Claúsula resolutoria
Si se deja de pagar una vivienda que ya tiene hipoteca, el procedimiento es muy sencillo: ejecución hipotecaria.
Si no tiene hipoteca el procedimiento es otro; tendrá una claúsula resolutoria por la que el vendedor puede rescindir el contrato. El problema viene con las cantidades que ya ha pagado el comprador.
Veamos un ejemplo. Un promotor vende un piso sobre el papel, y el comprador le paga el 20% en efectivo o en letras con vencimientos mensuales en los 15 meses que va a durar la obra y hasta que se le entreguen las llaves y se subrogue en la hipoteca. Las letras son igual que el dinero, pues el promotor puede descontarlas.
Después de unos meses, el comprador quiere rescindir el contrato y le pide al promotor que le devuelva el dinero. Lo normal es que lleguen a un acuerdo.
Pero no llegan a un acuerdo y el promotor se niega a devolverle nada, alegando que en la claúsula resolutoria ponía: "en caso de rescisión de este contrato, el comprador pierde todas las cantidades pagadas".
Primero. El promotor se expone a que le rompan la cara.
Segundo. El promotor se expone a que el comprador le arme un escándalo delante de otros clientes y a que se difunda la noticia por el barrio, en cuyo caso, el promotor puede salir muy perjudicado y puede hasta tener que cerrar la oficina, pues ya nadie le va a comprar y se van a presentar todos a que les devuelva su dinero.
Tercero. El comprador recurre a un Juzgado, en cuyo caso ningún juez va a permitir que pierda todo lo que ha entregado por mucho que lo diga la claúsula resolutoria. En este caso, el perjuicio que le ha causado al promotor es mínimo: tan sólo el timbre de las letras. Pues lo normal es que el juez diga que el comprador debe pagar el coste de las letras e indemnizar al promotor con el 30% delas cantidades pagadas, como máximo. El resto se lo devuelve el promotor.
Si hubiese estado viviendo en el piso (que no tenía hipoteca) lo normal sería considerar que pagase el equivalente a un alquiler y la indemnización del 30%. El resto se le devolvería.
Así funciona esto en la realidad, aunque a algún financiero de salón le de por decir que el comprador pierde todo. Cómo él sólo hace especulaciones teóricas (como un torero de salón) pero nunca ha bajado al ruedo de la realidad a enfrentarse con el toro, pues no sabe como funciona esto.
Por otra parte, tengo que decir que no creo que queden promotores tan sinvergüenzas para intentar abusar así de la gente. A él no le causa ningún problema grave, pues puede vender el piso a otra persona.