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El confidencial 20/11/03
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AGRUPACIÓ MUTUA VENDE ACTIVOS PARA CUBRIR LOS AGUJEROS QUE LE PUEDA DEJAR SU PARTICIPACIÓN EN BANKPYME
Agrupació Mutua se prepara para cerrar de manera satisfactoria la recta final del ejercicio. De momento, la aseguradora catalana se deshizo la semana pasada de su participación (6%) en la empresa de capital riesgo Catalana d´Iniciatives. Este paquete ha sido adquirido a partes iguales por la Generalitat de Cataluña y el Ayuntamiento de Barcelona por algo más de cuatro millones de euros.
Las especulaciones que ha desatado esta operación en el seno del empresariado catalán no son pocas. El hecho de que la operación se cerrara en plena campaña electoral, días antes de los comicios, y que el tándem comprador estuviera formado por la parte institucional de la empresa de capital riesgo, donde Generalitat y Ayuntamiento de Barcelona son socios de referencia (ahora con un 13% respectivamente), ha provocado interpretaciones que difieren de la versión oficial.
La urgencia vendedora de Agrupació Mutua tiene una fácil explicación: sanear sus cuentas y, más concretamente, cubrir su balance de posibles contingencias por su participación en Bankpyme, banco del que la aseguradora es socio de referencia con un 31% y responsable de su gestión. Como ya adelantó este diario, la complicada situación por la que atraviesa Bankpyme ha hecho que Agrupació Mutua esté especialmente interesada en dar entrada a un socio financiero que haga viable el proyecto (ver edición de El Confidencial del 9 de octubre).
Con una estrategia comercial localizada en el ámbito catalán y en las sinergias comerciales que le ofrece Agrupació Mutua, Bankpyme se ha visto obligada a recortar gastos y a realizar extraordinarios para aguantar el tirón de las pérdidas. Los beneficios registrados en el primer semestre de 2003, después de dos años de números rojos, se deben a las plusvalías de 12,5 millones de euros cosechadas por la venta del 1,8% que tenían del holding Bolsas y Mercados Españoles, al igual que por la reducción de las provisiones por insolvencias.
“A pesar de su condición de banco, su actividad como tal es mínima, no pasa de ser una gestora de fondos, lo que explica sus malos resultados tras la crisis general de ese área de negocio a raíz del desplome bursátil provocado por los atentados del 11 de septiembre de 2001”, asegura un destacado financiero catalán.
Precisamente, la oposición de una parte de la aseguradora a la estrategia bancaria seguida por la entidad le costó el cargo este verano a su primer ejecutivo, José Luis Torra, responsable también de la entrada de Agrupació Mutua en Catalana d´Iniciatives. Llama la atención que tanto la Generalitat como el Ayuntamiento de Barcelona hayan manifestado ya su interés por desprenderse el porcentaje recién comprado.