Al igual que ocurre con la inversión en Bolsa, una de las preguntas que asaltan con mayor frecuencia a los inversores cuyos ahorros están depositados en fondos es si conviene tener invertido el dinero en un único fondo o resulta más rentable hacerlo a través de varios. Aunque la estrategia idónea depende del perfil de cada inversor, si se dispone de una suma elevada, es conveniente diversificar la inversión para protegerla de ciertos riesgos y evitar una mala inversión en un fondo de mala calidad.
La diversificación de fondos permite reducir el riesgo de colocar todas las inversiones en sólo un tipo de activos. Al invertir en más de un producto se aplican ciertos mecanismos para eliminar el peligro de las inversiones monolíticas. Para cantidades superiores a 10.000 o 20.000 euros, siempre es conveniente diversificar la apuesta a través de varios fondos de inversión, por varios motivos:
A la hora de diseñar una cartera de fondos es necesario detenerse en dos aspectos: en primer lugar, en si los fondos de inversión basados en renta fija pueden bajar. La rentabilidad, varía de forma inversamente proporcional a los cambios de los tipos de interés: aumenta cuando los tipos de interés bajan y disminuye cuando suben, lo que supone que se pueden obtener minusvalías.
Otro aspecto que debe analizarse es el papel que desempeñan en estas carteras los fondos garantizados, hay un periodo determinado en el que las participaciones que se adquieren tienen garantizada una rentabilidad a una fecha en concreto. El valor liquidativo variará diariamente y sólo en la fecha de vencimiento de esa garantía. En este caso es más factible elaborar una cartera que esté resguardada de los riesgos de este mercado de la renta variable.
Estar invertido en un solo fondo implica mayores riesgos, especialmente en los sectores de la renta variable. Hay un fondo para cada momento aunque para realizar esta diversificación adecuadamente es necesario que el inversor cumple una serie de requisitos:
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¿Cuál es el importe mínimo?
La diversificación de fondos permite reducir el riesgo de colocar todas las inversiones en sólo un tipo de activos. Al invertir en más de un producto se aplican ciertos mecanismos para eliminar el peligro de las inversiones monolíticas. Para cantidades superiores a 10.000 o 20.000 euros, siempre es conveniente diversificar la apuesta a través de varios fondos de inversión, por varios motivos:
- Se reduce el riesgo de la inversión.
- Al estar diversificada la inversión, es más fácil reducir las pérdidas que pueda recoger algunos de los fondos suscritos.
- Invertir en varios sectores aumenta las probabilidades de recoger beneficios a medio y largo plazo
A la hora de diseñar una cartera de fondos es necesario detenerse en dos aspectos: en primer lugar, en si los fondos de inversión basados en renta fija pueden bajar. La rentabilidad, varía de forma inversamente proporcional a los cambios de los tipos de interés: aumenta cuando los tipos de interés bajan y disminuye cuando suben, lo que supone que se pueden obtener minusvalías.
Otro aspecto que debe analizarse es el papel que desempeñan en estas carteras los fondos garantizados, hay un periodo determinado en el que las participaciones que se adquieren tienen garantizada una rentabilidad a una fecha en concreto. El valor liquidativo variará diariamente y sólo en la fecha de vencimiento de esa garantía. En este caso es más factible elaborar una cartera que esté resguardada de los riesgos de este mercado de la renta variable.
Requisitos para diversificar
Estar invertido en un solo fondo implica mayores riesgos, especialmente en los sectores de la renta variable. Hay un fondo para cada momento aunque para realizar esta diversificación adecuadamente es necesario que el inversor cumple una serie de requisitos:
- tener invertido un capital importante con respecto a su cuiantía como para que sea beneficiosa esta estrategia teniendo en cuenta los plazos.
- Estar posicionado en fondos de inversión de diferente modalidad.
- Más de la mitad de la cartera de fondos debe estar invertida en renta fija.
- La inversión que realice debe ir destinada a un medio o largo plazo.
- Tiene que descartar todo fondo cuyo riesgo sea tan elevado que haga peligrar la futura rentabilidad de la "cesta".
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