Economía sumergida

La economía sumergida, también conocida como economía informal, se refiere a la actividad económica que se realiza fuera del ámbito de la regulación y la fiscalización del Gobierno, y por tanto, no se declara ni se paga impuestos por ella.

La economía sumergida, también conocida como economía informal, economía en negro o economía subterránea, se refiere a todas aquellas actividades económicas que no están registradas oficialmente y, por lo tanto, se escapan del control y la regulación gubernamental, así como del pago de impuestos y contribuciones a la seguridad social.

Esta actividad económica puede ser realizada por individuos o empresas que operan sin registrarse formalmente, o por trabajadores que reciben ingresos sin declararlos o sin pagar las contribuciones a la seguridad social correspondientes. Además, es preciso señalar que la actividad realizada puede ser legal o ilegal, en ambos casos podría darse la existencia de economía sumergida.

La economía sumergida puede ser una forma de evasión fiscal, lo que significa que los ingresos obtenidos no se declaran a las autoridades fiscales, lo que les impide gravarlos y recaudar impuestos. También puede ser una forma de evasión de otras regulaciones, como las normas laborales y las normas medioambientales.

Si bien la economía sumergida puede generar ingresos y empleo para aquellos que participan en ella, también puede tener efectos negativos en la economía en general, ya que reduce los ingresos fiscales del Gobierno y distorsiona la competencia entre las empresas que operan legalmente y las que operan en la economía sumergida. Además, la falta de regulación y fiscalización puede llevar a prácticas laborales precarias y condiciones de trabajo inseguras.

¿Qué se considera economía sumergida?

La economía sumergida puede incluir una amplia variedad de actividades y prácticas, entre las que podemos destacar las que se muestran a continuación:

Trabajo no declarado: Personas que trabajan sin contrato ni registro oficial, lo que significa que no pagan impuestos ni cotizaciones a la seguridad social y no están cubiertas por las protecciones laborales.
Empresas informales: Negocios que no están registrados oficialmente y que no cumplen con las regulaciones fiscales, laborales y comerciales. Estos negocios pueden incluir vendedores ambulantes, trabajadores autónomos no registrados y empresas familiares no declaradas.
Actividades ilegales: La economía sumergida también puede incluir actividades económicas que son ilegales, como el tráfico de drogas, la prostitución, la trata de personas, el contrabando y el comercio de bienes robados.

Estas son solo algunas de las prácticas más habituales, pero hemos de señalar que la economía sumergida se encuentra muy presente en nuestro día a día.

¿Cómo afecta a la economía la economía sumergida?

Teniendo en cuenta lo comentado anteriormente, hemos de señalar que la economía sumergida tiene diversas implicaciones y consecuencias, tanto para los individuos como para la sociedad en general.

Entre las consecuencias que se derivan de la existencia de economía sumergida conviene destacar las siguientes:

Evasión fiscal: Al eludir los impuestos, la economía sumergida reduce los ingresos fiscales del gobierno, lo que puede limitar su capacidad para financiar programas públicos y servicios esenciales.
Competencia desleal: Las empresas informales que evaden impuestos y regulaciones pueden tener ventajas competitivas sobre las empresas formales, lo que puede distorsionar el mercado y perjudicar a las empresas que cumplen con las leyes y regulaciones.
Explotación laboral: Los trabajadores en la economía sumergida no están protegidos por las leyes laborales, lo que puede dar lugar a condiciones de trabajo precarias, bajos salarios y falta de acceso a la seguridad social y otros beneficios.
Calidad y seguridad: Los productos y servicios proporcionados en la economía sumergida pueden no cumplir con las normas de calidad y seguridad, lo que puede poner en riesgo la salud y el bienestar de los consumidores.
Crimen y corrupción: La economía sumergida puede fomentar la actividad criminal y la corrupción, lo que puede socavar la confianza en las instituciones y el estado de derecho.

Debido a esto, los Gobiernos a menudo buscan combatir la economía sumergida mediante la aplicación de leyes y regulaciones, la promoción de la formalización de las empresas y los trabajadores, y la implementación de políticas de educación y concientización.

Ejemplos de economía sumergida

Como hemos señalado anteriormente, la economía sumergida abarca una amplia variedad de actividades, en tanto en cuanto se encuentra presente en muchos aspectos cotidianos de nuestro día a día.

Con el fin de comprender a lo que nos estamos refiriendo, terminemos este artículo señalando algunos ejemplos cotidianos de economía sumergida que pueden ayudarnos:

Trabajo doméstico no declarado: Empleados domésticos, como limpiadores, niñeras y jardineros, que trabajan sin contrato ni registro oficial y no pagan impuestos ni cotizaciones a la seguridad social.
Vendedores ambulantes: Personas que venden productos en la calle sin permisos ni licencias y que no pagan impuestos ni cumplen con las regulaciones aplicables.
Trabajo de construcción no declarado: Trabajadores de la construcción que son contratados informalmente y no están registrados, lo que significa que no están protegidos por las leyes laborales y no pagan impuestos ni contribuciones a la seguridad social.
Servicios profesionales informales: Profesionales, como electricistas, fontaneros o mecánicos, que ofrecen sus servicios sin estar registrados y sin emitir facturas, evitando el pago de impuestos y cumplimiento de regulaciones.
Negocios familiares no registrados: Pequeñas empresas familiares, como tiendas de comestibles o talleres de reparación, que no están registradas oficialmente y no cumplen con las regulaciones fiscales y comerciales.
Subarriendo no declarado: Propietarios que alquilan habitaciones o propiedades sin declarar los ingresos y evadir los impuestos correspondientes.
Actividades ilegales: Incluyen el tráfico de drogas, la prostitución en lugares donde es ilegal, el juego ilegal, la trata de personas, el contrabando de bienes y la venta de productos falsificados o robados.

Cabe mencionar que la economía sumergida varía según el país y la región, y puede ser más o menos prevalente dependiendo de factores como la regulación gubernamental, la situación económica, las oportunidades de empleo formal y la cultura local. En muchos casos, las personas y las empresas participan en la economía sumergida debido a la falta de oportunidades en el sector formal, la burocracia excesiva o los altos costos de cumplimiento de las regulaciones.