Descontando que el debate pudiera transcurrir desde lo educado y cívico, si pretende algún tipo de sanción o despido por expresar ideas políticas o religiosas, sería razón de nulidad total por discriminación.
De futbol creo que podría prohibirlo.
Y siempre se puede hablar de sexo y asimilados.
Esta facultad de poder prohibir ciertos temas se ampara en la libertad de organizar la actividad empresarial que tiene el empresario. Por tanto, puede prohibir que en el centro de trabajo y en horario de actividad se hable de ciertas cosas (que no entren dentro de lo discriminativo). Pero claro, la norma es sobre el centro de trabajo y la actividad. Si está prohibido hablar de futbol, lo está para todo el mundo, empresario incluido.
la plus belle des ruses du Diable est de vous persuader qu'il n'existe pas!