La corrupción inmobiliaria: un año después (I)
Esto no tiene desperdicio.
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La corrupción inmobiliaria: un año después
Juan Luis Galiacho
Rebelión http://www.rebelion.org/spain/040606lac.htm
El próximo día 10 de junio se cumple un año del caso del transfuguismo inmobiliario-político madrileño. Aquella mañana todo estaba tranquilo, en apariencia, se votaba la constitución de la mesa permanente de la Asamblea de Madrid y nadie sospechaba que a media mañana saltaría la sorpresa y la conmoción política. Se comenzaría a descubrir una red de corrupción política amparada en el negocio de la construcción inmobiliaria, un hecho que ya era conocido desde tiempo atrás (caso Filesa) pero que nadie en la actualidad había querido destapar por los propios intereses especulativos y dinerarios que conlleva.
Sin embargo, la noche anterior al ya famoso día de autos, el diputado tránsfuga Eduardo Tamayo lo tenía todo claro y meditado. Se ponía en contacto con sus amigos los constructores Francisco Bravo y Francisco Vázquez, militantes del PP en la localidad madrileña de Villaviciosa de Odón, para solicitarles una habitación de hotel, ya que conocía sus vínculos empresariales y su amistad con el hotelero navarro Antonio Catalán, dueño de la cadena AC y con el que mantienen diversos negocios inmobiliarios en la comunidad de Madrid.
Los constructores pusieron a trabajar a su guardia de corps, entre ellos a E. Cabezas, pero no pidieron más detalles ya que creían que se trataba de un nuevo lío amoroso del diputado socialista del que ya conocían sus andanzas por Venezuela. Tras varios intentos fallidos de reserva, al final no fue en la cadena AC, ni tampoco en el Husa Princesa donde también se negocio una suite, el elegido fue el hotel NH Los vascos, situado donde antes se emplazaba el antiguo Estadio Metropolitano del club Atlético de Madrid. Se daba la circunstancia que NH es una cadena hotelera que en su día también perteneció a Antonio Catalán.
Una vez resuelto el tema de la habitación del hotel, Tamayo alquiló para su huida un vehículo Peugot 607 azul, matrícula 2717-CGT, que alquiló en el concesionario Transportes Españoles, filial de ATESA, y situado en el Paseo de la Castellana nº 130. Además contrató a dos fornidos guardaespaldas de la empresa Segurisa. Para todas estas gestiones contó la ayuda de su amigo y militante del partido, conocido en la sede de la FSM como "Goyo".
Esa misma mañana del día 10 de junio, Tamayo llamó a sus principales contactos desde el teléfono móvil que le había asignado el partido, por lo que tanto Alfredo Pérez Rubalcaba como José Blanco disponían del listado de todas sus llamadas. Desde ese teléfono llamó a su compañero y amigo personal, el abogado José Esteban Verdes López-Diéguez, marido de la concejala del PP en Madrid y a su vez miembro del equipo de Alberto Ruiz-Gallardón, Paloma García Romero. El abogado Verdes y el diputado Tamayo, al margen de cuestiones profesionales relacionadas con el mundo de la construcción, comparten una de su aficiones favoritas: la caza, habiendo coincidido en numerosas cacerías organizadas por altos cargos de empresas constructoras. Precisamente, el abogado Verdes tiene expuestos en su despacho, situado en la céntrica calle de Ortega y Gasset de Madrid, nº 25, al lado de las principales tiendas de moda y centros de belleza de la capital de España, los múltiples trofeos alcanzados en sus cacerías. Verdes, amigo personal del consejero delegado de Prisa Juan Luis Cebrián, posee una finca cinegética en la provincia de Jaén, colindante a la del popular dirigente socialista andaluz Gaspar Zarrías, conocido por ser el "recaudador" del PSOE de Manuel Chaves.
Se da la circunstancia que la caza es uno de los puntos principales de encuentro de empresarios, constructores y políticos. Y que son muchas las cacerías organizadas por las principales empresas constructoras a las que acuden todo tipo de dirigentes políticos del Estado español, empezando por el ex ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, y acab