La Educación y la Sanidad tendría que ser una cuestión de Estado y no sujeta a politiqueos partidistas de grupos de poder economico.
En la educación tenemos modelos de éxito internacional que abogan por una mayor libertad para el educando para que vaya buscando su motivación y su busqueda en la realización personal.
El problema de estos sistemas es que recaen en la responsabilidad del educando y sin ella solo cabe el control social de quien es incapaz de adaptarse.
El sistema heredado del sistema totalitario casi militarizado, en la transición pasa a ser de mayor libertad y laissez faire, pero nefasto para quién es pìcaro e irresponsable o inmaduro social.
Mientras buscamos una politica de Estado en la educación indiferente a los modelos extremos fallidos, buscando el necesario equilibrio:
Libertad sin ira
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No hay libertad sin cadenas (seguridad o responsabilidad autoimpuesta o necesariamente impuesta desde fuera)
“Los niños tienen la necesidad de hablar de los atentados y nosotros la obligación de escuchar”
El Ministerio de Educación ha enviado una serie de recomendaciones a los centros escolares y ha desplegado una red de psicólogos y pedagogos tras los atentados de París.
Ni siquiera en el colegio infantil de la Avenue Parmentier, a tres calles de la Rue de la Fontaine-au-Roi, donde murieron cinco personas el pasado viernes y donde aún son visibles los impactos de bala en las cristaleras de tres establecimientos, han notado un descenso en el número de escolares, según señala una trabajadora a las puertas del centro.
Tampoco en el situado en la Rue des Vertus, a cinco minutos a pie de la plaza de la República. “Son muy pocos los alumnos que no han venido. Los que no lo han hecho ha sido más bien por no coger el metro, no porque no se sientan seguros en clase”, insisten desde este colegio.
Por ello, ha decidido hacerlo a través de un dibujo, el de la paloma de la paz de Pablo Picasso. “Les he pedido que realizaran un mensaje de paz, que escribieran o que pintaran”, mientras que otros profesores han tratado más en profundidad la situación y el contexto que vive Francia tras los ataques. En este colegio católico, muchos alumnos y también profesores han decidido acudir vestidos de negro, mostrando el luto por las víctimas.
En muchas escuelas han reforzado la seguridad, controlando los bolsos a los padres a las entradas y no dejando acceder a nadie sin autorización. Pero el sentimiento general es de tranquilidad, tal y como muestra la baja tasa de absentismo tras los atentados. “No nos sentimos asustados, creemos que en clase están seguros”, asegura una madre, que tiene dos hijos de 3 y 6 años.
Un saludo