Buenas:
El débil crecimiento de Estados Unidos en 2015 hace que la mitad de los expertos retrasen hasta diciembre una nueva subida del precio del dinero, una vez pasadas las elecciones presidenciales. La candidata demócrata, Hillary Clinton, juega con el ?favor? de la bolsa: durante los mandatos de su partido el mercado estadounidense vivió siete recesiones, la mitad que con los republicanos
"El próximo presidente de EEUU heredará una economía saludable, con pleno empleo y una aceleración en el crecimiento salarial, donde el valor inmobiliario se acerca a niveles previos a la recesión y la renta variable permanece cerca de máximos históricos", aseguraba a elEconomista, Mark Zandi, economista jefe para EEUU de Moody's Analytics. Una visión optimista que dista de la percepción que hemos visto desde comienzos de año a pie de parqué.
No es para menos. En los últimos tres meses, el S&P 500 ha borrado más del 9 por ciento de su valor ante las jaquecas que sufre China y las migrañas generadas por el salto al vacío de los precios del crudo. Una situación que ha generado dudas sobre el estado de salud de la propia economía estadounidense, hasta ahora una de las más sólidas del panorama global. Sin embargo, tras dos meses consecutivos de contracción en su actividad manufacturera, unas ventas minoristas que crecían a su menor ritmo desde la crisis el año pasado o unos pedidos de bienes duraderos que en diciembre se desplomaron un 5,1 por ciento, las posibles grietas amedrentan a muchos inversores.
Solo una subida
En estos momentos, y tras conocer que EEUU despidió el año creciendo sólo un 0,7 por ciento, el 49,4 por ciento de los operadores considera que Janet Yellen y los miembros del Comité de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) no moverán ficha este año y mantendrán los tipos sin cambios entre el 0,25 por ciento y el 0,50 por ciento hasta el fin de su última reunión de 2016, prevista para el próximo 21 de diciembre. Una falta de entendimiento preocupante donde sólo el 37,1 por ciento de los operadores descuenta una subida de tipos de 25 puntos básicos en la última reunión del año mientras que sólo el 11,5 por ciento refleja cierta concordancia con los planes hasta ahora telegrafiados por el banco central estadounidense, según el FedWatch de la CME.
Este cambio en las previsiones tuvo lugar nada más conocerse el dato del PIB correspondiente a los tres últimos meses de 2015, un periodo donde la Fed ya atisbó cierta debilidad pero donde el consumo personal impulsó la actividad económica al crecer un 2,2 por ciento frente al 1,8 por ciento que esperaba el mercado. De hecho, en el conjunto de 2015, no sólo la mayor economía del mundo se expandió a un ritmo aproximado del 2,4 por ciento sino que el consumo estadounidense, que compone casi dos tercios del PIB, creció un 3,1 por ciento, su mayor incremento en la última década.
Es por ello que los economistas con más peso en los principales bancos del país mantienen la calma. "Hemos tenido una larga recuperación hasta ahora, pero, aunque nos encontramos en una fase tardía del ciclo, no observamos los excesos que suelen ser problemáticos a estas alturas", justifica a este periódico, Ethan Harris, economista jefe para EEUU de Bank of America Merrill Lynch. Según su parecer, tanto el sector de consumo duradero como el inmobiliario así como el de gasto de capital permanecen relativamente bajos por lo que no se observa "una burbuja tecnológica o inmobiliaria como las que hemos visto en el pasado".
Dado el panorama actual, Harris sí se muestra desconcertado con la reacción del mercado y los vaivenes del petróleo. "Si antes de esta debacle preguntásemos a cualquier economista si el crudo barato era bueno para la economía, el cien por cien respondería que sí", asegura. Aún así, reconoce que "la economía ha reaccionado de forma menos positiva a lo esperado y el efecto neto ha sido menos optimista". "El consumidor estadounidense no ha respondido tan bien como se esperaba al abaratamiento de la gasolina y algunas partes del sector energético han colapsado, pero me sigue sorprendiendo que se asuma que una caída en los precios del crudo sea una mala noticia", incide.
En estos momentos, el equipo liderado por Harris estima que EEUU terminará el presente año creciendo a un 2,1 por ciento, cuatro décimas menos de lo esperado a comienzo de la semana pasada, y con una tasa de paro en el 4,5 por ciento. En lo que se refiere a la Fed, BofAML sigue apoyando que habrá entre tres y cuatro subidas de tipos este año, aunque esperan que pase un tiempo considerable hasta la próxima vuelta de tuerca monetaria. La posibilidad de una recesión sube hasta un 20 por ciento. "Veremos una Fed que se comportará como el policía bueno", opina el economista jefe del banco. "Creo que lo que han hecho hasta ahora tiene mucho sentido, se han retrasado dos años con respecto a la media histórica para comenzar con una subida de tipos, pero pueden permitirse todavía el levantar el pie del acelerador si es necesario". Para Harris es demasiado temprano como para que la Fed demuestre algún tipo de "pánico".
La bolsa, mejor con los demócratas
En medio de un arranque de año bastante atosigado por los acontecimientos globales, tampoco hay que pasar por alto que EEUU se enfrenta a unas elecciones presidenciales el próximo mes de noviembre. "Donald Trump podría ser una de las mayores causas de volatilidad en los mercados en la primera mitad de 2016" señala Nigel Green, fundador de deVere Group, una de las mayores consultoras financieras independientes a este lado del Atlántico. El lunes se celebran las primarias en Iowa, dando así el pistoletazo de salida a la carrera presidencial.
En el campo republicano, el polémico empresario Donald Trump sigue dominando las encuestas, con un apoyo del 32,9 por ciento, según RealClear Politics, que evalúa la media de los últimos sondeos. Su principal contrincante, el senador por Texas, Ted Cruz, le sigue con un 26,1 por ciento del favor popular. Del bando demócrata, la ex secretaria de Estado, Hillary Clinton, lo tiene algo más complicado. Las encuestas le ofrecen una ventaja de poco más de dos puntos sobre el senador de Vermont, Bernie Sanders.
Todavía estamos lejos de conocer quién serán los candidatos de ambos partidos, en un momento en que se rumorea, incluso, con la entrada de Michael Bloomberg, multimillonario empresario y ex alcalde de Nueva York, como posible candidato independiente. Tradicionalmente, los resultados bursátiles de los años electorales suelen ser sólidos y si echamos mano de la historia, bajo el mandato republicano hemos visto un total de 14 recesiones y 18 ciclos bajistas. Con los demócratas en el poder se han registrado siete recesiones y 16 ciclos bajistas. "Tradicionalmente, el mercado suele ser alcista al comienzo de un mandato republicano, pero suele decepcionar al final del ciclo de gobierno al no haber logrado mucho a nivel económico", aclara Fred Cannon, vicepresidente de Keefe, Bruyette & Woods.
Saludos