Las aportaciones mínimas para contratar un depósito no son un factor determinante en la mayoría de las ofertas del mercado. No obstante, algunos elevan el capital de entrada a cambio de otros beneficios: una mayor flexibilidad, la posibilidad de realizar sucesivas imposiciones a distintos vencimientos, tipos de interés adaptables a los diferentes plazos, elección de la divisa según la conveniencia y rentabilidades más altas.
Entre una oferta uniforme, se distinguen con características propias los depósitos que exigen más capital al inicio. Algunos brindan una rentabilidad superior a la media. En el caso de Caixa Balears, se pide una aportación mínima de 10.000 euros, pero se ofrece un buen rendimiento: del 4,91% TAE. La disponibilidad para cambiar el dinero hacia nuevas posiciones es una condición necesaria en la contratación de estos productos.
La gama de depósitos para empresas destaca entre los productos con aportaciones mínimas elevadas. Buscan sacar el máximo rendimiento a los saldos de tesorería, con imposiciones a plazo flexibles que se adecúan a cada cliente, facultades de cancelación anticipada y posibilidades de obtener una fiscalidad más conveniente, si se reducen del 18% al 15% los rendimientos del depósito. Las exigencias de capital oscilan desde una aportación mínima de 1.000 euros hasta los 500.000.
Caja Madrid cuenta con el Eurodepósito, destinado a empresas que deseen colocar a plazo fijo sus remanentes de tesorería. Exige una aportación mínima de 500.000 euros por un plazo fijo sin retenciones, con posibilidad de cancelación anticipada y liquidación al final del período de imposición. Su característica más destacada es que el cliente elige el plazo y la divisa. Otra de las entidades que ofrece productos con alta exigencia de capital para empresas es Kutxa, con su Depósito Tesorería. La rentabilidad es variable, vinculada a un índice de referencia que fluctúa en función del plazo de imposición pactado. Se contrata entre dos y 90 días, con una imposición mínima de 30.000 euros.
En muchas ocasiones, las condiciones contractuales de los depósitos para empresas permiten realizar sucesivas imposiciones a distintos vencimientos y tipos de interés adaptables a los diferentes plazos. Es una ventaja porque permite acompañar los movimientos de caja de la empresa.
La mayor complejidad en este tipo de depósitos requiere la máxima atención. Hay que conocer, incluso, la información preliminar con la que se promocionan. Las imposiciones mínimas elevadas pueden estar relacionadas con las particularidades más variadas. Hay depósitos para fondos provenientes de otras entidades, cuya contratación exige un incremento del saldo en las cuentas del titular desde una fecha dada y que supere al menos en un 80% el importe que se quiere contratar, una condición que apenas se exige en los depósitos corrientes.
Si se desea una inversión segura y garantizada, los depósitos son una de las opciones más adecuadas. El inconveniente es que, para sostener una inversión en el tiempo con buenas rentabilidades, hay que mover el dinero al compás de las ofertas, que se renuevan cada día en Internet (el medio óptimo para contratar productos con estos beneficios).
Cuando se haya contratado un depósito que esté a punto de vencer y se quiera renovar, es fundamental encontrar una rentabilidad atractiva para mover el dinero antes del vencimiento: al no dar la orden contraria, algunas entidades los renuevan de manera automática y pueden aplicar tipos muy bajos, del 0,75% al 1%. Esto puede privar al cliente de disponer del dinero hasta que termine el plazo, además de obtener muy pocas ganancias.
¿Te ha resultado interesante? Suscríbete vía email o RSS a Berbis Swap
Entre una oferta uniforme, se distinguen con características propias los depósitos que exigen más capital al inicio. Algunos brindan una rentabilidad superior a la media. En el caso de Caixa Balears, se pide una aportación mínima de 10.000 euros, pero se ofrece un buen rendimiento: del 4,91% TAE. La disponibilidad para cambiar el dinero hacia nuevas posiciones es una condición necesaria en la contratación de estos productos.
Depósitos para los remanentes de tesorería en la empresa
La gama de depósitos para empresas destaca entre los productos con aportaciones mínimas elevadas. Buscan sacar el máximo rendimiento a los saldos de tesorería, con imposiciones a plazo flexibles que se adecúan a cada cliente, facultades de cancelación anticipada y posibilidades de obtener una fiscalidad más conveniente, si se reducen del 18% al 15% los rendimientos del depósito. Las exigencias de capital oscilan desde una aportación mínima de 1.000 euros hasta los 500.000.
Caja Madrid cuenta con el Eurodepósito, destinado a empresas que deseen colocar a plazo fijo sus remanentes de tesorería. Exige una aportación mínima de 500.000 euros por un plazo fijo sin retenciones, con posibilidad de cancelación anticipada y liquidación al final del período de imposición. Su característica más destacada es que el cliente elige el plazo y la divisa. Otra de las entidades que ofrece productos con alta exigencia de capital para empresas es Kutxa, con su Depósito Tesorería. La rentabilidad es variable, vinculada a un índice de referencia que fluctúa en función del plazo de imposición pactado. Se contrata entre dos y 90 días, con una imposición mínima de 30.000 euros.
En muchas ocasiones, las condiciones contractuales de los depósitos para empresas permiten realizar sucesivas imposiciones a distintos vencimientos y tipos de interés adaptables a los diferentes plazos. Es una ventaja porque permite acompañar los movimientos de caja de la empresa.
La mayor complejidad en este tipo de depósitos requiere la máxima atención. Hay que conocer, incluso, la información preliminar con la que se promocionan. Las imposiciones mínimas elevadas pueden estar relacionadas con las particularidades más variadas. Hay depósitos para fondos provenientes de otras entidades, cuya contratación exige un incremento del saldo en las cuentas del titular desde una fecha dada y que supere al menos en un 80% el importe que se quiere contratar, una condición que apenas se exige en los depósitos corrientes.
Situación actual de los depósitos
Si se desea una inversión segura y garantizada, los depósitos son una de las opciones más adecuadas. El inconveniente es que, para sostener una inversión en el tiempo con buenas rentabilidades, hay que mover el dinero al compás de las ofertas, que se renuevan cada día en Internet (el medio óptimo para contratar productos con estos beneficios).
Cuando se haya contratado un depósito que esté a punto de vencer y se quiera renovar, es fundamental encontrar una rentabilidad atractiva para mover el dinero antes del vencimiento: al no dar la orden contraria, algunas entidades los renuevan de manera automática y pueden aplicar tipos muy bajos, del 0,75% al 1%. Esto puede privar al cliente de disponer del dinero hasta que termine el plazo, además de obtener muy pocas ganancias.
¿Te ha resultado interesante? Suscríbete vía email o RSS a Berbis Swap