Jordi,
Este asunto me suena, aunque con personas no tan mayores (unos 75 años).
Yo te digo lo que me ha enseñado mi propia experiencia: desconfía y revisa si puedes las comisiones y todo lo demás. Por desgracia no te puedo asesorar sobre temas legales. Y tienes derecho a tener sospechas, y por desgracia sólo te puede ayudar que el familiar os recupere la confianza.
Te cuento mi caso: La entidad bancaria, la de color azul. Iba el director en persona al domicilio de estos abuelos (vivían alejados uns km de la oficina) y todo parecía correcto. Hasta el momento en que se decidió supervisar y unificar las cuentas en esa y en otras entidades (estas últimas con menos movimiento). Se solicitó a este director la relación de productos y cuentas y dio una lista. Pues según la persona mayor, contable de toda la vida, de los de antes, faltaba una cuenta con X miles de euros. Se le pidió al bancario si había alguna cuenta más y la respuesta era que no, y se le pidió varias veces hasta hacerse pesado. Al final se llegó a la conclusión que el "abuelo se había despistado" pero seguían las dudas pues se trataba de una persona muy metódica en cuentiones contables, en cuya cabeza toda la vida había habido números. Pues bien, un par de meses después, por pura casualidad, un familiar encontró un contrato dentro de un archivador, referente a una cuenta a plazo con un importe de igual cantidad que el que ya había advertido la persona mayor. Al ir a la entidad el director era todo excusas y mil perdones. Yo NO me creo que el individuo hubiese obrado de buena fe. Hoy está todo informatizado y esto sucedió hace unos 10 años.
La confianza da asco, al menos en este caso que te he contado. El bancario si es honesto velará en primera instancia por el banco y sólo en segunda instancia por el cliente. Si es deshonesto, velará por su bolsillo.
Hace unos años hubo un caso en Barcelona, similar al más reciente que ya expuesto otro forero, que salió en los medios, de un director (en este caso director general de una pequeña entidad), muy ilustrativo, aunque en este último caso, los importes ya mareaban y había "queridas" involucradas -el hombre estaba verdaderamente encoñado-:
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/09/26/barcelona/1348657567.html