Seat se lanza a la venta de vehículos en Latinoamerica
El primer paso de la firma es entrar en Chile, el mercado más estable de la región, para desembarcar a continuación en el resto de países. El objetivo es diversificar sus ventas concentradas ahora en Europa.
Seat vuelve a retomar el viejo sueño de conquistar América Latina. El equipo directivo de la filial española de Volkswagen prepara su asalto definitivo a los países sudamericanos para incrementar sus ventas y salir de la crisis que provocó el recorte de cerca de mil puestos de trabajo el año pasado.
El primer paso es Chile, el país más atractivo para las inversiones extranjeras por su estabilidad económica y la ausencia de aranceles a la importación de automóviles. El objetivo es usar este país como punta de lanza para entrar, a corto plazo, en el resto de mercados de la región, desde Bolivia a Panamá, según fuentes cercanas a la empresa.
"Latinoamérica siempre ha sido el mercado natural de la marca, pero por ahora no hay nada concreto ni en Chile ni en ningún otro país", subrayó un portavoz de la firma.
En esta primera etapa del asalto a América no están Argentina y Brasil. Seat también quiere estar presente en estos mercados, los dos más grandes de la región, pero eso requiere un estudio más cuidadoso por la fuerte competencia entre las marcas.
Además, de hacerlo, sería a través de las potentes filiales de VW, lo que le obliga a negociar con su matriz. De hecho, la firma podría ensamblar sus coches en la factorías que el grupo alemán posee en estos países aprovechando los componentes enviados desde Cataluña.
Fabricación
En su anterior intento de conquistar América, a principios de esta década, Seat fabricó algunos de sus modelos en la factoría argentina de VW. La marca llegó a estar presente en más de diez países latinoamericanos, entre ellos Argentina y Brasil, y barajó la entrada en pequeños mercados como Costa Rica, Ecuador o Panamá.
La estrategia, sin embargo, dio un giro de 180 grados cuando Volkswagen decidió convertir a Seat en una firma deportiva dentro del grupo, a imagen de Audi. A esto se unió la crisis argentina y los problemas económicos de otros mercados.
Seat decidió entonces aparcar sus planes americanos. Actualmente, la presencia de Seat en América Latina se limita a México, uno de los mercados de más éxito de la firma con unas ventas de veinte mil unidades al año. Además, conserva algunos concesionarios en Colombia, Argentina, Perú y Venezuela, pero sus ventas son marginales, tras frustrarse su anterior asalto a la región.
Seat baraja volver a Sudamérica de la mano de importadores privados. El principal candidato es Bergé Automoción, la compañía española que se ha convertido en el mayor importador de vehículos del sur del continente americano. Bergé vende coches en Chile, Perú, México y Argentina.
Uno de los problemas de Seat es que, con la excepción de México, sus ventas se concentran en Europa, por lo que es muy vulnerable a los vaivenes del viejo continente. En 2005, comercializó 401.073 unidades (un 12% menos), de las que 147.049 fueron en España y el resto (254.024) en el exterior, el noventa por ciento en Europa. El resultado es que entró en pérdidas en 2005 –62 millones de euros–, las primeras en diez años.
Seat necesita crecer fuera porque Europa es un mercado muy maduro. Además, las marcas asiáticas han lanzado una fuerte ofensiva que está reduciendo la cuota de las firmas tradicionales.
Estados Unidos
Seat también quiere reforzar su presencia en algunos mercados europeos con posibilidades de crecimiento, como Ucrania. Según la revista Automotive News, la firma podría montar sus vehículos en la planta de la empresa local Eurocar para reducir los costes arancelarios.
A medio plazo, tampoco descarta introducirse en el mercado de Estados Unidos. Primero, Seat va a estudiar los costes de adaptación de sus vehículos a las normas norteamericanas.
La entrada en nuevos mercados forma parte de los nuevos planes estratégicos de la dirección para ampliar la gama de produ
