Estos dos conceptos, son dos conceptos bastantes diferentes, aunque suenen de una manera muy parecida. No hay una línea que delimite cuando estamos una burbuja o cuando en una sobrevaloración, pero son dos situaciones distintas que lo voy a intentar explicar de la forma más fácil posible y para saber cómo se debería actuar ante ellas.
Sobrevaloración
La sobrevaloración es que un activo cotice por encima del valor intrínseco, quiero decir, que pagas más de lo que la empresa realmente vale. Muchos analistas dan un precio objetivo sobre una acción, pero esto se trata de una estimación, estas estimaciones son opiniones subjetivas, que no tienen nada que ver con los datos objetivos.
Por ejemplo, para un analista que considere la acción tiene un valor “justo” de 10 €, en el caso de que el precio en el momento fuera de 10,01 € se podría decir que la acción está sobrevalorada, pero en la práctica no se realiza así, normalmente los inversores tienen un porcentaje en el que basan esta sobrevaloración, un porcentaje que suele estar comprendido entre el 15%-30%(aunque puede incluso a llegar a ser más para otro tipo de inversor). Pero como ya he dicho antes, depende del inversor, y que puede ser que para un inversor que considera que una empresa está sobrevalorada, otro inversor puede considerar que la empresa está en su precio objetivo.
La sobrevaloración se mide en grados, dependiendo del inversor, una acción se puede considerar sobrevalorada, poco sobrevalorada, muy sobrevalorada o el adverbio que le quieres buscar para hacerla más a tu gusto.
La sobrevaloración es una situación normal para la empresa, por eso, se puede ver alguna corrección de valor por parte de la empresa en caso de alguna situación como una caída en las cotizaciones. En caso contrario, en caso de que la cotización suba o se mantenga estable también puede subir el valor real de la empresa y eliminar esa supuesta sobrevaloración.
Burbuja
Una burbuja se considera una sobrevaloración en un nivel más alto, para que quede más radical, se trata de una sobrevaloración extrema. Las burbujas no pasan habitualmente, suelen suceder en un periodo puntual y cuando pasan quedan para la memoria e incluso para la historia. Por ejemplo, las acciones de muchas empresas como ACS han estado muchas veces sobrevaloradas o infravaloradas, aunque nadie se acuerde de esto, pero en cambio las burbujas como la de Internet del año 2000 quedará para la memoria. También para poner un ejemplo más comprensible, podríamos acordarnos de la burbuja inmobiliaria de la construcción en España recientemente.
¿Qué pasa si ya he entrado en estas inversiones?
Comprar acciones de una empresa sobrevalorada es un error que deberíamos evitar, pero no es una tragedia, si la sobrevaloración no es muy alta y la empresa es buena, a largo plazo el inversor puede acabar obteniendo beneficios de la inversión realizada, aunque hay que tener cuidado de realizar estas inversiones y observar meticulosamente la empresa en la que se va a invertir.
En cambio, comprar en una burbuja puede ser un error gravísimo, una hecatombe. Si se compra en un momento de burbuja puede ser que la inversión nunca sea rentable ni con el paso de los años, quizá el inversor tuviera que esperar muchísimos años para volver a recuperar la inversión o también que nunca en la vida pudiera recuperar esa inversión realizada en una burbuja. Pero no preocuparos, las burbujas se ven, se pueden evitar y en mi opinión creo que lo mejor es mantenerse lejos de estas “inversiones”.
