Tres veces tres, y tres veces seguidas le he contestado a la señorita que no estoy interesada en cambiar de compañía de la luz... Educación, cortesía, hasta dulzura en mis palabras. Le daba igual. A la tercera- que va la vencida- le digo que estoy trabajando y que me está interrumpiendo. ¿Crees que le ha importado? Ha seguido leyendo lo que tenía orden de leer...
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Perdón por el lapsus.
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Ay, el Sur, amiguitos, aquí se hace bien el amor, decía Rafaella. Pero si se puede hacer mañana, este esfuercito que nos ahorramos hoy, he he he.
Tengo que ir pisando el poncho: ¿Has hecho esto? ¿Has preparado tal o cual documentación? ¿Has llamado a equis persona? ¿Cuándo puedo ir a ver tal material? ¿Tenéis preparado el presupuesto? Suma y sigue. Esto es demasiado sureño para mi carácter norteño.
Hoy ya hasta con cachondeíto, que si voy a hacerme un máster de construccionista. Así es la vida. Hay que tragar mucha quina, forrarse de paciencia... ¡¡Pero si todavía no hemos ni comenzado y ya me tienen agotada!!
¡Dios mío y encima me dicen que tardarán unos seis meses! No sé si lo voy a poder soportar. Me superan por goleada.
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El papel no caduca. Mi paciencia, por lo visto, sí. Quedas con alguien y no se presenta. Quedas con otro y no te permiten aparcar en el recinto y te aconsejan que aparques en doble fila, se lo digo a Barbudín, arranca y se larga sin contemplaciones.
Otra dosis de Lexapacientín...
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El traspapeleo de papeles buzoniles es diario. Tú me lo traes, yo te lo llevo. Hoy por tí y mañana por mí. Diario y no exagero. Espero con verdadera alegría, gozo y entusiasmo a Agosto, esa dorada época en la cuál, el cartero real es sustituído por vacas y la sustituta no sabe, no contesta y devuelve todo a la primera de cambios y allá por finales de Agosto, llega un día con tropecientas cartas en el buzón, que se fueron acumulando, por algún lugar de Correos, perdido... y hallado semanas después, cuando terminan las vacas del titular.
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Bien, es cierto que pagando extras funciona casi todo. A veces, ni eso. Es lo que hay, te acostumbras o te acostumbras. En eso estamos, pero cuesta mucho esfuerzo y tengo pocas ganas de reeducarme en mega dosis de paciencia para temas ilógicos.
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Sí, recibí el sobre, pero se ha anulado el envío de los próximos, que me lo manden al asesor, bueno a su despacho. Ya hará él un poder y encontraremos el camino a mi casa más fácilmente.
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La galena toma muestras y me deja un mes con la intriga. Así tal cuál, ¡un mes! Ni en el Jurásico tardaban tanto en dar un resultado. El día 8 de Agosto, si no me equivoco, tengo la próxima cita, que obviamente, pasará tarjeta de nuevo. Para que se quejen los públicos. ¡Chollo tienen y envidia que me dan las más de las veces!
Nuestra racha ya va por años, en fin, que salga todo bien, me pongan el sello de la itv en la frente y me dejen un añito de libertad, Dios lo quiera así.
Estoy pendiente de lo tuyo, no te creas. Tengo corazón pocho, pero lleno de recuerdos para los amigos de verdad.
Un abrazo grande, con esperanza en que todo saldrá bien y podamos celebrarlo algún día, juntos, los cuatro.
¡Sed muy felices!
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.
