La SS gasta casi 5 millones en una contrata externa para imprimir, manipular y enviar la historia laboral
Funcionarios de la administración denuncian que se les esté recortando el sueldo mientras se derroche dinero público en la privatización de trabajos que “deberían hacerse internamente”.
En el Boletín Oficial del Estado (BOE) del pasado 13 de junio de 2012 se convocaban las bases de un concurso público para la impresión, manipulado y envío de documentos de vidas laborales y bases de cotización de la Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS). El valor estimado del contrato es de 4.711.640 euros.
Trabajadores de la TGSS han puesto el grito en el cielo por el derroche de dinero público que supone este contrato ya que consideran que es un trabajo que debería llevarse a cabo por parte de funcionarios de la propia administración.
El servicio de expedición de vidas laborales y bases de cotización era un servicio que sólo ofrecía por la TGSS. En 2010 se produjo el primer el primer proceso de externalización de servicios o privatización del mismo de la mano de las vidas laborales, cuya elaboración y envío fue traspasado a la empresa privada Venturini S. A.
Actualmente, la vida laboral tan sólo se puede conseguir a través de una llamada a un teléfono 901 tras la cual la envían al domicilio del interesado, lo que viene a tardar una semana. Si los datos no están actualizados, el usuario debe dirigirse a una oficina de la TGSS para su modificación y posterior envío por correo postal a su domicilio. "Lo de acercar la Administración al ciudadano ya hace tiempo que se lo pasaron por el forro de la camisa” declara un funcionario de la Tesorería.
También se les ocurrió hacer una campaña anual de vidas laborales y bases de cotización que envían a "toda la población”, y este es el tema que nos ocupa. Los funcionarios critican que los que necesiten un vida laboral y se acerquen a una Administración de la Tesorería no pueden obtenerla al momento mientras los que no la necesitan ni la quieren para nada se les envía igualmente, "para que empapelen la habitación de sus hijos o hagan unos bonitos aviones de papel”.
Los funcionarios se preguntan por qué se están pagando semejantes cantidades por la contratación de un servicio que ellos mismos podrían y "deberían” hacer, puesto que lo consideran totalmente innecesario. Se preguntan si ese dinero corresponde a parte del sueldo que les van quitando todos los años, incluida la paga de Navidad que les han suprimido este año.
"¿Cómo puede ser que se recorte en Sanidad, Educación, prestaciones sociales, sueldos públicos y se hagan subidas indiscriminadas de impuestos y no se pare este despilfarro de dinero público hacia empresas privadas?” no solo se pregunta una buena parte de los funcionarios, sino también de los ciudadanos.
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