Me voy a Lisboa

Como sabes, el menda no es que tire mucho hacia el monarca, en nuestra historia, los de la familia del actual, salvo alguna excepción (que dicen que confirma la regla) pues... que te voy a contar yo, ahí está la historia.

Y créeme que, aunque tuviesemos libertad para elegir a un presidente de la república, sería como elegir al presidente del gobierno. Es decir, os digo lo que voy a hacer, salgo elegido y me olvido de lo que os dije (aquello de mucho prometer antes de meter y una vez metida...)

Resumiendo, que es imposible que un sistema funcione si las personas no dan para más allá, si uno enseña la saca y el otro pone o mete la mano, la hemos liado, sea monárquico, republicano, falangista, ácrata, anarquista o el vecino de enfrente. Y lo que hay es lo que tenemos ("he venido a la política a enriquecerme"). Con un par.

Abrazo poco crédulo.

Suerte a todos.

Me alegra haber sido de ayuda. Ya sabes que para eso estamos, o procuramos estar.

En cuanto a la vaca esa, no me extraña el cabreo que se lleva, con esos pendientes que le han colocado, debería ser maltrato animal, jajajajajajajajajajaa.

Abrazo grande.

Suerte a todos.

Hay quien dice que la historia es circular... es posible que cambien los detalles pero los actores hacen su papel, no hay más... podemos recordar los sucesos que duran el ciclo de una vida, incluso algunos más allá gracias a la historia... pero cada vez, cada individuo tiene que empezar su camino de cero, es lo que tenemos.

Abrazo y bien llegado.

Suerte a todos.

¿Eso que come... es lo que me parece que come? Mira que la leche del bicho ese puede ser explosiva, jajajajajaja.

Como la pillennnnnnnnnnnnnnnnnn, bueno, tiene la disculpa de que es "solo consumo propio" jajajajajajajajajajaa.

Abrazo sin alucinar.

Suerte a todos.

Eso va a ser como lo de la tarta: yo me la como enterita, la disfruto, la saboreo, tu me miras y resulta que he quedado la mar de bien porque estadísticamente te he invitado a media tarta. Para que veas lo poco que cuesta quedar estadísticamente bien, jajajajajajjajaa.

Y nada, cuando me digas como se enseña a poner partes de huevo a las gallinas, volvemos a sacar el asunto, jajajajajajajaja. Y no te creas, aquí, los del ayuntamiento, pintaron un perro al lado de las alcantarillas para que los buenos de los bichos supiesen donde tenían que hacer "sus cosas". El problema es que no supieron enseñarle a los bichos el lenguaje de las imágenes. Un pequeño fallo sin importancia, jajajajajajajaa. Lo dicho, a veces dudo que queden seres inteligentes. Debe ser la leche de la vaca de la foto de antes, jajajajajajajaja.

Abrazo estadístico (te toca la mitad, el otro medio es para el guiri).

Suerte a todos.

el hombre veloz no coje a la tortuga...jejje...un abrazote...le dio demasiada ventaja...y en la vida hay una meta improrogable para muchos y puerta de entrada ...para otros...donde el yo vive y el no yo ...no se plantea...

Yo como mucho cojo un resfriado, con la cabeza bajo el aire acondicionado todo el día, jajajaaa

Sí, es bueno tener confianza en sí mismo, pero los excesos nunca son buenos, ni tan siquiera el exceso de confianza. Luego te duermes y la tortuga te adelanta y al despistarte, va y piano, pianito, llega a la meta mucho antes.

¡Qué importante es estar a gusto con ese pequeño yo interior que nos delata ante nosotros mismos de nuestras pequeñeces y mediocridades!

¡Qué triste caer en la insustancialidad del yo! Más aún equivocarla con el concepto no nihilista del no-yo budista.

¡Qué bien nos iría si meditásemos de vez en cuando cómo poder mejorar a nuestro pequeño yo, por el bien común y por el nuestro propio!

Pero nos damos por sentado, nos olvidamos de madurar por dentro y encima pretendemos que los demás maduren por nosotros y les juzgamos duramente desde nuestra inmadurez supina...

Me gusta cuando apareces, me haces pensar. Y cuando desapareces, te añoro.

Un abrazo y gracias por ser un Guadiana en mi pequeña existencia.

¡Sed felices!

En el mundo de los animales vivía una liebre muy orgullosa, porque ante todos decía que era la más veloz. Por eso, constantemente se reía de la lenta tortuga.

-¡Miren la tortuga! ¡Eh, tortuga, no corras tanto que te vas a cansar de ir tan de prisa! -decía la liebre riéndose de la tortuga.

Un día, conversando entre ellas, a la tortuga se le ocurrió de pronto hacerle una rara apuesta a la liebre.

-Estoy segura de poder ganarte una carrera -le dijo.

-¿A mí? -preguntó, asombrada, la liebre.

-Pues sí, a ti. Pongamos nuestra apuesta en aquella piedra y veamos quién gana la carrera.

La liebre, muy divertida, aceptó.

Todos los animales se reunieron para presenciar la carrera. Se señaló cuál iba a ser el camino y la llegada. Una vez estuvo listo, comenzó la carrera entre grandes aplausos.

Confiada en su ligereza, la liebre dejó partir a la tortuga y se quedó remoloneando. ¡Vaya si le sobraba el tiempo para ganarle a tan lerda criatura!

Luego, empezó a correr, corría veloz como el viento mientras la tortuga iba despacio, pero, eso sí, sin parar. Enseguida, la liebre se adelantó muchísimo.Se detuvo al lado del camino y se sentó a descansar.

Cuando la tortuga pasó por su lado, la liebre aprovechó para burlarse de ella una vez más. Le dejó ventaja y nuevamente emprendió su veloz marcha.

Varias veces repitió lo mismo, pero, a pesar de sus risas, la tortuga siguió caminando sin detenerse. Confiada en su velocidad, la liebre se tumbó bajo un árbol y ahí se quedó dormida.

Mientras tanto, pasito a pasito, y tan ligero como pudo, la tortuga siguió su camino hasta llegar a la meta. Cuando la liebre se despertó, corrió con todas sus fuerzas pero ya era demasiado tarde, la tortuga había ganado la carrera.

Aquel día fue muy triste para la liebre y aprendió una lección que no olvidaría jamás: No hay que burlarse jamás de los demás. También de esto debemos aprender que la pereza y el exceso de confianza pueden hacernos no alcanzar nuestros objetivos.

La liebre y la tortuga atribuída a Esopo y versionada por La Fontaine, Samaniego...

(...) Il s’amuse à toute autre chose

qu’à la gageure. À la fin, quand il vit

que l’autre touchait presque au bout de la carrière,

il partit comme un trait ; mais les élans qu’il fit

Furent vains : la tortue arriva la première.

Un saludo cordial

¡Sed felices!