Gráfico bursátil

Un gráfico bursátil es una representación visual de la evolución de los precios y el comportamiento de un activo financiero, como una acción, un índice bursátil, una materia prima o una moneda, a lo largo del tiempo. Estos gráficos son una herramienta fundamental en el análisis técnico, que es una forma de analizar los movimientos de los precios para predecir tendencias futuras en los mercados financieros.

Un gráfico bursátil es una representación visual de cómo se ha comportado el precio de un activo financiero, como una acción o divisa, en un período específico. Al mirar uno de estos gráficos, podemos ver la evolución de ese precio en días, semanas, meses e incluso años. Es una especie de huella que nos muestra el rastro del activo en cuestion.

Estos gráficos no son solo líneas en un papel o pantalla. Cada punto, cada curva, nos habla. Nos cuenta historias de cómo eventos mundiales, decisiones empresariales o simplemente el comportamiento de los inversores han influido en ese precio. Por ejemplo, un súbito descenso podría estar ligado a malas noticias para una empresa, mientras que un rápido ascenso podría ser el reflejo del lanzamiento exitoso de un nuevo producto.

Una de las curiosidades de los gráficos bursátiles es que no solo se usan para mirar al pasado. Los inversores los utilizan como herramienta de prediccion. Aunque pueda sonar un poco a magia, no lo es. Se basa en la creencia de que la historia tiende a repetirse. Si un activo ha reaccionado de cierta manera ante determinadas circunstancias en el pasado, es probable que vuelva a hacerlo en el futuro bajo condiciones similares.

Pero ahí no termina la magia de estos gráficos. Hay quienes los estudian detenidamente, buscando patrones específicos. Estos patrones, como figuras que se repiten o ciertos movimientos característicos, pueden ser señales para comprar, vender o mantener un activo. Este estudio se conoce como análisis técnico y tiene su propio lenguaje, con nombres evocadores como "cabeza y hombros" o "doble techo".

Por supuesto, no todos consideran que mirar un gráfico sea suficiente para tomar decisiones de inversión. Hay quienes prefieren sumergirse en balances, informes bursátiles y otros documentos para analizar la salud real de una empresa. Pero incluso para ellos, los gráficos bursátiles son una herramienta que ayuda a visualizar rápidamente el comportamiento pasado de un activo.

Tipos de gráfico bursátil

Ahora que ya sabemos qué es un gráfico bursátil, vamos a complicar un poco más la situación. Pues lo siguiente que debemos saber es que no existe un único tipo de gráfico bursátil, sino que existen diversos tipos, a los que podemos dar diversos usos. Algunos de estos gráficos son más sencillos, mostrando solo datos esenciales, mientras que otros son más complejos, ofreciendo una visión más detallada.

Algunos de los tipos más habituales son los siguientes:

Gráfico de líneas: Es el más simple y básico. Se traza una línea que conecta los precios de cierre de un activo durante un período determinado, ya sea días, semanas o meses. Este gráfico nos da una visión clara y rápida de cómo se ha movido un precio a lo largo del tiempo, pero no ofrece detalles sobre cómo ha fluctuado el precio dentro de ese período.
Gráfico de barras: Un poco más detallado que el gráfico de líneas. Cada barra vertical representa la actividad de precio de un activo durante un período específico. La parte superior de la barra muestra el precio más alto alcanzado, la parte inferior el precio más bajo, y las pequeñas líneas horizontales a los lados indican los precios de apertura y cierre.
Gráfico de velas o candelabro: De origen japonés y es uno de los más populares entre los inversores. Cada vela representa la actividad de precio en un período determinado y muestra los precios de apertura, cierre, máximo y mínimo. La diferencia principal es que las velas se colorean (habitualmente rojo o verde) dependiendo de si el precio ha subido o bajado. Esto facilita visualmente la interpretación de tendencias.
Gráfico de punto y figura: Este es menos común y se aleja de la representación tradicional basada en el tiempo. Se centra únicamente en los cambios de precio, ignorando el tiempo y el volumen. Es especialmente útil para detectar niveles de resistencia y soporte en el precio de un activo.
Gráfico de área: Similar al gráfico de líneas, pero el área entre la línea y el eje horizontal se colorea o sombrea. Esto pone énfasis en el precio de cierre y puede ser útil para visualizar rápidamente las tendencias generales.

Cada tipo de gráfico tiene sus propios defensores y es utilizado según las necesidades y preferencias del inversor. Algunos buscan simplicidad y rapidez, mientras que otros desean profundizar en los detalles.

Cómo leer e interpretar los gráficos bursátiles: el análisis técnico

El análisis técnico es una herramienta esencial que utilizan los inversores para tratar de predecir el movimiento futuro de un activo en base a su comportamiento pasado. Para ello, se apoya en los gráficos bursátiles. Pero, ¿cómo se lee e interpreta un gráfico bursátil mediante el análisis técnico?

Entender la base

Primero, es fundamental saber qué representa cada parte del gráfico. En general, el eje horizontal (x) muestra el tiempo y el eje vertical (y) muestra el precio del activo. Según avancemos de izquierda a derecha, podremos ver cómo ha evolucionado el precio del activo con el tiempo.

Identificar tendencias

El primer paso en el análisis técnico es identificar las tendencias del mercado. Una tendencia alcista se caracteriza por precios que suben con el tiempo, mientras que una bajista muestra precios que caen. Si no hay una dirección clara, se dice que el mercado se encuentra en tendencia lateral o consolidación.

Soportes y resistencias

Son niveles en los que el precio parece tener dificultad para superar. Imagina que el precio de una acción sube pero, al llegar a 100 euros, vuelve a caer varias veces. Eso podria ser un nivel de resistencia. Al contrario, si cada vez que baja a 80 euros rebota al alza, ese podría ser un nivel de soporte.

Formaciones y patrones

Con el tiempo, los analistas han identificado patrones en los gráficos que suelen repetirse y que pueden indicar un movimiento futuro del precio. Ejemplos de esto son el "doble techo", "doble suelo", "cabeza y hombros", entre otros. Reconocer estos patrones ayuda a tomar decisiones de inversión.

Indicadores técnicos

Existen múltiples indicadores que se pueden agregar a un gráfico para ayudar en su interpretación. Algunos de los más populares son los medios móviles, el índice de fuerza relativa (RSI) o el MACD. Estos indicadores, basados en fórmulas matemáticas, ofrecen señales sobre posibles puntos de entrada o salida del mercado.

Volumen

Es la cantidad de acciones o contratos negociados en un período y suele representarse con barras verticales en la parte inferior del gráfico. Un cambio de precio acompañado de un volumen alto puede indicar una tendencia fuerte.

A modo de conclusión, leer e interpretar gráficos bursátiles es una habilidad que se desarrolla con el tiempo y la práctica. No hay garantías en el análisis técnico, pero es una herramienta valiosa que, bien combinada con el análisis fundamental y una gestión del riesgo, puede ayudar a los inversores a tomar decisiones más informadas.

Recuerda, el pasado no garantiza el futuro, pero sí nos ofrece pistas sobre posibles escenarios.

El chartismo y los gráficos bursátiles

El chartismo es, básicamente, un método dentro del análisis técnico centrado en estudiar y analizar los gráficos de los precios de los activos en la bolsa. Es decir, cuando escuchamos hablar de chartismo, nos referimos a un enfoque que busca reconocer patrones visuales en los gráficos bursátiles para prevenir futuros movimientos de los precios.

Dicho de manera sencilla, los gráficos bursátiles son como las "páginas" en las que se "escribe" la historia de cómo se ha movido un activo. Y el chartismo es como un lector ávido que, a través de esos gráficos, trata de "leer" esa historia y, lo más importante, intenta adivinar el próximo capítulo.

Por ejemplo, imagina que observas en un gráfico que cada vez que el precio de una acción alcanza un valor de 100 euros, retrocede. Y, después de hacerlo varias veces, notas que es un comportamiento repetitivo. Eso que ha identificado, de manera muy básica, es un patrón, y es lo que busca el chartismo: patrones que se repiten y que pueden indicarnos cómo actuará el precio en el futuro.

Existen múltiples patrones en el chartismo, algunos más complejos que otros. Algunos de los más conocidos son el "doble techo", el "doble suelo" o la "cabeza y hombros". Cada uno de estos patrones, al ser reconocido por un analista cartista en un gráfico, le da pistas sobre posibles escenarios futuros del precio del activo.

Ahora bien, es importante tener en cuenta que el chartismo, como cualquier método de análisis, no es infalible. No garantiza que lo que ha ocurrido en el pasado vaya a repetirse exactamente igual en el futuro. Pero sí ofrece valiosas pautas y señales que, combinadas con otros tipos de análisis, pueden ayudar a tomar decisiones más informadas en el mundo de la inversión.

En resumen, el chartismo y los gráficos bursátiles van de la mano. Mientras que el gráfico refleja la evolución histórica del precio de un activo, el chartismo se sumerge en esos gráficos buscando patrones que le ayuden a predecir movimientos futuros.