se pedirá prestado, mayor circulación de capital y posible aumento de la inflación.
Exactamente lo mismo pasa a la inversa, el Banco Central puede obligar a la banca comercial a exigir mayores requisitos para conceder crédito (un aval, aportar fondos propios del 20% de un préstamo…). De esta forma, cuanto mayores sean los requerimientos, menor crédito se acabará concediendo, lo que conducirá a menor circulación de dinero, y en suma, una reducción de la inflación.
Fin del programa de compra de deuda pública (QE)
En la UE, el dinero lo crea el Banco Central Europeo, sí, pero un actor también muy importante para combatir la inflación es el Estado.
Como bien sabemos, cada vez los políticos son más propensos a clientelizar a sus empresas y ciudadanos a través de las subvenciones, sin duda es un caladero de votos.
Sin embargo, dicha clientelización cada vez es más cara de mantener y llega un momento que ni subiendo impuesto se puede pagar, lo que fuerza a los países a vender deuda pública. Deuda que en el caso de Europa, acaba siendo atendida por el BCE a través de programas de QE (compra de deuda sin intereses o muy bajos). En EEUU llegó a existir el programa Infinitive QE
Por tanto, otra forma de reducir la inflación es acabar, o al menos reducir, los programas de compra de deuda pública, para forzar o bien que los países empiecen a asumir responsabilidad presupuestaria (reduciendo su programa de subvenciones), o bien financiarse en el mercado a uno tipos de interés altos, que difícilmente acabarán pudiendo atender.
Normalmente se suele optar siempre por la primera vía, lo que nuevamente reduce la liquidez en el sistema y una vez más ayuda a combatir la inflación, a costa, muy posiblemente, de desencanto y sufrimiento social.
En definitiva, podemos observar que la Banca Central cuenta con diferentes formas de reducir la inflación, pero lo que sí que es cierto son dos cosa: Por un lado, no se puede acabar con la inflación sin causar cierto grado de estrés en la economía, y por el otro, aún causando estrés y estancamiento económico, los bancos centrales sólo son capaces de influir en la demanda, y en caso de inflaciones que vienen por el lado de la oferta, a veces no es suficiente con tomar medidas tibias.
Empresas que resisten la inflación
En épocas en las que los bancos centrales se empiezan a poner duros con el tema de la inflación, las empresas con importante moat suelen capear bastante bien la época de estancamiento económico, e incluso a medio plazo, acaban subiendo más, ya que mucha de su competencia termina siendo barrida por la propia recesión, y su consumo absorbido por estas blue chips.
A continuación, te dejo una selección de acciones donde se puede invertir con riesgo bastante reducido. Normalmente estas empresas se ubican en sectores de alimentación, sanidad o lujo.
Acciones | Ticker |
NESN.SW | |
KO | |
V | |
RACE.MI | |
PG | |
PFE | |
JNJ | |
BC.MI |
PD: Estos “valores seguros” o blue chips, es cierto que aguantan bien las caídas propias de las recesiones, no obstante, cuando le toque nuevamente el turno al bull market (debido a una bajada de tipos para incentivar la inversión), también crecerán con mucha más calma ;)