La otra conexión millonaria de Jacinto Rey: del Chaco a La Tablada- El mundo del dinero encierra claves de poder y de intereses que explican el sentido de muchas operaciones, movimientos y desenlaces. Ibex Insider ofrece pistas para entender a sus protagonistas
27/07/2020 05:30h
Es uno de los grandes latifundistas de Sudamérica y el propietario de una de las mayores bolsas de suelo residencial de Buenos Aires. Aun así, el empresario Jacinto Rey (Pontevedra, 1951), alma máter y máximo accionistas de Grupo San José, es mas conocido en nuestro país por la Operación Chamartín. Su inversión estrella, que ha tardado casi 30 años en ver la luz, recibió el último visado oficial la semana pasada. Arranca al fin un proyecto urbanístico que transformará la zona norte de Madrid, un ámbito de 310 hectáreas que albergará, entre otros elementos, más de 10.000 viviendas.
Cómo logró colarse un recien llegado a la construcción en la operación urbanística más importante desde la Transición es el mejor ejemplo de la perspicacia y misterio que rodean a este emprendedor "hecho así mismo", como otras muchas grandes fortunas gallegas de esa generación. Formado por los jesuitas en la Laboral de Gijón, donde costeó su formación dando clases de Matemáticas
a principos de los 70 llegó a una constructora de Pontevedra por casualidad y a tiempo parcial, sin tener ni idea del mundo del ladrillo y con solo 22 años, sin saber que aquella sería la empresa de su vida.
Un golpe de fortuna (dado el "timing") hizo que a finales del año pasado vendiera el 14% de la sociedad propietaria del desarrollo de Madrid Nuevo Norte por casi 170 millones de euros a la socimi Merlin (conserva otro 10%). Con esa inyección de liquidez, el gallego apuntaló las finanzas del grupo, renqueante durante toda una decada, con riesgo de quiebra incluido, tras comprar la mayoría de la promotora Parquesol en el todavía caliente 2006, antes de que la crisis en ciernes se manifestara.
15 años después vuelve al punto de partida tras superar la osadía de cargar con más de 2.000 millones de deuda.
Por el camino, cuando tenía viento de cola y
San José facturaba más de 1.000 millones al año, Rey cerró otras de las operaciones singulares de su carrera: la compra de Carlos Casado, es decir, de la propietaria entonces en más de 300.000 hectáreas agropecuarias en el Chaco, terrenos al norte de Paraguay equivalentes en extensión a Guipuzcoa. Se hizo con una cotizada con origen más de un siglo atrás, fruto del patrimonio amasado por otro español, el palentino
Carlos Casado del Alisal, hecho empresario y banquero en la Argentina en construcción de finales del XIX, donde llegó a ser la primera fortuna.
El flechazo del empresario gallego por este pais nació mucho antes, a raíz de la internacionalización de San José acometida durante los 90. Gracias a importantes obras de edificación, como las rehabilitaciones del Teatro Colón o la propia Casa Rosada, Rey se labró reputación, hasta convertirse en la constructora de cabecera de la multinacional
Auchan (Alcampo, Leroy Merlin) para su entrada en el país al final de esa decada. De esa relación y de la espantada del grupo francés tras una decada perdiendo dinero, San José aprovechó la conyuntura para otra jugada a largo plazo característica del gallego.
Al tiempo que Auchan vendía su negocio en el Gran Buenos Aires al gigante estadounidense Wal-Mart antes del verano de 2007, los activos inmobiliarios sin desarrollar por la francesa fueron a parar a manos de Jacinto Rey. De esa manera, San José se convirtió en propietario de una ámbito de La Tablada, una localidad del cinturón metropolitano donde tiene derechos para desarrollas hasta 20.000 viviendas. Para hacerse una idea de la magnitud y la potencialidad del activo, representa el doble de unidades previstas en la Operación Chamartín recién aprobada en Madrid.
Una de sus características es jugar a largo plazo. La otra, cultivar un deliverado perfil bajo, pese a cotizar en bolsa desde hace más de una década. Eso no impide que tenga una prolija agenda internacional de contactos y cierta ambición de influencia, teniendo presente que la cartera va a la derecha y el corazón a la izquierda. Un claro ejemplo de esa vocación, para tener voz de manera interpuesta, son sus incursiones en el mundo de la prensa, tanto en el Madrid de los negocios,
a traves del diario "El Economista" como en su Galicia natal, con la cabezera "Xornal", de las que fue accionista de referencia.
Otras relaciones con el universo del periodismo son mucho mas desinteresadas, pero ayudan a definir el perfil político del empresario. Suyo es el archivo del periódico A Nosa Terra, editado en gallego hasta 1936, referente del ideal galleguista y luego rescatado de manera intermitente desde el exilio. Aunque quienes le tratan conocen de su condición de nacionalista de izquierdas, solo una famosa foto a bordo de su yate con el entonces vicepresidente de la Xunta, Anxo Quintana, lider del BNG que formó gobierno con el PSOE de Pérez Touriño, cristalizó en una imagen lo que todos sabían.
Pese a su discreción enfermiza, su capricho de mar es mas dificil de esconder. Sobre todo porque
Espiritu del Xarey (acrónimo de Xacinto Rey) es una embarcación de lujo de 43 metros de eslora con la que viaja a lo largo y ancho del mundo, aunque con Xanxenxo como puerto de referencia. Por su cubierta han pasado personajes de todo tipo, pero aquella foto con el referente del bloque galego a las puertas de unas elecciones autonómicas (primavera de 2009), aunque fuera tomada meses atrás, sirvió de munición para el PP, que recuperó la Xunta a manos de Alberto Nuñez Feijoo.
Aunque entró en el negocio eólico en epoca del bipartito, hacía decadas que San José salió de Galicia para crecer como empresa. Primero haciendo colegios y facultades por media España en tiempos de la UCD, luego como constructor de edificios singulares y más tarde en el negocio de las infraestructuras. Sin embargo, ese crecimiento natural sigue sin explicar como logró convertirse en el socio de Argentaria para la citada Operación Chamartín, por mucho que algún contacto en el gallego Banco Simeón (filial del banco publico) le abriera puertas para llegar hasta el presidente
Francisco Luzón.
El destino quiso que la operación gestada a comienzos de los 90 bajo mandato socialista y junto a una entidad pública terminara con el tiempo dependiente de administraciones del Partido Popular y con un banco fusionado como BBVA, donde mandaba otro gallego,
Francisco Gonzalez. Lejos de congeniar, ambos cultivaron una desconfianza mutua durante casi los 20 años de socios a la fuerza. En el caso de Rey, siempre con la sospecha de que su paisano quería sacarle de la operación (San José tenía el 27,5%) y capturar para el banco la gloria y los millones de la tortuosa operación urbanística.
Sin embargo, el gallego nunca renunció a su espacio ni al desarrollo de la operación de su vida. Ni se delcolgó ante las ampliaciones de capital del BBVA ni dio por perdida la batalla ante políticos como
Esperanza Aguirre, con una labor de lobby sofisticada a veces y explícita otras, con su paisano
Pepe Blanco como ministro de Fomento. Sin embargo, siempre con la sospecha de que fuerzas sin identificar conspiraban contra su obra. Chamartín es su legado, como lo es San José, donde hace años ya mandan sus hijos Jacinto y Javier, a los que deja trabajo y fortuna al norte de Madri para una decada.
De El Confidencial (Carlos Hernanz)
https://www.elconfidencial.com/mercados/ibex-insider/2020-07-27/la-conexion-millonaria-de-jacinto-rey-el-chaco-la-tablada-y-chamartin_2696411/