El PP promete una reforma del BdE para evitar retribuciones "inadmisibles" en la banca
El gobierno de Mariano Rajoy acometerá, como una de sus primeras medidas “inaplazables”, una “profunda reforma” del Banco de España que garantice la transparencia y el buen gobierno de las entidades financieras. Así lo ha anunciado esta mañana en un multitudinario desayuno convocado por Europa Press la portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, en quién muchos ven ya a la futura vicepresidenta primera de un eventual gobierno popular.
Según ha explicado Sáenz de Santamaría, urge modificar esta institución reforzando sus competencias para que sea un revisor eficaz, profesional y formado por consejeros técnicos con una cualificación y consideración similar a los de Hacienda. Y también para evitar que un cargo político vinculado al gobierno de turno pueda convertirse, de una día para otro, en máximo rector del órgano. “No se puede pasar de secretario de Estado a gobernador del supervisor bancario”, ha remarcado en alusión al propio Miguel Ángel Fernández Ordóñez.
Una propuesta que, tal y como ha sido formulada por el PP, acaba con cualquier posibilidad de que el popular Cristóbal Montoro pueda convertirse en el próximo sucesor de MAFO y que despejaría su camino hacia una cartera de índole económica en el equipo de Rajoy.
Para el PP, se trata de que el BdE controle de forma efectiva que allá donde el Estado aporte recursos públicos para sanear cajas en apuros se asegure un “comportamiento ético” por parte de los directivos de esas mismas entidades. Una función que Fernández Ordóñez ha eludido llevar a cabo para presentarse ahora, según Sáenz de Santamaría, como “mero comentarista de la jugada”. “No puede limitarse a decir que la situación de la CAM es lo peor de lo peor. Está para algo más que para comentar la jugada”, ha denunciado. Y ha advertido que la responsabilidad de MAFO y del Ministerio de Economía consiste en buscar los mecanismos necesarios para impedir que esos directivos no cobren o incluso reintegren las “inadmisibles” indemnizaciones millonarias que han obtenido.
Durante su intervención, la dirigente 'popular' ha recordado que la función del supervisor es la fijar la disciplina y la intervención y ha apuntado que es imprescindible reforzar la credibilidad de los organismos reguladores y supervisores, incluido el Banco de España, con una elección de sus responsables en base a criterios técnicos para reforzar su profesionalidad e independencia.
En esta línea, la dirigente 'popular' también ha avanzado que el PP mantiene su intención de reformar las administraciones públicas, empezando por la central, con una reducción del 25% de altos cargos y del 50% de personal eventual.