Un vehículo de inversión es cualquier instrumento, producto o método que un inversor adquiere o utiliza para invertir cierto capital en él y, por ello, obtener un rendimiento.
Una cartera en bolsa, un
fondo de inversión, una vivienda, relojes, pinturas, joyas... cualquiera de los bienes y derechos citados puede ser un vehículo de inversión. En esencia, los inversores invierten en los vehículos de inversión para, a través de ellos, generar rendimientos por el capital invertido.
El hecho de que se llame vehículo de inversión es porque invertimos capital en él y, mediante este vehículo, lo hacemos crecer o, como ocurriría en el caso del medio de transporte, moverse.
Existen una infinidad de vehículos de inversión en los que podemos invertir, atendiendo a nuestros intereses, nuestro capital, entre otras variables.
Además, las entidades bancarias, aseguradoras, entre otras empresas de servicios financieros o relacionadas, han creado instrumentos mediante los que los inversores pueden generar rendimientos de aquellos ahorros que inviertan en ellos. Un ejemplo pueden ser las cuentas remuneradas o un seguro de vida-ahorro.
¿Ahorrar o invertir?
Cuando queremos ahorrar, lo primero que hacemos es acopiar dinero en nuestros cajones, en nuestro colchón o debajo de una losa. Sin embargo, debemos saber que este dinero que estamos guardando, por el mero hecho de que existe un fenómeno al que llamamos "inflación", se está depreciando en tanto en cuanto van pasando los días.
Para ello, es preciso poner a trabajar nuestro dinero para que este comience a generar rendimientos que, como poco, sean superiores a la inflación existente en ese momento. En otras palabras, generar un rendimiento superior a la depreciación del dinero.
Para ello, los inversores utilizan los vehículos de inversión. A través de ellos, estos invierten un capital por el que obtienen un rendimiento.
Por ello, hablamos de un importante concepto en el mundo de la bolsa y las finanzas.
Vehículos de inversión inmobiliaria
Como decíamos, los vehículos de inversión son aquellos bienes o derechos, en esencia
activos, que los inversores usan para poner a trabajar su dinero y hacerlo crecer mediante la obtención de rendimientos.
En esta misma línea, un vehículo de inversión inmobiliaria es un tipo de vehículo de inversión, el cual está basado en el inmueble como vía para obtener rendimientos.
Un vehículo de inversión inmobiliaria podría ser la vivienda que adquirimos para alquilarla y obtener un rendimiento de ese alquiler. Pero de la misma manera, un vehículo de inversión inmobiliaria también podría ser un
fondo de inversión inmobiliaria, que invierte en edificios, complejos de viviendas, construcciones y promociones, compañías, entre otros activos relacionados con el sector inmobiliario.
En esencia, es un vehículo de inversión, pero en el que invertimos esperando obtener el rendimiento de actividades inmobiliarias.
Vehículos de inversión colectiva
Cuando compramos una vivienda, como en el ejemplo anterior, estamos adquiriendo un vehículo de inversión en propiedad, del cual esperamos obtener un rendimiento.
Sin embargo, si optásemos por la opción del fondo de inversión inmobiliaria, estaríamos comprando una participación de un fondo compuesto por el capital de numerosos inversores. En otras palabras, los activos que adquiere el fondo no son íntegramente nuestros, sino que son propiedad del conjunto de inversores o participes que depositan capital en ese fondo.
En esta línea, las Sociedades de Inversión de Capital Variable, conocidas por sus siglas como SICAV, son sociedades que captan fondos de numerosos inversores para, posteriormente, invertirlos conjuntamente en activos que generen rendimientos, los cuales se reparten entre los distintos inversores.
Para España reciben el nombre de Institución de Inversión Colectiva (ICC), estando estas reguladas por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
En definitiva, hablamos de vehículos de inversión, pero que adquirimos conjuntamente, con otros inversores, para obtener rendimientos. Al juntarse varios inversores y reunir más capital, estos pueden adquirir vehículos de inversión que posiblemente, de manera individual, no podrían adquirir.