El Banco de Valencia, filial de Bankia al 39 por ciento, no tendrá que cumplir con la exigencia de capital principal (core capital) del 8 por ciento antes del 30 de septiembre, lo que le evitará tener que realizar una ampliación de capital urgente abocada al fracaso, dada la situación de los mercados y de la propia entidad valenciana.
El vicepresidente de Bankia y presidente del Banco de Valencia, José Luis Olivas, anunció el pasado mes de enero y, posteriormente, en la junta de accionistas celebrada en marzo que la entidad, que en junio tenía un core capital del 7,36 por ciento, alcanzaría el 8 por ciento mediante una ampliación de capital posiblemente combinada con una emisión de obligaciones, operaciones que autorizó la junta.
La entidad esperaba que la situación de los mercados mejorara para lanzar las emisiones, pero ha ocurrido lo contrario. Sus acciones han caído un 71 por ciento desde que se celebró la junta y, además, Fitch rebajó en julio la calificación de las obligaciones del banco dos escalones, a B+, lo que implica riesgo de impago.
Según han explicado fuentes de Bankia a elEconomista, el Real Decreto 2/2011 es confuso en cuanto al requisito de core capital para las filiales de grupos financieros. Por ello, la entidad que preside Rodrigo Rato preguntó al Ministerio de Economía, que liberó a la filial de cumplirlo el 30 de septiembre.
No obstante, estas fuentes aseguran que se alcanzará el 8 por ciento cuando la situación de los mercados sea favorable. El Banco de Valencia necesita más de 100 millones de euros, que no podrán salir del beneficio, ya que el del primer semestre fue de 16,7 millones, con una caída del 64 por ciento.