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Una pregunta que una y otra vez se formulan muchos inversores, tras años de subidas hasta niveles récord de los índices bursátiles que representan el sector tecnológico, con la memoria siempre puesta en el pinchazo de la famosa “burbuja puntocom” entre finales de los años 90` y principios del actual siglo XXI. 

Para responder entonces a esa pregunta será necesario ampliar la perspectiva, y analizar la evolución del sector a largo plazo. 

Si observamos la trayectoria del índice NASDAQ 100 (conformado significativamente por empresas del sector tecnológico) desde su creación en 1985 hasta nuestros días, podemos observar que el incremento de su valoración ha sido muy pronunciado. Y si bien hubo algunas caídas por el camino, éstas se generaron en dos ocasiones puntuales: la crisis puntocom, y la pandemia COVID-19.


 
Mientras tanto, los desarrollos tecnológicos durante ese período fueron de lo más diversos. Desde la creación y expansión de internet y la World Wide Web durante los años 90`, la creación de la telefonía móvil que posteriormente derivó en los smartphones gracias a los dos inventos anteriores (internet y telefonía móvil), el desarrollo de la inteligencia artificial y el aprendizaje automático, avances en biotecnología, Internet de las cosas, las energías renovables, blockchain y las monedas digitales, la computación cuántica, hasta las redes 5G. ¡Y todo eso en menos de medio siglo! 


Perspectivas para el sector tecnológico 


Como habrás podido observar, los avances tecnológicos han estado siempre presentes y han sido de lo más variados; y así se espera que sigan siendo mientras el ser humano tenga ese afán de superación. Durante los últimos años los avances tecnológicos se han estado intensificando. Desarrollo tras desarrollo han ocasionado en más de una ocasión que alguno de éstos haya quedado obsoleto tras un breve período de tiempo, al verse sustituido por alguna tecnología más avanzada. 

Si consideras entonces que la evolución del sector tecnológico (en su conjunto) será ascendente a largo plazo, dado que después de las tecnologías actuales vendrán otras, y un desarrollo tecnológico abre paso al siguiente, puedes invertir directamente en un índice que agrupe a las empresas del sector. Pero en ese caso, debes tener en cuenta que no todas las empresas que compongan ese índice estarán implicadas en desarrollos tecnológicos que marquen tendencias o tengan un amplio recorrido. 

Por lo tanto, quizás no sea tan necesario vigilar de cerca al sector tecnológico e intentar adivinar cuál será su evolución, sino más bien intentar identificar dentro de ese sector aquellas áreas puntuales o desarrollos específicos que marcarán tendencias; en otras palabras, lo que hay que intentar saber es cuál será la próxima tendencia tecnológica. 

Por ejemplo, en estos momentos se habla de “convergencia tecnológica”, que es el proceso por el cual los avances en un campo impulsan el desarrollo en otros, dando lugar a una cascada de efectos combinados que amplifican el progreso general. Actualmente esos campos de investigación que generan efectos combinados se centran en cinco grandes desarrollos tecnológicos que están evolucionando por primera vez desde la Segunda Revolución Industrial (con el surgimiento simultáneo del teléfono, la electricidad y el motor de combustión interna) de forma simultánea, y que marcarán tendencia para los próximos años: la inteligencia artificial, la robótica, el almacenamiento de energía, la secuenciación multiómica y las cadenas de bloques públicas. Todos ellos convergen y avanzan a pasos agigantados, gracias a la Inteligencia Artificial que actúa como acelerador común.


 
El impacto que generará el conjunto de estos desarrollos en la economía y la sociedad, se prevé que sea superior al que generó la máquina de vapor en la primera revolución industrial del siglo XVIII; con un crecimiento del PIB real sin precedentes, y una mejora en la calidad de vida de los ciudadanos. 

De hecho, se espera que los avances en estos campos de investigación y la integración de estas tecnologías transformen la industria, mejoren el crecimiento macroeconómico y reformulen las estrategias de inversión, dado que serán las tecnologías disruptivas quienes dominen la capitalización de los mercados financieros a partir de 2030. 

Para que podamos hacernos una idea de la magnitud del impacto que generarán estas cinco tecnologías juntas, es importante destacar que el impacto que ocasionará cada una de ellas es equivalente a los más de 10 billones de dólares de capitalización que generó internet en el mercado global desde su ascenso… ¡Imagínate todas juntas! Evidentemente, el potencial de impacto económico y creación de valor es exponencialmente mayor. 

Por lo tanto, habiendo identificado aquellas áreas y campos de investigación específicos dentro del sector tecnológico, podemos concentrar nuestra inversión en esas áreas concretas, evitando tener que invertir también en otras áreas con dudoso potencial dentro del sector, tal como haríamos si invirtiésemos en un índice. 

Y ante las dudas sobre un posible agotamiento en el modelo de inversión en tecnologías como la IA o la Robótica, cabe recordar que estas tecnologías abarcan un gran abanico de sectores económicos debido a sus diversas aplicaciones; por lo que su recorrido todavía es muy amplio. 

Pero aun habiendo identificado las áreas y campos de investigación con mayor recorrido, todavía quedará por identificar a las empresas implicadas y con amplio potencial de crecimiento. 

Para conseguir una verdadera exposición de nuestras inversiones a sectores como la IA o la Robótica, no debería tener que hacerse invirtiendo exclusivamente en los gigantes como Microsoft, Google, Amazon, y el resto de “las siete magníficas” (tal como se les denomina a Apple, Microsoft, Alphabet, Amazon, NVIDIA, Meta -Facebook- y Tesla) que suelen ser las principales posiciones de los fondos de inversión en tecnología e inversiones de moda. Aunque estas empresas son líderes en el suministro de hardware y computación, fundamentales para el desarrollo y despliegue de la IA, hay otros pioneros cuyos modelos de negocio e ingresos se centrarán mucho más en el desarrollo de software de plataforma e infraestructura de IA. Utilizar “las siete magníficas” para ganar exposición a la IA también conduce al problema de la sobreconcentración, ya que se trata de grandes posiciones en índices de mercado amplios tales como el Nasdaq 100, el S&P 500, así como otros índices centrados en la tecnología. Por lo tanto, es necesario tomar conciencia sobre la importancia de la diversificación y saber que la inclusión de valores de IA fuera del grupo de las grandes tecnológicas, proporciona un impulso al crecimiento del sector y ayuda a beneficiarnos de dicho crecimiento. 

Y para evitar riesgos como el de obsolescencia tecnológica (cuando las tecnologías punteras de hoy, se vuelven obsoletas mañana), o evitar también la ardua tarea de tener que buscar las próximas tendencias tecnológicas y las empresas implicadas directa o indirectamente en esas tecnologías con suficiente potencial de desarrollo a largo plazo, lo más recomendable sería dejar nuestra inversión en manos de expertos, y que sean ellos quienes lleven a cabo todo ese análisis sectorial. 


ARK Artificial Intelligence & Robotics UCITS ETF 


Buscando un vehículo de inversión que apostase por tecnologías de vanguardia, en esta ocasión decidí asumir el riesgo de seleccionar este Fondo Cotizado (Exchange Traded Funds) de gestión activa cuya fecha de inicio de cotización data del 12 de Abril de 2024; porque si bien carece de un amplio historial para conocer su trayectoria, persigue una política de inversión cuya lógica está bien fundamentada, y que paso a detallarte. 

El ETF ARK Artificial Intelligence & Robotics UCITS busca invertir en empresas involucradas en inteligencia artificial, tecnología autónoma y robótica. Se trata de empresas de las que se espera que se centren y se beneficien del desarrollo de nuevos productos o servicios, mejoras tecnológicas y avances en la investigación científica relacionados, entre otras cosas, con la innovación disruptiva en inteligencia artificial, automatización y fabricación, transporte, energía y materiales. Tiene como objetivo la exposición temática de capitalización múltiple a elementos de innovación, incluidos dispositivos inteligentes, redes neuronales, movilidad autónoma y robótica adaptativa. A su vez proporciona una alternativa de menor costo a los fondos mutuos, con una verdadera gestión activa en un fondo cotizado en bolsa (ETF) que invierte en temáticas muy dinámicas. 

Este vehículo de inversión está gestionado por ARK Investment Management LLC, y se centra en empresas que se espera resulten beneficiadas del desarrollo de nuevos productos o servicios, mejoras tecnológicas y avances en la investigación científica relacionados, entre otras cosas, con la innovación disruptiva en inteligencia artificial, automatización y fabricación, transporte, energía y materiales. 

Ejemplo de ello podría ser el de la «pila de IA» global; una combinación de herramientas, bibliotecas y soluciones aprovechadas para crear aplicaciones con capacidades para generar ideas y nuevos contenidos, a lo que se le denomina IA generativa. Esta «pila de IA» global tiene la siguiente composición: 

Infraestructura como servicio: empresas que proporcionan el hardware y la computación, fundamentales para el desarrollo y el despliegue de la IA como por ejemplo Nvidia, AWS, Google Cloud, Azure. 

Plataforma y software de infraestructura: empresas que se centran en herramientas y sistemas que los desarrolladores utilizan para crear, desplegar y mantener aplicaciones de IA, como por ejemplo Palantir, Crowdstrike, Datadog, PagerDuty. Este segmento es el de más rápido crecimiento dentro de la pila de IA, pero a menudo es al que los inversores están menos expuestos. Es uno de los mayores subsectores de este fondo. 

Software como servicio: empresas que ofrecen aplicaciones de software a través de Internet, como por ejemplo Salesforce. 

Este Fondo Cotizado o ETF de gestión activa de renta variable del sector tecnológico, presenta un riesgo de 6 puntos en la escala del 1 al 7.



Otra de las ventajas es que los costes de este producto son mucho más reducidos que los de un Fondo tradicional no cotizado; por lo que puedes ver el resumen de los gastos del Fondo en el siguiente cuadro:



El ARK Artificial Intelligence & Robotics UCITS ETF utiliza el MSCI World NR como índice de referencia para medir su rentabilidad, aunque como ya adelanté, la trayectoria del ETF es aún muy corta como para realizar una comparación. No obstante, puedes ver la evolución de su cotización a lo largo de su breve trayectoria en el siguiente gráfico:



En cuanto a la composición de su cartera, puedes ver las diez principales posiciones a continuación:



Pero si quieres profundizar el análisis de los datos del Fondo, puedes hacerlo a través del siguiente enlace: https://europe.ark-funds.com/funds/active-etfs/artificial-intelligence-robotics/ 

Y recuerda que siempre es aconsejable consultar con un asesor financiero de confianza, antes de tomar cualquier decisión de inversión; porque como bien sabes, en este oficio cualquier recaudo que se tome siempre será bienvenido. 
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  1. #1
    19/09/24 20:53
    Un artículo que refleja claramente las tendencias futuras de los mercados financieros. Indudablemente la tecnología y, en especial la IA marcarán la próxima revolución tecnológica que no acaba más que empezar. Hay un gran potencial de crecimiento y como, tú bien comentas en el artículo no sólo se centra en las siete empresas más grandes. Sin duda el ETF ARK Artificial Intelligence Robotics es un producto que yo incorporaré a mí cartera y que todo apunta a que será muy prometedor en los próximos años.