Sí, es lo que tiene vivir por zonas soleadas, ves a Lorenzo incluso cuando no quieres. A ver, verlo, lo que se dice verlo, lo quiero ver, lo que también es cierto es que, muy de vez en cuando, echas de menos una tromba de agua, un aguacero, agua que no sea embotellada o de los grifos...
Esa sensación de libertad (y humedad) que da el agua de lluvia, no se percibe con la ducha por ejemplo, jajajaa.
Me ha alegrado volver a encontrarte por aquí. Cuando vi a Rigoberto, me quedé un poco cortada. Como hay tantas cámaras por la ciudad, me llegué a sentir observada por el Big Brother callejero. Luego ya me di cuenta de que era yo la que fotografiaba. Hacía tantos años, que ni recordaba esa foto. ¡Cómo pasa la vida! Casi una década de aquella imagen... y parece que fue ayer...
Sí, todo con moderación es bueno, también que te acaricien los rayos de Lorenzo. Yo ya no aguanto tomar el sol, me agobia que no veas. También es buenísimo, creo que hasta mejor, pasear al sol y que te vaya dando poco a poco.
Salvo que seas guiri (no precisamente el mío) y quieras lucir como una gamba en verano, jajajaa.
Y si no, pues nos quedarán las vitaminas de bote. Consuélate que eso no es malo de tomar, ni por sabor, ni por terribles efectos secundarios como otras porquerías con M mayúscula que tomo yo desde hace ni sé el tiempo. Se puede elegir entre envenenarte en dosis prescritas por un galeno o morirte más rápido. La elección está clara. La suerte echada en cualquier forma, así que optaremos por el arsénico por compasión.
Si supieras a dónde me quieren llevar, ni te lo crees. Me han invitado a unas sesiones de Reiki. Dios nos pille confesados. Encima he leído que la iglesia no está muy de acuerdo con este tema. Miedo me da a qué espíritus invoquen estos prendas. Creía que eran unas técnicas de relajación, que dicho sea de paso, no me vendrían mal del todo y resulta que son una mezcla de llamada a espíritus, el Rei y el Ki que soy yo. El maestro, maestra en mi futurible caso, ya que es una amiga mía la que me ha invitado a su casa para "probar", es tocada por la mano divina (o de vaya usted a saber qué espíritu) y depositando a conciencia sus manos en tu cabeza y en alguna otra parte más del cuerpo, que todavía desconozco, se supone que te alivia de males, dolores y nervios, entre otras cosas...
Y yo, incrédula hasta en el DNI, pues no me fío ni un pelo. Le diré a Barbudín que me acompañe. No me acompaña ni a la Misa, como para ir allí. Bueno, ya te contaré si me animo. Muy borracha me van a tener que pillar... y como soy abstemia total, me temo que no me van a pillar jamás de los jamases.
Veo que eres valiente y animado y sigues yendo a la vampiresa. A mí me dan brotes de mieditis. Hoy tenía cita con el alergólogo y por miedo a que me invente cien alérgenos más, he cancelado la cita.
Como opción alternativa entretenida al huevo que por lo que dice el buen señor, soy alérgica, manda huevos ser alérgica al susodicho, a Dios gracias, por ahora solo de gallina, he comprado en una tienda harina de garbanzo, que dicen las malísimas lenguas, que mezclada con agua, leche y otros líquidos milagrosos, hace el papel de huevo. Tiene parte de lógica, bromatológicamente hablando es un crimen, jajjaaaaa, todo sea por la presumible salud que voy a alcanzar dejando los huevos en su cesta.
¡Cómo cambia mi vida! Como para hacer planes. Esta madrugada tenía la sana intención de ir a Fallas y al ir a despertar al peque, me lo he encontrado con gastroenteritis, ha vomitado, en fin, todo un panorama. Ahora está calladito, dormidito, a mi lado, en el sofá. Parece que tiene las tripitas algo más calmadas. Si no se recupera bien, pasado mañana quemaré las Fallas desde casa... Cuando no está de Dios, no está y punto.
Al grandote lo tengo con otitis, eso en él es casi lo normal. Se reboza cuál croqueta sin huevo, enharinada, en el barro, cuando al jardinero municipal se le ocurre la genial idea de regar diez minutos antes del paseo chuchonil. Ni te imaginas la alegría que le da a BIM. Cualquier día le da un gran lametón al jardinero en cuestión. Pero claro, viene a casa con la cabeza hecha un número de circo, las orejas embarradas y por mucho que limpies, otitis que te crió. Santa Paciencia.
Esta tarde hemos ido de paseo los cuatro. He encontrado una panadería vegana, que hacían roscos de naranja y de un montón de sabores más, SIN huevo. ¡Qué alegría! Mañana desayuno estrella o merienda de capricho, que esa es otra, tengo que hacer cinco comiditas diarias. Nobleza obliga... bueno, en este caso más que el título nobiliario, el de digestivo.
Que soy muy nerviosa, dice el galeno. Leñe, para saber eso no me hace falta estudiar seis años y tres más de especialidad, jajajaaa
La manifestación aquí fue tranquila, la verdad es que había cuatro gatos, bueno gatas y algún gato suelto. Como fue al atardecer y ya estaba de noche cerrada, fue bastante tranquila y con poca afluencia de público. Las manifas tendrían que ser siempre a las 12 del mediodía. Si no, ni molestan y si no molestan, pues no se les hace mucho caso. Incluso cuando estás de acuerdo con su lema, aunque tampoco son muy santas de mi devoción en todo lo que dicen o mejor dicho, cómo lo dicen, reconozco que si no hacen ruido, pasan desapercibidas.
Más ruido habría que hacer y sobre todo, en otros sitios con más empaque, renombre, trascendencia y publicidad. Sin marketing hoy en día no existes. Es la realidad.
Voy terminando esta, mi primera respuesta del día, en tantos meses, digamos X.
Disfruta el momento: Este no vuelve y el próximo, pronto se hace pasado.
Un abrazo tranquilo y sin huevos, eso sí, con bastante harina de garbanzo, jajaaaa
¡¡Sed muy felices!!