Ahorro

El ahorro, en economía, es la parte de la renta que las familias, los individuos, así como otros agentes económicos, deciden guardar en lugar de destinarla al consumo, pudiendo hacer uso de ella en un futuro ante una necesidad.

El ahorro es un concepto bastante sencillo, pero de gran relevancia en la economía.

Cuando ahorramos, lo que hacemos es guardar una parte de nuestros ingresos y reservarlos para el futuro. En caso de una necesidad, de un imprevisto, el ahorro nos permite evitar situaciones no deseables como el endeudamiento innecesario con los consecuentes costes que este conlleva.

El ahorro es un elemento muy importante dentro de una economía. En otras palabras, juega un papel fundamental. En el ahorro se basa la inversión, se basa el consumo, así como los motores que mueven este sistema económico al que llamamos "capitalismo". Y sin ahorro, el sistema se apagaría y la economía se estancaría.

Aunque también conviene avisar que un exceso de ahorro podría no ser tan beneficioso para la economía. El propio John Maynard Keynes elaboró la paradoja del ahorro para explicar los efectos negativos de un exceso de ahorro. Y es que si la gente se excede ahorrando y no consume, cae la actividad, con ella cae el empleo, la economía se va apagando, las familias deben tirar del ahorro para sobrevivir y, en última instancia, acaban descapitalizándose por completo.

Lo mejor en este sentido es encontrar el equilibrio. Pues imaginemos qué nos ocurriría a nosotros mismos si renunciáramos a todo por ahorrar el 100% de nuestro salario...

En resumen, no es preciso destacar que desde que somos pequeños nos han enseñado a ahorrar. Y de mayores, ya hay quien ha creado su propia estrategia de ahorro, mientras que otros, sin embargo, siguen recurriendo al conocido método judío del 30-30-30. Sea como sea, en todo momento estamos hablando de ese dinero que, en lugar de consumirlo, lo reservamos para posibles imprevistos futuros. 

Atendiendo a la finalidad del ahorro, es decir, al objetivo por el que ahorramos, o a otras características como el ahorrador o el horizonte temporal, podemos hablar de diversos tipos de ahorro.

Entre los más comunes, podemos señalar los siguientes:

Atendiendo al ahorrador:

Atendiendo al horizonte temporal:

Atendiendo al objetivo:

El ahorro familiar juega un papel fundamental en las economías, pues representa la gasolina de la que dispone una economía. Tarde o temprano, ese ahorro se transformará en consumo.

Teniendo en cuenta esto, el ahorro familiar es un indicador económico que, medido mediante lo que conocemos como "tasa de ahorro", permite analizar la situación de las familias, así como extraer conclusiones interesantes. 

Como ejemplo, las familias españolas llegaron a la crisis pandémica con un ahorro equivalente a un mes de salario medio. Haciendo este análisis, podemos anticipar si hablamos de una situación de riesgo o, por el contrario, si la gente está consumiendo.

Ahorrar no es lo mismo que invertir. Aunque pueda parecer lo mismo, porque no disponemos de esos recursos, no es lo mismo.

En este sentido, la principal diferencia entre ahorro e inversión es que, al invertir, estamos asumiendo un riesgo por el que esperamos obtener un beneficio. Si hemos destinado 500 €, al cabo de un tiempo esperamos recoger esos 500 más el rendimiento que la inversión ha generado. Pero existe el riesgo de que, debido a la volatilidad, perdamos el capital invertido y, finalmente, no recojamos ni los 500 siquiera.

Cuando ahorramos, lo único que estamos haciendo es guardar dinero para, en el futuro, poder contar con un acumulado. Pero ese dinero acumulado no se encuentra trabajando, sino que se encuentra depositado en una hucha, y deteriorándose con el paso del tiempo y la incidencia de la inflación.

Por esto último que comento, siempre deben compaginarse el ahorro con la inversión. Especialmente aquel ahorro que destinamos al largo plazo. Pues ahorrar a largo plazo, teniendo en cuenta la inflación, es una práctica que únicamente nos va a llevar a perder dinero. Ya sea en fondos de inversión, en acciones, en bienes raíces o en el activo que más confianza nos dé, debemos invertir.

Si todavía no has comenzado a ahorrar, debo avisarte de que, amigo, estás en peligro.

Todos tenemos que disponer de un colchón de ahorro por cualquier situación que pueda darse, u oportunidad incluso. Y con un buen plan de ahorro, nos quitamos muchos problemas que, sin esperarlos, acaban llegando.

Muchas entidades financieras ofrecen planes de ahorro que permiten diseñar estrategias de ahorro para la ciudadanía en función de sus objetivos, preferencias, intereses, entre otras variables. Y en muchas ocasiones resultan de gran utilidad para aquellos que no tienen ni idea de lo que es el ahorro.

Con un plan de ahorro y una buena planificación, seremos más libres y dormiremos más tranquilos.