Queda claro que al banco le da igual venderte hoy un seguro y mañana un viaje a Cuba. Y efectivamente hoy dan al chico de la caja un curso de seguros, y mañana otro con todos los hoteles de 5* en los que el cliente puede hospedarse en su maravilloso viaje ofertado por el banco. El problema no es ese, el problema ya no es saber más o menos.
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En los seguros con los bancos tenemos varios problemas con los que he ido encontrándome:
1) La poca implicación, por no decir nula, a la hora de ayudar a la tramitación de siniestros. Los agentes y corredores estamos dentro de la compañía. No invitamos a nuestros clientes a dar paseos hacia otras oficinas o exclusivamente al 902. Somos nosotros y tenemos nuestros y mas y nuestros menos con las decisiones de los compañeros del 902, no me quiero ni imaginar lo que puede entender un cliente nervioso. Nosotros en caso de desacuerdo con el teléfono de asistencia, tratamos el tema con el tramitador (que no son los mismos del 902).
2) Si un cliente con un seguro de subsidio de baja por enfermedad debe enviar por FAX un informe a la central, soy yo el que se acerca a su casa a recoger el papel. No se le dice que coja sus muletas y venga a nuestra oficina para que se le pueda tramitar el siniestro.
3) Quienes estamos en esto valoramos cada una de las pólizas que hacemos, simplemente porque es nuestro trabajo, no es un plus adicional. Por ello nos preocupamos de que las pólizas sean tal y como deben ser. Me gusta hacer ver al cliente que valore lo que tiene, y no ser yo el que venda la póliza más barata o más cara según sean mis intereses ese día.
4) No se en otras compañías; pero en la que yo trabajo, a los clientes se les envía dos veces los recibos al banco en caso de ser este devuelto. Y si con el segundo ocurre lo mismo, se envía una carta con varias cuentas en las que puede abonar el recibo. Todo sin cobrar unos intereses abusivos como he llegado a ver en pólizas hechas con el banco.
5) Nuestro horario de atención no es el de un banco. Si a un cliente hay que visitarle un domingo por la tarde, se hace. Y si por urgencia hay que entregar una póliza a las 10 de la noche, se entrega.