¿Por qué las automovilísticas norteamericanas están al borde de la quiebra?
Las causas de la decadencia de las tres grandes automovilísticas: GM, Ford y Chrysler; desde luego son complejas. Simplificando podríamos mencionar los siguientes factores:
1. Los laberintos estratégicos de los SUV
Las empresas del automóvil estadounidenses han estado perdiendo terreno frente a la competencia extranjera ya desde la década de los '70.
En los '90, los Sport Utility Vehicles (SUV) lanzaron un breve periodo de recuperación. Gracias a su superior expertise en la producción de vehículos de gran porte, Detroit arrebató parte del mercado estadounidense a los competidores japoneses.
La estrategia sólo podía funcionar mientras los norteamericanos siguieran demandando los SUV. Sin embargo, los 4x4 asiáticas invadieron los Estados Unidos. Una serie de factores, como el alza del precio del petróleo, llevó a los consumidores a preferir vehículos compactos y económicos, un segmento donde Toyota disfrutaba de amplia superioridad.
Si bien la apuesta por los SUV permitió recuperar terreno en el corto plazo, acabó convirtiéndose en un callejón sin salida cuando cambiaron las condiciones del mercado.
2. La mentalidad de Detroit
El negocio automovilístico,según la mentalidad de Detroit, es un negocio de bajo coste y alto volumen. Y esta mentalidad se manifiesta en su estrategia de la cadena de suministro. Las firmas automovilísticas americanas diseñan un vehículo con sus diversos componentes y licitan la fabricación de cada parte. El ganador será el proveedor que presente los costes más bajos.
Esto es perfectamente racional cuando la sustentabilidad del negocio depende de la capacidad de ofrecer productos al precio más bajo posible. Pero también tiene una desventaja: genera en los proveedores un incentivo a reducir frenéticamente los costes y desplazar inversiones en I+D que pudieran aportar valor en el medio y largo plazo.
Las automovilísticas japonesas han utilizado un modelo opuesto, basado en el establecimiento de relaciones de largo plazo con proveedores para fomentar la innovación y el aprendizaje a lo largo de toda la cadena de suministros. Esto redunda en automóviles, no necesariamente más económicos, pero si de mayor calidad.
La mentalidad "asiática" del negocio automovilístico es diferente: "primero veamos que quieren los consumidores. Después, veremos cómo articulamos la cadena de valor para producirlo."
3. Los problemas de liderazgo
¿Por qué las automovilísticas norteamericanas parecen haberse apartado de los deseos de los consumidores?
Los altos directivos de Detroit típicamente emergen de las áreas financieras de las compañías. Suelen ser contadores expertos en finanzas corporativas aunque no necesariamente se encuentren familiarizados con el negocio.
En Toyota es más frecuente que los altos directivos sean ingenieros que han trabajado en las plantas y conocen los desafíos tecnológicos del negocio.
¿Tienen futuro los gigantes de Detroit?
Es evidente que el modelo de negocio de los gigantes, tal como se encuentra planteado actualmente es inviable.
Como suelen decir los especialistas en comportamiento organizacional, nadie cambia si no siente la necesidad de hacerlo. Algunos analistas creen que la bancarrota es lo mejor que podría ocurrir a los gigantes de Detroit. Si el gobierno dejara caer a las automovilísticas, contarían con la protección de la ley de quiebras para reestructurar el negocio.
En caso de no ser rescatadas y persistir los viejos métodos bajo un nuevo rostro, tal vez pronto veamos a los ejecutivos golpeando nuevamente las puertas del Congreso al grito de :"¡necesitamos dinero!"
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