Cuando salgamos del euro, si esa moneda sigue en curso en otros países de la UE, el estado tratará de que todo el papel-moneda en poder de residentes se estampille, para hacerlo no convertible en el resto de Europa. Más adelante, cuando se impriman los billetes de la nueva divisa, se canjearán los billetes estampillados por los nuevos. Naturalmente, siempre habrá gente que esconda sus billetes, y el estado tendrá que recurrir al BOE y establecer sanciones durísimas para tratar de forzar a esas personas a que se sometan a la voluntad del estado.
Es previsible que, como ocurría con el dólar en los países del Este antes del colapso del comunismo, aparezca un mercado negro de compraventa de billetes de euro, que circulen las dos monedas, la nueva y el euro, y que haya ciertos servicios y/o mercancías que solo se vendan en euros...
Pero -en mi opinión- faltan algunos años para que eso suceda. Pienso que es inevitable que salgamos del euro (o que el euro desaparezca) pero faltan al menos cuatro o cinco años para eso.