Indicador económico

Un indicador económico es un tipo de dato económico, el cual, extraído mediante la estadística, nos permite conocer el estado pasado y presente, y anticipar el futuro, de una economía determinada.

Al igual que utilizamos un termómetro para medir la temperatura de nuestro cuerpo cuando estamos malos, los economistas utilizan los indicadores económicos para medir el estado de una economía.

Un indicador económico es un tipo de dato económico, el cual nos permite conocer el estado de una economía.

Pero hay que señalar que existen una infinidad de indicadores económicos, pues, dentro de una misma economía, que podemos medir a través del producto interior bruto (PIB). Tenemos indicadores para medir todas aquellas variables que influyen en esta, como puede ser el desempleo, que mediríamos a través de la tasa de desempleo, o la inflación, que la seguiríamos a través de indicadores como el índice de Precios al Consumo (IPC).

En esencia, los indicadores económicos permiten a los economistas y no economistas analizar la economía, o una parte de ella, y ver cómo esta evoluciona. De esa manera, podemos estudiar estos indicadores a través de su serie histórica para analizar, por ejemplo, la evolución del ciclo económico y sus distintas fases.

Tipos de indicadores económicos

Como hemos comentado, existen indicadores económicos como el PIB, que ayudan a medir una economía a nivel general, así como otros indicadores como la tasa de desempleo, que ayudan a medir una parte concreta de dicha economía.

Una primera clasificación podría ser la realizada entre indicadores macroeconómicos e indicadores microeconómicos.

Indicadores macroeconómicos: Las magnitudes son magnitudes agregadas, es decir, miden la economía en general, como ocurre con el PIB. Un ejemplo de indicador macroeconómico es el PIB, que no distingue por sectores y aglutina toda la producción de los agentes económicos de un país.
Indicadores microeconómicos: Como indica su nombre, miden la microeconomía, por lo que se centran en los millones de unidades productivas que conforman una determinada economía, y lo hacen de manera individual. Dicho esto, algunos ejemplos podrían ser los indicadores financieros que utilizamos para medir la salud de una empresa. Estos nos permiten conocer el estado de un agente económico concreto.

Sin embargo, hay que señalar que, además de esta clasificación, existen otros tipos de indicadores económicos, en función de otras características, como puede ser el tiempo de reacción, el ámbito o la tendencia.

En este sentido, podríamos clasificar los indicadores económicos, atendiendo al tiempo de reacción del indicador, de la siguiente forma:

Indicadores económicos adelantados: El valor que muestra el indicador económico sufre modificaciones antes de que los cambios se produzcan en la economía, permitiendo predecir el comportamiento futuro de la misma. Un ejemplo podría ser el indicador adelantado del IPC, el cual aproxima el próximo dato mensual de IPC; aunque el mejor ejemplo de indicador adelantado, según los economistas, es la bolsa de valores.
Indicadores económicos de ciclo o coincidentes: El valor que muestra el indicador económico comienza a mostrar variaciones cuando estas se están dando, de manera simultánea y, por ende, coincidente, en la economía. Estos indicadores precisan una alta frecuencia en la recogida de datos.
Indicador económico atrasado o rezagado: El valor que muestra el indicador económico comienza a sufrir esas variaciones una vez estas ya se han manifestado en la propia economía. En cierta forma, el valor del indicador es el producto de lo ocurrido, como ocurre con la tasa de desempleo.

De la misma manera, podríamos clasificar los indicadores económicos, atendiendo al contexto y la tendencia, de la siguiente manera:

Indicador económico procíclico: El comportamiento que muestra el indicador, o mejor dicho, el valor del indicador, va en sintonía con el ciclo económico. En otras palabras, podríamos decir que se observa una estrecha correlación entre la evolución económica y el valor que muestra el indicador. El PIB es el mejor ejemplo de indicador procíclico.
Indicador económico contra cíclico: El indicador contra cíclico es aquel en el que el comportamiento que muestra el valor van en sentido contrario a la tendencia observada. Si la economía registra una situación negativa, el indicador contra cíclico sufrirá una variación positiva. En otras palabras, diríamos que existe una correlación inversa. Pensemos, como ejemplo, en la desigualdad. Aumenta en tanto en cuanto decrece la economía, o en la tasa de desempleo, que aumenta en tanto en cuanto decrece el PIB.
Indicador económico acíclico: No existe correlación alguna entre lo que ocurre en una determinada economía y lo que muestra el indicador económico. Muchos índices bursátiles, en muchas ocasiones, no presentan correlación alguna con el ciclo económico.

Por último, podemos clasificar los indicadores económicos en función del ámbito en el que se basan, o la variable que miden.

En este sentido, un ejemplo podría ser la siguiente clasificación:

Indicadores del mercado de trabajo: Tasa de desempleo, población activa, pirámide demográfica...
Indicadores de crecimiento económico: Producto interior bruto (PIB), producción industrial y servicios, demanda y consumo...
Indicadores de precios: Índice de Precios de Consumo (IPC), inflación subyacente, precios de materias primas...
Indicadores financieros: VAN, TIR, ROE...
Indicadores de comercio: Balanza comercial, Balanza de pagos...

Indicadores económicos más importantes

Entre los principales indicadores económicos que nos encontramos, los más importantes, y que conviene resaltar, son los que mencionamos a continuación:

Producto interior bruto (PIB): Mide la producción de una economía y determina su crecimiento.
Tasa de desempleo: Mide el porcentaje de personas desempleadas respecto a la población en edad de trabajar. Determina, también, el crecimiento de una economía y el bienestar de la población.
Tipo de interés: Mide la facilidad de crédito que hay en una economía, pudiendo determinar el estado del ciclo económico en el que se encuentra una economía atendiendo al nivel de estos tipos.
Prima de riesgo: Mide el sobrecoste que tiene que pagar un emisor de deuda frente a otro emisor que se considera referencia, por ser, también, la opción "menos arriesgada".
Salarios: Indicadores como el salario medio o mediano nos permiten conocer el poder adquisitivo de las familias, complementando estos con otros indicadores.
Índice de Precios al Consumo (IPC): Mide el nivel de los precios de los bienes y los servicios en una economía. Por ende, junto a los salarios, determina el poder adquisitivo de las familias.
Inflación: Registra un incremento continuado y sostenido del IPC.
Tipo de cambio: Permite conocer la fortaleza de una determinada divisa frente a otra, siendo esto determinante para conocer la competitividad de las empresas de un país frente a otras, entre otros muchos aspectos de gran relevancia.
Deuda y déficit: Permiten conocer la salud financiera de una economía, permitiendo conocer el estado de las cuentas de un país.
Balanza de pagos: Registra todas aquellas operaciones comerciales, de servicios y de movimientos de capitales que realiza un país con el exterior.
Confianza del consumidor y el empresario: Registra el sentimiento que tienen los empresarios y los consumidores en un país, permitiendo conocer las expectativas de los agentes económicos que forman parte de una economía.

Como conclusión, no podemos acabar sin antes mencionar que, además de todos los citados en el artículo, existen otros muchos indicadores económicos que son utilizados en el análisis económico. Lo mejor para ejecutar un buen análisis es combinar los máximos posibles, permitiendo ello un análisis más amplio de la economía en cuestión.