Si su
cartera la componen bonos pues habrá que valorarlo por lo que tiene dentro.
Error. Y de los grandes. Los fondos no se pueden evaluar ni por lo que "tienen dentro" ni por el rendimiento pasado. Estos dos factores, el primero siempre desfasado e incompleto y el segundo dependiente de las circunstancias del pasado (que no se repetirán en el futuro), son muy secundarios respecto a filosofía de inversión, consistencia del proceso, costes y solvencia del equipo gestor en el caso de los fondos activos. Los fondos no son acciones, ni bonos, ni derivados, aunque los lleven.
Intentar decidir sobre algo para el futuro a partir de información incompleta sobre el pasado puede parecer muy tentador, pero no es útil. Para decidir sobre la bondad o no de un fondo para una cartera es necesario fijarse en cómo invierte en lo que invierte. Algo que requiere de un esfuerzo mayor que consultar cuatro números de un listado. MS, por ejemplo, emplea una aproximación que llama "Los cinco pilares", pero que deja fuera necesariamente el encaje en la cartera de cada cual.
Usando un símil de Fórmula 1: no se debería decidir apostar por un coche determinado a principio de temporada en función solo de la ficha técnica del coche justo antes de la primera carrera, sino en función del equipo tras el coche, que irá modificándolo a lo largo de la temporada, y, muy importante, del piloto (en los fondos indexados sería un piloto automático).