Ayer, día 1 de diciembre tuve el placer de asistir al evento organizado por Rankia en Barcelona en el que participaron varias gestoras de fondos de inversion. El evento gozaba de una excelente organización y estuvo moderado por el incombustible Enrique Roca. Al finalizar disfrutamos de una agradable charla con Enrique y el forero Joaquim cuyo foco estaba centrado en el entorno rankiano, en ese recordatorio de personas que hemos conocido a través de muchos años mediante foros y participación en eventos; un entorno que se sitúa entre dos círculos concéntricos, uno el económico-financiero y otro el personal, el lado humano que hay detrás de cada nick.
El entorno suele pasar desapercibido y muchas veces hay que estar muy centrado para verlo, ese marco conceptual en el que estamos inmersos en el día a día.
El escritor David Foster Wallace pronunció un discurso ante los graduados de Kenyon Colege, en Estados Unidos el 21 de mayo de 2005 y con una breve historia ilustra de manera magistral la idea del entorno. Había una vez dos peces jóvenes que iban nadando y se encontraron por casualidad con un pez más viejo que nadaba en dirección contraria; el pez más viejo los saludó con la cabeza y les dijo: “Buenos días, chicos. ¿Cómo está el agua? Los dos peces jóvenes siguieron nadando un trecho; por fin uno de ellos miró al otro y le dijo: ¿Qué demonios es el agua?
Conocer el marco conceptual en el que nos movemos es una cuestión elemental y no puede pasar desapercibida ni en el plano humano ni en el financiero. ¿Se puede hacer la misma estrategia con deflación que con inflación? ¿Es igual invertir en empresas con tipos de interés bajos que altos? Hay empresas que no están endeudadas y de forma interna no le afecta la subida de tipos de interés, porque sus clientes tienen una renta disponible menor que años anteriores y eso afectará a sus ventas; por otro lado, sus inversores percibirán tipos de interés mas altos por sus ahorros así que las decisiones de los inversionistas podría ser de vender acciones para invertir en renta fija; por eso debemos conocer el entorno en que nos jugamos los ahorros. Para ello se han de emplear varios métodos adecuados para cada momento, no se puede ser inflexible; al respecto se le atribuye a Tomás de Aquino: “Timeo hominem unius libri”, “temo al hombre de un solo libro”. Siempre buscamos soluciones inmediatas a los cambios del mercado, pero lo principal es saber identificar los problemas antes de intentar resolverlos; no se puede enseñar a nadar a alguien justo cuando el barco empieza a naufragar.
Otro tema muy interesante en los foros y eventos es el intercambio de ideas. La intangibilidad de las ideas no permite ver con precisión su valor si pensamos en un entorno dominado por lo tangible, pero George Bernard Shaw nos facilita su comprensión cuando nos dice: “Si tú tienes una manzana y yo tengo una manzana e intercambiamos las manzanas, entonces tanto tú como yo seguiremos teniendo una manzana. Pero si tú tienes una idea y yo tengo una idea e intercambiamos ideas, entonces ambos tendremos dos ideas.” Para ello es indispensable no confundir ideas con creencias, según el viejo lema orteguiano “las ideas se tienen, en las creencias se está”. Las ideas suelen ser razonadas, las creencias están generadas por las emociones por ello han sido tan estudiadas en la psicología aplicada a la inversión por varios premios nobel de economía como Kahneman y Thaler entre otros.
En definitiva, un placer haber compartido unas horas en el evento rankiano y felicidades por los años cumplidos.