Marcos sintió un escalofrío recorrerle el cuerpo al ver la cifra en pantalla: 42.234 euros disponibles para operar.
Era real. Ya no estaba jugando en ligas menores. Ahora tenía el capital de un trader serio, un jugador con acceso a herramientas que la mayoría solo soñaba.
Un nuevo mensaje apareció en la plataforma.
Javier: Marcos, bienvenido al siguiente nivel. Te asignaré a Lucas, nuestro gestor VIP. Él te ayudará a estructurar tu operativa. Confía en el proceso.
📞 Llamada entrante: Lucas (Gestor VIP)
—Hola, Marcos. Me alegra tenerte en nuestro equipo de traders avanzados —la voz de Lucas era grave y pausada, transmitía seguridad—. Javier me ha contado de ti. Dice que tienes talento.
Marcos tragó saliva.
—Hago lo que puedo.
—Bueno, lo que has hecho hasta ahora ha sido impresionante. Y ahora, con tu nuevo capital, es hora de llevarlo al siguiente nivel.
—Sí… quiero empezar a operar.
—Perfecto. Pero primero, hagamos una estrategia. No se trata de hacer operaciones al azar. Se trata de aprovechar el momento correcto.
Lucas comenzó a explicarle un plan. Marcos debía centrarse en operaciones de alta probabilidad, usando el apalancamiento adecuado para maximizar su rendimiento.
—Para empezar, hagamos una operación con el oro. Está en un soporte clave y esperamos un rebote. Si entras ahora con 10.000 euros apalancados, podrías sacar fácilmente un 10% en minutos. Eso son 1.000 euros limpios.
Marcos sintió su pulso acelerarse. 1.000 euros en minutos.
—¿Te parece bien?
—Sí.
—Genial. Ejecuta la orden de compra. Yo estaré aquí contigo.
Marcos ingresó los datos en la plataforma. Compra de oro por 10.000 euros, apalancado 1:10.
Orden ejecutada.
El precio se movió ligeramente a su favor.
+150€
—¿Ves? Buena entrada —dijo Lucas—. Ahora deja que el mercado haga su trabajo.
Marcos se relajó. Pero entonces, algo extraño sucedió.
De repente, el spread —la diferencia entre el precio de compra y venta— se amplió de manera inusual.
El beneficio desapareció.
+0€
-50€
—Lucas, el spread acaba de aumentar…
—No te preocupes, es normal en momentos de volatilidad.
Pero Marcos no estaba tan seguro. La volatilidad era mínima, no tenía sentido que el spread se ampliara tanto.
-100€
—Esto no me gusta.
—Tranquilo, Marcos. Los grandes traders saben aguantar las fluctuaciones. Mantén la calma.
El precio volvió a subir.
+200€
Marcos suspiró aliviado.
Pero entonces, justo cuando pensaba en cerrar con ganancias, el precio de venta que ofrecía el broker no coincidía con el que mostraban otras plataformas.
—Lucas, en TradingView el oro está en 1.943, pero aquí me lo están marcando en 1.940.
—Eso pasa a veces. Cada broker tiene su propia liquidez. No te preocupes por esos pequeños desajustes.
Pero Marcos sí se preocupó. Ese “pequeño desajuste” significaba que estaba dejando de ganar dinero.
Aún así, decidió esperar.
Entonces, una gran vela roja apareció en la pantalla.
El precio bajó bruscamente exactamente hasta el nivel donde había puesto su stop-loss… y luego rebotó.
Orden cerrada: -500€
—¡Lucas! ¡Me sacó justo en el mínimo!
—Sí, ha habido una barrida de stops. Ocurre a menudo en los soportes importantes. No pasa nada. Lo bueno es que el movimiento confirmó la dirección. Si entras de nuevo ahora, puedes aprovechar el verdadero impulso alcista.
—¿Quieres que vuelva a entrar?
—Claro. Ya viste cómo funcionó la estrategia, solo que hubo una sacudida antes del movimiento real. Compra otra vez.
Marcos dudó. Algo dentro de él le decía que algo no estaba bien. Pero Lucas sonaba tan seguro…
Nueva compra: 15.000 euros en oro, apalancado 1:10.
—Perfecto, Marcos. Ahora sí estamos bien posicionados.
Marcos miró la pantalla.
El precio subía lentamente… pero esta vez, el spread se amplió aún más.
Ganancia en el mercado: +300€
Ganancia en la cuenta: +50€
Algo aquí no cuadraba.
Y lo peor estaba por venir.
Continuará…