Recuerdo una anécdota que me contó un recién estrenado matrimonio andaluz en Viena. Fueron de viaje de novios a Coruña, buscando la lluvia y el fresquito, jajaja, y me contaron que no habían pasado más calor en toda su vida y que encima de lluvia nada, pero que ni una gota, vamos, jajajaa
Suele pasar.
Yo le dije a Karl que en Sevilla no llovía nunca (ejem). La primera vez que estuvimos nos cayó una encima, pero de las que hacen historia. Recuerdo las gárgolas de la inmensa Catedral, que parecían mangueras de bombero. Algo épico, jajajajaaa
Menos mal que al mal tiempo, buena cara y tirar pa´lante...
Un saludo
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.