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Después de las últimas reuniones de los dos grandes bancos centrales como la Reserva Federal de EE.UU. y el Banco Central Europeo, el mercado financiero ya no se plantea si este año bajarán o no los tipos de interés, sino en qué momento del año lo harán. El consenso de la mayoría de los analistas e inversores institucionales es que en Marzo bajará los tipos de interés la Fed, y al mes siguiente lo haría el BCE. 

¿Y por qué están tan seguros de que los tipos de interés comenzarán a reducirse durante la primera mitad de este año? 

Solo basta con echarle un vistazo a la evolución de los tipos de interés durante los últimos 24 meses, para darnos cuenta cuáles son las expectativas de los bancos centrales sobre la situación macroeconómica.


 
Como se puede observar, desde la reunión del pasado 26 de Julio de 2023, la Fed mantiene el tipo de interés en el 5,50% durante cuatro reuniones consecutivas; mientras que el BCE mantiene el tipo de interés en el 4,50% desde su reunión del pasado 14 de Septiembre de 2023, durante tres reuniones consecutivas. 

Uno de los motivos por los cuales se espera que ambos bancos centrales reduzcan los tipos de interés a partir del primer semestre de este año, es porque aparentemente la inflación en ambos lados del Atlántico podría haber llegado a su punto máximo, y se podría dar por controlada. No podemos olvidar que ésta ha sido la causante de que los tipos de interés subieran durante año y medio aproximadamente. 

Por otro lado, si se continúa por la senda alcista de tipos de interés o incluso se mantienen los tipos en los niveles actuales, una posible recesión podría estar a la vuelta de la esquina, dado que al encarecerse la financiación por los elevados tipos de interés se estancaría la actividad económica y se reduciría el crecimiento económico; lo que entre otras consecuencias se traduciría en mayores tasas de desempleo, menor inversión empresarial, y contracción de la demanda. 

Y si bien aún no se han anunciado esas bajadas de tipos por parte de los bancos centrales, al menos desde hace ya unos meses, no los han vuelto a subir; lo que es un primer paso… 

Aun así, el pasado Jueves 11 de Enero de 2024 en una entrevista al canal France 2, Christine Lagarde indicó que “los tipos no van a seguir subiendo”, y también afirmó que “si ganamos la batalla de la inflación, los tipos van a empezar a bajar”. 

Pero si bien ya podemos hacernos una idea de lo que esperar para los tipos de interés en los próximos meses, si estás invertido en renta fija o renta variable, ya sea de forma directa (ej. Bonos, Letras del Tesoro, acciones, etc.) o indirecta (ej.: Fondos de Inversión), o incluso si estás pensando en invertir en alguno de estos mercados, probablemente te puedas preguntar: ¿Cómo afectan las variaciones de los tipos de interés a la renta variable y a la renta fija? 

A la hora de invertir tanto en renta variable como en renta fija, es muy importante conocer la respuesta a esa pregunta; dado que comprendiendo las repercusiones que pueden tener los movimientos de tipos de interés sobre los mercados financieros, seguramente estarás en condiciones de tomar mejores decisiones de inversión, y anticiparte a los movimientos del mercado.  
 

La política monetaria y la renta variable 


Una política monetaria expansiva es la que aplica un Banco Central, cuando incrementa la cantidad de dinero (expansión cuantitativa) o reduce los tipos de interés, a fin de dinamizar la economía. Lo que se suele buscar con la aplicación de este tipo de política monetaria, es generar un crecimiento económico, estimular la demanda agregada, o reducir la tasa de desempleo entre otras motivaciones. ¿Y por qué al reducirse el tipo de interés, se genera un incremento en el consumo? Básicamente porque al reducirse los tipos de interés, se reduce el coste de la financiación y se desalienta/penaliza el ahorro. 

Por lo tanto, al reducirse los tipos de interés e incrementarse la demanda de bienes y servicios, se incrementan las ventas y como consecuencia de ello, los beneficios empresariales; lo que generará una subida en las cotizaciones de sus acciones y la renta variable en general. 

Efecto contrario surtirá la aplicación de una política monetaria contractiva, al subir los tipos de interés. Eso encarecería el crédito, afectando directamente al consumo y a las ventas y beneficios empresariales; lo que produciría una caída en las cotizaciones de la renta variable, incrementaría la tasa de desempleo, y estimularía el ahorro. 

Con la aplicación de una política monetaria contractiva, entre otros efectos, principalmente se busca reducir la tasa de inflación. Y esa es justamente la política monetaria que han estado aplicando los bancos centrales hasta ahora. 

Entonces, a modo de resumen: cuando se reducen los tipos de interés, las cotizaciones de la renta variable suben; y cuando se incrementan los tipos de interés, caen las cotizaciones de la renta variable. 

Cabe aclarar que esta es una regla muy simplista y solo a efectos didácticos, dado que no siempre tiene que cumplirse esa regla, y entre medias, influyen múltiples variables. 
 

La política monetaria y la renta fija 

 
El análisis de la renta fija suele resultar algo más complejo que el de la renta variable, dado que aquí entran en juego factores adicionales como la duración o el plazo, si se trata de renta fija privada o renta fija pública, entre otras variables. 

Pero para comprender los efectos que generan los movimientos de los tipos de interés en la renta fija, previamente es necesario aclarar ciertos aspectos. 

Los títulos de renta fija son emisiones de deuda que realizan entidades, instituciones u organismos, para poder financiarse. Por lo tanto, cada vez que invertimos en renta fija, lo que estamos haciendo es prestándole dinero al emisor del título (ej. Bono, Letra del Tesoro, Pagaré, Obligación, etc.) que adquirimos. 

Tanto los Estados como las empresas necesitan financiarse, por lo que si un título de deuda es emitido por el Estado, éste será un título de renta fija pública; mientras que si el título de deuda es emitido por una entidad privada, se trataría de un título de renta fija privada. 

A su vez, las necesidades de financiación pueden ser a corto o a largo plazo. Si por ejemplo lo que se necesita es pagar a los proveedores, o pagar las nóminas de los funcionarios, estaríamos ante unas necesidades de financiación a corto plazo. En renta fija, el corto plazo suele estar comprendido entre los tres y los dieciocho meses aproximadamente. 

Si tenemos en cuenta que la aplicación de una política monetaria contractiva/restrictiva consiste en subir los tipos de interés, y de esa forma se consigue un encarecimiento de la financiación, una subida de tipos de interés también encarecerá la financiación del Estado o de las corporaciones privadas. Por lo tanto, en un entorno de constantes subidas de tipos como el que hemos estado viviendo durante el último año y medio, las nuevas emisiones de títulos de deuda que realicen los emisores (tanto públicos como privados) cada vez les resultarán más costosas, pero más rentables para aquellos que adquieran esos títulos de deuda. 

Habiendo aclarado estos aspectos, si volvemos a revisar los anteriores gráficos de evolución de los tipos de interés tras las reuniones de los bancos centrales, y a su vez tenemos en cuenta las expectativas de los mercados financieros, todo indica que más temprano que tarde, las curvas de las gráficas anteriores que actualmente se encuentran en una especie de meseta, empezarán a caer debido a las bajadas de tipos de interés. 

Es por ello, que no me sorprendería que a estas alturas te preguntases: ¿entonces es buen momento todavía para invertir en renta fija, o ya se me pasó el tren? 

Previendo que podrías hacerte ese planteamiento, a continuación paso a responderte. 


¿Por qué es buen momento aún para invertir en renta fija? 

 
Es importante tener en cuenta, que los mercados financieros se mueven según las expectativas de los inversores. Si aquellos que están invertidos en renta fija, consideran que los tipos de interés van a bajar, venderán sus títulos de renta fija provocando así una caída en las cotizaciones de los bonos, obligaciones, y demás títulos de deuda. Pero independientemente de las cotizaciones que alcancen estos activos en los mercados secundarios, cabe recordar que los intereses que abonan periódicamente no varían, ya que se calculan sobre su valor nominal; es por eso que se les denomina activos de “renta fija”. Por lo tanto, si se invierte en títulos de recientes emisiones (ej. Bono del Tesoro español a 5 años, al 2,628% anual según emisión del 04/01/2024), los intereses que éstos devengan seguramente serán aún muy atractivos; y mucho más lo serán las rentabilidades que se obtengan si esos títulos se adquieren a un precio por debajo de su valor nominal/inicial. En otras palabras, la rentabilidad que obtienes al invertir en un activo de renta fija se incrementa, cuando su precio disminuye. Y probablemente las rentabilidades de los activos de renta fija, aún tengan un recorrido al alza. 

Esta misma opinión comparten los gestores de Tikehau Capital, entidad gestora de Fondos de Inversión de origen francés, compuesta por un equipo de 19 analistas de crédito. 

En una entrevista reciente (del 11/12/2023) de RankiaPro a su Director de Ventas Christian Rouquerol, haciendo referencia a la renta fija éste llegó a mencionar que “las rentabilidades a largo plazo han subido con fuerza alcanzando máximos desde 2007 en Estados Unidos y 2011 en Europa. Y aunque la subida puede no haber terminado, la oportunidad de tomar posiciones a los niveles actuales parece propicia”

Coincidiendo con la opinión de los gestores de Tikehau Capital, aproveché para buscar entre sus propuestas de inversión, alguna alternativa que se ajuste a la actual situación de los mercados de deuda, y me resultó muy interesante la que te comparto a continuación. 
 

Fondo de Inversión TIKEHAU 2029 


Este nuevo fondo de renta fija se lanzó el 23 de Noviembre de 2023, y es el sexto de esa categoría que lanza la gestora desde el año 2011. 

Es importante destacar que solo invierte en bonos de emisores públicos y privados que han sido clasificados como Investment Grade. En su nombre se hace mención al año 2029, porque este será el año de su vencimiento, y porque la mayoría de los bonos que mantiene en cartera también tienen dicho vencimiento; dado que como máximo, pueden alcanzar un vencimiento residual de hasta 6 meses. No obstante, se podrá invertir o vender participaciones del fondo durante toda su vida útil, ¡y sin abonar comisiones de entrada o salida! 

Aún así, desde la gestora recomiendan mantener la inversión en el fondo hasta el 31 de Diciembre de 2029, fecha en que éste alcanzaría su vencimiento. 

Con este fondo se ha querido también aprovechar la exposición al sector financiero, dado que desde la gestora consideran que este sector continúa ofreciendo una atractiva relación riesgo-rentabilidad, teniendo en cuenta la calidad de los resultados alcanzados durante varios trimestres, y los tranquilizadores test de estrés realizados por la Autoridad Bancaria Europea. 

Dentro de sus posibilidades, el fondo también puede invertir hasta un 25% de sus activos netos en emisiones de deuda especulativa categorizada high yield, siempre que los emisores inicialmente hayan sido clasificados como Investment Grade. 

Al ser un fondo de renta fija, el riesgo que se asume es reducido, situándose en un dos dentro de la escala del uno al siete, donde siete es el nivel más elevado de riesgo.



Este fondo presenta diferentes clases, que puedes ver en la siguiente Tabla:



Cabe aclarar que las clases F-Acc-USD-H, F-Dis-USD-H y F-Acc-CHF-H, están destinadas a inversores que inviertan a través del servicio de gestión discrecional de carteras (GDC). 

En cuanto a rentabilidades históricas, es muy prematuro analizarlas dado que como bien indiqué al principio, se trata de un fondo de reciente creación. 

No obstante, su objetivo es lograr una rentabilidad anualizada, deducidos los gastos de gestión, de al menos un 3,9% durante un horizonte de inversión mínimo de 6 años. 

Es importante destacar que los fondos de renta fija a vencimiento -también conocidos como fondos con plazo definido, o fondos con vencimiento fijo-, permiten conocer de antemano su rentabilidad objetivo (que no es asegurada), debido a que su estrategia de inversión consiste en armar una cartera de bonos cuyos cupones (intereses que paga el bono) se conocen desde el momento en que se adquieren estos títulos de renta fija, y la suma de dichos cupones constituirá la mayor parte de la rentabilidad ofrecida por el fondo. 

Como dato adicional, te cuento que la gestión del fondo está a cargo de Laurent Calvet, quien lleva más de diez años en la gestora, y cuyo perfil puedes consultar en LinkedIn.

No obstante, para mayor información sobre las características de este vehículo de inversión, puedes consultar en TIKEHAU CAPITAL.

Y si lo que deseas es ver su ficha técnica, puedes acceder directamente al siguiente enlace:  Ficha Técnica.

Si bien este fondo podría resultarte una opción adecuada en caso de no estar por la labor de asumir mucho riesgo sobre tus inversiones, igualmente te sugiero que amplíes información sobre su política de inversión y funcionamiento, antes de tomar cualquier decisión de inversión. 

Y hasta aquí, esta ha sido mi pequeña contribución al análisis inicial de este fondo, el cual podrás continuar y añadirle la exhaustividad que necesites a fin de conocer mayores detalles. 

Será entonces hasta la próxima semana, en la que volveremos a encontrarnos para buscar más alternativas de inversión. 

Un saludo, buen negocio, ¡y que tengas una buena semana! 
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