España superará en 2017 a Italia por primera vez en PIB per cápita. Así lo reflejan las previsiones publicadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que estima que el PIB por habitante en España alcanzará el próximo año los 37.522,6 dólares (33.241,1 euros) frente a los 36.989 dólares (32.771,3 euros) en Italia. El cálculo se realiza en paridad de poder de compra para tener en cuenta el diferencial de precios y de nivel de vida, lo que permite una comparación más exacta.
Italia y España representan la cuarta y quinta economía más grandes de la Unión Europea, respectivamente. España, con una población de 46,5 millones de habitantes cuenta con un PIBque supera ligeramente el billón de euros. En Italia residen 60,8 millones de personas y su economía casi alcanza los 1,7 billones. El hecho de que España pueda superar en PIBpor habitante a Italia –siempre medido en paridad de poder de compra– refleja que la recuperación económica es más vigorosa. La economía española creció en 2014 y 2015 un 1,4% y un 3,2%, respectivamente. En el mismo período, el PIBitaliano retrocedió un 0,3% en 2014 y aumentó un tímido 0,8% el año pasado. En 2016, el FMI estima que la economía española avanzará un 2,6%, una décima menos que en la anterior previsión. En Italia, la corrección a la baja alcanza las tres décimas y el FMI prevé que el PIBsolo crezca un 1%. El Gobierno defiende que las reformas estructurales y el saneamiento financiero explican que España crezca más que sus grandes socios europeos.
El superávit primario y el ahorro interno permiten a Italia sobreponerse a su elevada deuda pública
El mayor incremento del PIB por habitante en España se deberá principalmente a la evolución de la economía, aunque la demografía también influye. El regreso a sus países de origen de los inmigrantes y la salida de nacionales al extranjero en busca de oportunidades de trabajo ha provocado que España lleve tres años perdiendo población. En cambio, el número de habitantes en Italia ha aumentado, aunque muy tímidamente, en esos mismo años.
En cualquier caso, hay un indicador en el que España siempre sale peor en todas las comparaciones. El FMIprevé que la tasa de paro se sitúe este año en el 19,7%, un nivel solo superado por Grecia en la Unión Europea. El nivel de desempleo en Italia se moverá en el 11,4%, algo por encima de la media de la zona euro del 8,9%. Alemania, con una tasa de paro del 4,6% registra el mejor dato dentro de las grandes economías de la Unión Europea.
Además del paro, España también debe afrontar la corrección del desequilibrio de sus cuentas públicas. La Administración cerró el año 2015 con un déficit del 5% del PIB, sin contabilizar la ayuda bancaria. Significa que Estado, comunidades, ayuntamientos y Seguridad Social gastaron 54.112 millones más de lo que ingresaron. La Comisión Europea exige que los números rojos bajen al 2,8% este año, un ajuste inabarcable. Precisamente por ello, el Gobierno en funciones intentará renegociar una senda de reducción del déficit público más realista.
Italia se caracteriza por mantener un déficit público bajo y que se situó el año pasado por debajo del máximo del 3% que fija el Pacto de Estabilidad de la UE. En cambio, el nivel de deuda pública del país transalpino se encuentra entre las más altas de Europa. En 2015, su nivel de pasivo se mantuvo en torno al 132% de su PIB, un nivel muy elevado y que supera con creces el 99,2% registrado en España. Aun así, Italia resiste este elevado volumen de deuda pública por su mayor ahorro interno y por lograr sucesivos superávits primarios. Es decir, sin tener en cuenta el pago de intereses, Italia ingresa más dinero del que gasta. En cambio, España no ha registrado superávit primario desde 2007. Y, según las previsiones del FMI, no volverá a conseguirlo hasta 2018.