Estos de Simyo son muy desastrillo. Yo contraté con ellos en la página web y tras esperar tres semanas el SIM, resultó que no me habían dado de alta correctamente y el operador me dijo que tenía que empezar de nuevo desde cero con otro número. Pasé de ellos y contraté Pepephone. Curiosamente y a pesar de no haber estado dado de alta ni haber recibido el SIM, todos los meses recibo un e-mail indicándome que mi factura de Simyo está disponible en la web. Lo dicho, un desastre. Si te va bien con ellos fenomenal, pero como tengas un problema, agárrate que vienen curvas.
Yo les he comprado a los de Redcoon una cámara de fotos y una de video y me ha ido bien con ellos. La cámara de fotos no era para el mercado español y tuve que bajarme el manual de internet.
Aún así para una tele yo no compraría por internet. Son cacharros frágiles y en las compras por internet, más te vale que lo que compras no te dé problemas. Si llega con cualquier historia, rayajo o lo que sea, te lo comes.
Lamentable, pero es hacia lo que nos dirigimos. Hace ya quince años, cuando llegué a USA me llamó la atención que el corte de pelo era malo y relativamente caro. En España el corte de pelo oscilaba más en precio, pero su calidad era en general mucho mayor. Últimamente, en España el corte de pelo subía de precio, hasta costar de 15 a 25 €, pero la presión por competencia se hacía notar. La aparición de las cadenas de peluquería presagiaba que iba a pasar como con los dentistas. Primero se segmenta el mercado, peluquerías de cadena y tradicionales. Después la presión a la baja en los precios cuyos recortes recaen sobre los peluqueros, gente joven que trabaja a destajo y con instrumental propio, elimina a las peluquerías tradicionales a pesar de su mejor calidad, dejando solo a la gama más alta. Finalmente veremos como los precios de peluquerías de cadenas suben al no haber competencia, mientras que la calidad del corte sigue siendo mala.
Creo que le llaman progreso (pagar más por menos).
Ya bueno, pero entonces la tarifa plana sería realmente plana y se les jodería el negocio de cobrarte dos veces por lo mismo.
Francamente no tengo muchas esperanzas de que ningún gobierno de este país apruebe una ley que perjudique a Telefónica y beneficie a millones de personas. Iría en contra de como funcionan las cosas en este país.
Pues yo animo desde aquí a jugar todo lo posible a la lotería nacional, tanto como puedan. Incluso grandes cantidades de dinero. Aparte de poder hacerse millonarios están pagando una parte de los impuestos del estado nada desdeñable. Si no jugaran, sin lugar a dudas nos subirían los impuestos y me tocaría pagar más a mí. Así que por favor: «Jugad, malditos, jugad»
Tienes más razón que un santo para algunos matrimonios. Yo no pude llevar una contabilidad decente hasta que me divorcié. La solución sin pasar por el divorcio se llama separación de bienes y yo se lo recomiendo a todo el mundo. Una cuenta común a la que cada uno aporta y donde todo se paga con tarjeta o domiciliación, y que cada uno gestione el resto como le parezca. La ventaja es que en ese caso la ruina de uno no conlleva que arrastre al otro.
Son aplicaciones de contabilidad doméstica.
La contabilidad, algo absolutamente esencial en cualquier empresa o negocio, también puede ser de gran ayuda en la economía doméstica o personal. La contabilidad bien llevada te permite contestar con exactitud a las siguientes preguntas:
- ¿En qué me gasto el dinero?
- ¿Cómo puedo ahorrar más?
- ¿En qué puedo reducir gastos?
También puede ayudarte a predecir cuando se van a producir los gastos periódicos, para evitar descubiertos, establecer partidas de ahorro para las vacaciones u otros gastos, controlar los movimientos de las cuentas o la rentabilidad de la cartera de acciones. Incluso ayudarte con la declaración de impuestos, llevando control de qué gastos son deducibles y cuales no.
En definitiva, nada que no se haya hecho con papel y boli desde que se inventaron, el dinero, el papel y el boli. Hacerlo en el ordenador es más cómodo, sobre todo desde que controlamos nuestras cuentas también en el ordenador.
Hay muchos programas, desde muy sencillos a muy complicados. Quizá el más conocido sea el Quicken de Intuit. Yo uso uno mucho más sencillo que se adecúa a mi estilo de contabilidad, para el Mac llamado iBank.
Para que estos programas te sirvan te tienes que disciplinar a apuntar los gastos con mucha frecuencia, con mi memoria cada dos o tres días. Yo antes no apuntaba nada, gastaba con una cierta mesura, y aún así más a menudo de lo que querría terminaba en números rojos. Desde que llevo contabilidad no me pasa. Cuando veo que mis gastos de salidas a cenar, copas, etc suben, echo el freno.
La contabilidad doméstica no es para todo el mundo, pero a algunas personas nos resulta muy útil.