Margin call

La margin call, también conocida como llamada de margen, es el aviso que nos da el broker cuando nuestro nivel de depósito se encuentra muy cercano al margen mínimo, o lo que es lo mismo, que no quedan garantías para cubrir el riesgo de nuestra posición.

El concepto margin call es un concepto muy utilizado en el mundo de las finanzas.

Cuando hablamos de una margin call, o lo que en español se conoce como llamada de margen, lo que ocurre es que, operando con apalancamiento, nuestra posición, es decir, el activo en el que hemos invertido ha sufrido una caída que se come nuestro capital, quedando este por debajo del nivel mínimo exigido de garantías que establece el broker. En este momento, el broker nos avisará, a través de una margin call, para notificarnos la situación.

En este escenario, tendremos dos opciones: 

En otras ocasiones, el broker, pese a que nuestra cuenta presente garantías suficientes, puede hacernos una margin call, al anticipar este sucesos que podrían generar volatilidad en los mercados. De esta manera, el broker garantiza que el inversor cuenta con garantías suficientes como para poder mantener las posiciones y el margen, en caso de darse esa volatilidad esperada.

 
En caso de recibir una margin call, debemos estar tranquilos y no ponernos nerviosos. Antes de nada, tenemos diversas opciones, como hemos dicho anteriormente.

Por un lado, si operamos con apalancamiento y recibimos una margin call de nuestro broker, bastaría con aportar los fondos que este nos diga que son necesarios para cubrir el margen, y de esta manera ya estaría todo solucionado. Al contar con garantías, el broker ya tiene lo que solicitaba con la margin call.

Por otro lado, otra opción que tenemos es no aportar fondos, cerrando la posición que se encontraba abierta. Aunque en este caso he de señalar que estaríamos cerrando la posición asumiendo las pérdidas que esta decisión conlleve.

Cuando recibamos una margin call, como vemos, tenemos diversas opciones entre las que escoger. Ahora bien, debemos saber las consecuencias de cada una de estas decisiones, así como conocer, antes de nada, nuestra capacidad para tomar cada una de ellas.

Imaginemos que queremos abrir una posición en bolsa, por la que nos piden 20.000 dólares. Sin embargo, mirando nuestra cuenta vemos que únicamente disponemos de 8.000 dólares.

Pese a ello, decidimos apalancarnos y llevar a cabo la operación. No obstante, antes de nada, el broker nos exige un 20% de garantía para abrir la posición.

Teniendo en cuenta que tenemos 8.000 dólares, ya tendríamos el 20%, por lo que podríamos abrirla.

Sin embargo, por una repentina caída, nuestro activo se desploma, y el valor de nuestra posición pasa de 20.000 dólares a 13.000 dólares. Teniendo en cuenta que hemos perdido 7.000 dólares, el valor de nuestra garantía se reduce a 1.000 dólares.

Si volvemos a calcular tras la depreciación del activo, observamos que el 20% de garantía exigida, en este escenario, se sitúa en los 2.600 dólares. Si tenemos en cuenta que en nuestra garantía quedan únicamente 1.000 dólares, estamos en una situación de margin call.

En este mismo instante, nuestro broker se pondrá en contacto con nosotros, para solicitarnos fondos de cara a mantener la posición y no consolidar las pérdidas, cerrándola.

Margin Call es un concepto que ha dado nombre a películas y títulos de Hollywood que hoy encontramos en plataformas como Netflix, HBO, Amazon Prime, entre otras.

Una de las más conocidas es la protagonizada por el actor Kevin Spacey, dirigida por el norteamericano J.C. Chandor.

Esta película, publicada en 2011, cuenta la historia de ocho financieros, empleados de un importante banco de inversión. Esta historia se sucede durante las 24 horas previas al inicio de la Gran Recesión de 2008.