Artur Mas: "Me preocupa el futuro de Barcelona con Ada Colau"
El president de la Generalitat: "No me voy, si gano seguiré liderando el proceso" | "Nada lo hace óptimo en este momento, pero es el único camino; es mejor que nada" | "Los países siempre están divididos, no me da miedo mientras haya sentido democrático"
Usted dijo que sin Barcelona el proyecto soberanista estaba tocado. ¿Después del domingo lo sigue pensando?
Si, claramente. Creo que puede ser un paso atrás. A menos que el nuevo gobierno municipal corrija sus indefiniciones y ambigüedades mantenidas hasta ahora. Y por lo tanto, yo no digo que sea definitivamente un paso atrás, pero lo puede ser según qué decisiones tome el equipo de gobierno municipal.
¿Por norma, en Barcelona, tiene que gobernar la lista más votada en las elecciones?
¿A quién le pregunta usted eso? ¿A alguien que puede influir? No, a alguien que ya ha pasado por estas horcas caudinas. ¡Dos veces! Por lo tanto, a mí me hacen mucha gracia aquellos que ahora dicen que sería inmoral y un fraude de ley hacer una mayoría alternativa. Son los mismos que lo hicieron en el pasado. Porque, si no recuerdo mal, dentro de la candidatura de la señora Colau están los de Iniciativa per Catalunya y los de EUiA. ¿Y estos no hicieron dos tripartitos en la Generalitat en contra de la lista más votada? Entonces no dijeron que era un fraude de ley y una inmoralidad. Defendieron que era perfectamente legal, que eso eran las reglas del juego. Me subleva que algunos quieran erigirse siempre en los jueces eternos de la moralidad.
¿Pero está preocupado o no por el futuro de la capital catalana?
Si, estoy preocupado por el futuro de Barcelona. Estoy preocupado por la capacidad que habrá en esta ciudad que lleva un gran impulso y que ha conseguido un prestigio excepcional. Y que es la gran tarjeta de presentación de Catalunya en el mundo, aparte de un motor económico importantísimo. Estoy preocupado por la capacidad que habrá para gobernar esta ciudad con eficacia, con rigor e incluso con sensibilidad.
¿A qué atribuiría la victoria de Ada Colau?
Principalmente a tres factores. Uno, que creo que es el más importante, es la bajada del voto socialista. Llegó a tener 21 concejales con Pasqual Maragall de alcalde. En este momento tiene cuatro. Entonces la pregunta es: ¿dónde están los concejales que han perdido? Evidentemente nuestro handicap y seguramente nuestro error es no haber sido capaces (y aquí está la segunda explicación) de atraer a una parte de estos electores tradicionales del Partido Socialista que ahora ya no les votan. Hay también un tercer factor: se demuestra que la división de fuerzas soberanistas puede comportar que un tercero acabe al frente de unas elecciones, lo que es una gran paradoja y una gran contradicción. Convergència y Unió baja, Esquerra sube, conclusión: Ada Colau, alcaldesa.
Colau ha acusado a su partido de mafiosos.
No sólo habla de la mafia, sino que nos llama ladrones. Y yo me pregunto, cuando a una persona le llamas mafioso y ladrón, debes tener que probar alguna cosa, porque sino..., es la santa inquisición. Que era santa e inquisición. Funcionaba así, decía: “Este no me gusta, ahora lo señalaré con el dedo y después a la pira funeraria”. Me recuerda un poco aquellos métodos. Ahora no hay pira funeraria, pero soy yo el que lo juzgo con esta superioridad moral que muchas veces se exhibe y que a menudo tiene poco fundamento.
¿Se lo toma como un ataque personal?
Como ya llevo mucha mili con eso de la política, ya tengo la piel mucho más dura. Y por lo tanto me influye relativamente poco. Pero no estoy dispuesto a que se nos digan según qué cosas de esta manera, y menos que se me difame a mí personalmente. Este lenguaje condiciona la relación personal siempre. Y la relación personal en política también tiene su importancia.
¿Les ha hecho daño el caso Pujol?
Ha hecho daño, sí, sin ambages. Es uno de los factores que nos han perjudicado, eso es evidente, no digo que sea lo único. También hemos tenido que afrontar una crisis económica durísima, sin precedentes; un paro desbocado, sin precedentes; el empobrecimiento de muchas personas y familias, sin precedentes en los últimos treinta años. Hemos tenido que gestionar la asfixia a que nos somete el Estado español desde el punto de vista financiero, los recortes... Todo eso lo pones en la coctelera, lo remueves, y el cóctel es explosivo. Precisamente por eso defiendo que nuestro resultado, no en Barcelona, pero sí en muchos lugares de Catalunya, ha sido lo bastante digno porque hemos quedado por segunda vez consecutiva primera fuerza política del país en número de votos en unas elecciones municipales, ampliando la distancia sobre el segundo, que es el PSC.
¿A qué responde la presencia de nuevas fuerzas políticas, a la caducidad de los partidos tradicionales o a la aparición de populismo de nuevo formato?
Estamos ante una fragmentación del mapa político en todo el Estado español y en buena parte de Europa, sobre todo en el sur, pero también en el norte. En el Reino Unido no: allí, con el 36% de los votos, David Cameron tiene mayoría absoluta. Y yo el año 2010, con el 38% de los votos, prácticamente me quedé a seis diputados de la mayoría absoluta. Son sistemas electorales muy diferentes. Ahora imaginemos que hubiera habido en el sistema electoral municipal español segunda vuelta en las elecciones municipales. Probablemente, Trias sería alcalde y no Ada Colau. Pero tenemos un sistema en el que tú puedes ser alcalde o alcaldesa de Barcelona con 11 concejales sobre, 41 como es el caso. Esta fragmentación se observa también en países como Finlandia, Holanda, Dinamarca..., pero tienen una gran cultura de la coalición, del acuerdo.
Y aquí no.
Efectivamente. Ahora resulta que la gran aportación de Pablo Iglesias para pactar con el PSOE es: yo haré acuerdos, pero no quiero cargos. Eso es Pujol en estado puro. Jordi Pujol lo hizo durante veinte años. Se hartó de hacer pactos y no tuvo cargos en Madrid. Es lo mismo que propone Pablo Iglesias y parece que sea nuevo.
¿Qué piensa de Podemos? ¿Puede truncar el proceso, puede hacerlo más difícil?
Es un nuevo actor que, en la medida en que sea decisivo en el Parlament de Catalunya, o cambian mucho, o debilita el proceso soberanista catalán, claramente. Es así, nos guste o no. Desde el punto de vista del gran cuestionamiento del statu quo que es el proyecto soberanista, en este sentido, Podemos es más reaccionario que progresista. Dicho de otra manera, es mucho más rompedor el 9-N que determinados discursos inflamados que estamos oyendo.
Ha dicho que la relación personal en política tiene su importancia, ¿como va con Oriol Junqueras?
Va. E la nave va. No ha habido ninguna alteración del buen camino que estamos siguiendo juntos. Ahora veremos, de aquí a septiembre, cómo acaban realmente las cosas. Pero en principio tiene que haber concordia.
¿Cuál sería el suelo mínimo para continuar al frente, en su caso concreto?
El concepto es ganar.
¿Y si gana usted, continúa?
Si gano, tengo que continuar. Si me presento para liderar un país y un proceso y salimos adelante en las condiciones actuales, a pesar del cóctel explosivo del que antes hablaba, pues evidentemente lo que no puedo hacer entonces es decir que me voy. No tiene ningún sentido. Si la gente de Catalunya decide que eso tiene que cambiar de manos, pues yo no seré un obstáculo. Siempre lo dije y lo repito. Para mí será un norte de actuación permanente. Yo estoy mientras forme parte de la solución. Y me voy cuando forme parte del problema. A criterio de algunos, ya formo parte del problema, pero todavía no sé si son mayoría o no los que piensan así. Pero eso lo tiene que refrendar la gente en las urnas.
http://www.lavanguardia.com/politica/20150531/54431987463/artur-mas-preocupa-futuro-barcelona-colau.html
El President señalando el horizonte como Colón