Vanguard pone un pie en Europa tras recibir luz verde para listar 5 ETF en Irlanda
Desembarco en Europa de Vanguard, el tercer proveedor de ETF más grande en EEUU, era un secreto a voces, retrasado por los trámites regulatorios. Hace meses, ya intentó aterrizar en el Viejo Continente, planes que se han materializado ahora con la luz verde que acaba de dar el Banco Central de Irlanda a la gestora para el listado de cinco de sus ETF en Dublín. Con ello, la entidad ya ha puesto un pie dentro del mercado europeo, aunque aún espera la confirmación de la FSA, el supervisor británico, para listar la misma gama de productos en Reino Unido.
La gama de ETF incluye fondos que utilizan un modelo de réplica física para seguir el FTSE 100, el S&P 500, el FTSE Emerging Markets, el FTSE All-World y un producto de deuda pública británica, con TER comprendidos entre el 0,09% (del que replica el S&P 500) y el 0,45% (del Vanguard FTSE Emerging Markets ETF), frente a una media de la industria en Reino Unido del 0,53%. El coste medio de los fondos europeos de gestión activa es del 1,52%, el de los fondos indexados del 0,77% y el de los ETF, del 0,45%, según datos de Morningstar. Según Thomas Rampulla, responsable de las operaciones europeas de Vanguard, la elección del modelo de réplica se debe a su más fácil entendimiento.
Tras la aprobación, Vanguard empezará a vender sus fondos cotizados en Europa, continuando su apuesta por la gestión pasiva con un estilo low-cost de inversión que ha revolucionado la industria de la gestión en EEUU y le llevó el año pasado a situarse como el mayor vendedor de estos productos en el país (40.900 millones de dólares). Allí ocupa el número tres entre los proveedores de productos cotizados por activos bajo gestión, siguiendo a iShares y State Street Global Advisors.
En Europa también tendría un gran potencial según los expertos. “Me parece una señal de que la industria de los ETF a nivel global sigue en auge. Contar en Europa con productos como los de Vanguard nos abre el abanico de posibilidades de inversión a un coste muy atractivo”, comenta Eduardo Antón, analista de fondos de Inversis Banco.
Ventajas low-cost e impulso legal
La firma espera que la nueva normativa que se aplicará en Reino Unido, que prohibirá a los asesores el cobro de retrocesiones y les llevará a cobrar únicamente del cliente, impulse el negocio de los proveedores de ETF gracias a su menor coste y elimine una clara ventaja que hasta ahora tenían los fondos de inversión.
La decisión de Vanguard, con sede en Valley Forge, Pensillvania, supone un reto para su rival más directo, BlackRock, que domina el mercado de fondos cotizados estadounidense (iShares tiene 458.000 millones de dólares bajo gestión) y europeo (con 108.000 millones, un tercio del mercado). Un reto en general para los principales proveedores de productos cotizados en Europa, pues la intención de Vanguard es repetir el éxito que ha tenido en EEUU, aunque el Viejo Continente es un mercado mucho más fragmentado. Así, si allí los tres mayores proveedores ocupan el 82% de los activos, aquí esa cifra está distribuida entre siete proveedores, con BlackRock y Lyxor en cabeza, seguidos por Deutsche Bank.
Vanguard entró en el mercado de ETF en 2001, cuatro años después de que lo hiciera iShares, que BlackRock compró cuando en 2009 adquirió Barclays Global Investors, y ocho por detrás de State Street Corp.