Gestión patrimonial

La gestión patrimonial, también conocida como administración de patrimonio o wealth management en inglés, se refiere a un conjunto de servicios financieros y estrategias de inversión personalizadas destinadas a administrar y proteger el patrimonio de individuos de alto patrimonio neto y familias acomodadas.

La gestión patrimonial es una disciplina que, aunque pueda parecer compleja en su terminología, es relativamente sencilla de comprender en su concepto fundamental. Esta se ocupa de manejar y optimizar los derechos y los bienes económicos de una persona o de una empresa, con el objetivo de incrementar su valor y asegurar su crecimiento en el tiempo.

El patrimonio de una persona puede incluir una amplia gama de activos, desde dinero en efectivo y cuentas bancarias, hasta propiedades inmobiliarias, inversiones en bolsa, participaciones en empresas, joyas, obras de arte y otros objetos de valor. La gestión de este conjunto diverso de activos requiere un conocimiento experto en diversas áreas, incluyendo los mercados financieros, la planificación fiscal, la ley de sucesiones y el derecho inmobiliario, entre otros.

Los gestores de patrimonios suelen ser profesionales con amplia experiencia en estas áreas, y su trabajo consiste en asesorar a sus clientes sobre cómo organizar sus activos de la forma más efectiva para alcanzar sus objetivos de inversión a largo plazo. Esto puede implicar, por ejemplo, decidir en qué tipo de inversiones se debe colocar el dinero, cómo organizar la propiedad de los activos para minimizar la carga fiscal, o cómo planificar la herencia para asegurar que los bienes se transfieran a la siguiente generación de la forma más beneficiosa posible.

Un aspecto interesante de la gestión patrimonial es que no se limita únicamente a los aspectos financieros. Los gestores de patrimonios también pueden asesorar a sus clientes sobre cómo utilizar sus activos para apoyar sus valores personales y sus objetivos no financieros. Esto puede implicar, por ejemplo, invertir en empresas que se alinean con sus creencias éticas, o establecer una fundación benéfica para apoyar las causas que les importan.

En muchos casos, la gestión patrimonial también incluye la coordinación con otros asesores profesionales, como abogados, contables o asesores fiscales, para asegurar que todos los aspectos del patrimonio del cliente se gestionan de forma coherente. Este trabajo en equipo multidisciplinario es una de las claves para una gestión patrimonial efectiva.

Sin embargo, pese a lo dicho al inicio, la gestión patrimonial no es solo para los ricos y famosos. Muchas personas, también las menos ricas, pueden beneficiarse de una gestión patrimonial cuidadosa, especialmente si tienen un patrimonio relativamente grande o si sus asuntos financieros son complejos. Un gestor de patrimonios puede ayudarles a navegar por las complejidades de la planificación financiera y a tomar decisiones informadas que les ayuden a preservar y aumentar su patrimonio.

¿En qué consiste la gestión patrimonial? ¿Qué servicios ofrece un gestor de patrimonios?

La gestión patrimonial es un servicio de asesoramiento financiero personalizado que se encarga de la administración y aumento del patrimonio de un individuo o empresa. Su objetivo principal es maximizar el crecimiento del patrimonio a largo plazo y preservar su valor en el tiempo.

Para entenderlo de manera sencilla, podríamos decir que un gestor patrimonial actúa como un guía personal en el mundo financiero. Este profesional analiza en profundidad los activos de sus clientes, entendiendo sus necesidades y objetivos financieros, y luego elabora una estrategia adecuada para gestionar y aumentar su patrimonio.

En cuanto a los servicios que ofrece un gestor patrimonial, estos pueden ser muy diversos, pero algunos de los más comunes son:

Planificación financiera: Esto implica la creación de un plan estratégico para alcanzar los objetivos financieros del cliente, teniendo en cuenta su situación actual, sus objetivos a largo plazo y su tolerancia al riesgo.
Asesoramiento en inversiones: Un gestor patrimonial aconseja sobre en qué y cómo invertir, buscando siempre la diversificación y adaptándose al perfil de riesgo de cada cliente.
Planificación fiscal: La finalidad es estructurar el patrimonio del cliente de la forma más eficiente posible para reducir la carga fiscal, siempre dentro de la legalidad.
Planificación de la sucesión: Este servicio se encarga de organizar la transferencia de bienes a la siguiente generación de la manera más beneficiosa y eficaz posible.
Asesoramiento en filantropía: Algunos gestores patrimoniales también ayudan a sus clientes a utilizar su patrimonio para apoyar causas benéficas que sean de su interés.

En definitiva, los gestores de patrimonio ayudan a planificar cómo invertir el dinero de su cliente, cómo protegerlo de riesgos y cómo minimizar los impuestos. Pues hemos de señalar, nuevamente, que su principal objetivo es hacer crecer el patrimonio a largo plazo y cumplir con los objetivos financieros de los clientes.

¿Qué tipo de empresas ofrecen servicios de gestión patrimonial?

Si estás interesado en contratar un gestor de patrimonios, debes saber que existen varios tipos de compañías o entidades que ofrecen este tipo de servicios, como vamos a ver a continuación.

Bancos: Muchos bancos comerciales y de inversión tienen divisiones especializadas en la gestión de patrimonios, conocidas a menudo como banca privada. Estos servicios suelen estar orientados a clientes con un patrimonio significativo y ofrecen una amplia gama de servicios, incluyendo la planificación financiera, la gestión de inversiones, los servicios fiduciarios y la planificación fiscal y sucesoria.
Firmas de gestión de patrimonios: Existen empresas que se dedican específicamente a la gestión de patrimonios. Estas empresas ofrecen un enfoque holístico e integral a la gestión de patrimonios, y se ocupan de todos los aspectos del patrimonio de un cliente, incluyendo las inversiones, la planificación fiscal, la planificación sucesoria, la planificación de la jubilación, y más.
Firmas de asesoría financiera: Las firmas de asesoría financiera también pueden ofrecer servicios de gestión de patrimonios. Aunque su enfoque principal suele ser el asesoramiento en inversiones, muchas ofrecen servicios de gestión patrimonial como parte de un enfoque más amplio de asesoramiento financiero.
Firmas de contabilidad: Algunas firmas de contabilidad ofrecen servicios de gestión de patrimonios, especialmente en áreas como la planificación fiscal y sucesoria.
Firmas de asesoría legal: Algunos despachos de abogados también proporcionan servicios de gestión de patrimonios, particularmente en áreas que requieren asesoramiento legal, como la planificación de la sucesión y la estructuración de los asuntos patrimoniales.

Con todo, es importante que cada cliente evalúe sus necesidades y elija la entidad más apropiada para sus necesidades de gestión patrimonial. Esto podría incluir la consideración de factores como la experiencia de la entidad, el alcance de los servicios ofrecidos, la estructura de tarifas y el enfoque de inversión.

Ventajas y desventajas de la gestión patrimonial

La gestión patrimonial ofrece múltiples ventajas, pero también presenta algunos desafíos que se deben tener en cuenta.

Por un lado, entre las ventajas, la principal es la posibilidad de delegar la gestión de tus activos a un profesional experimentado que tiene un profundo conocimiento del mercado financiero. Este profesional puede ayudarte a tomar decisiones informadas y estratégicas con respecto a tu patrimonio, ya sea aconsejándote sobre las mejores inversiones, minimizando tu carga fiscal o planificando tu sucesión.

Además, la gestión patrimonial te permite ahorrar tiempo, ya que el gestor se encarga de todos los detalles relacionados con tus finanzas. Asimismo, al tener una visión integral de tu patrimonio, el gestor puede identificar oportunidades y riesgos que quizás tú no detectarías por tu cuenta.

Por último, la gestión patrimonial también proporciona tranquilidad. Saber que tus finanzas están en manos de un experto puede darte la seguridad que necesitas para enfocarte en otras áreas de tu vida.

Por otro lado, existen algunas desventajas que considerar. Una de las más importantes es el coste del servicio. Contratar a un gestor patrimonial puede ser caro, y no siempre garantiza rendimientos superiores. Algunos gestores pueden cobrar altas tarifas que pueden acabar comiendo una parte importante de tus rendimientos.

Además, es fundamental encontrar un gestor en quien confíes, ya que esta persona tendrá un gran control sobre tus finanzas. Desafortunadamente, no todos los gestores tienen los mismos estándares éticos, por lo que es vital hacer una investigación exhaustiva antes de contratar a alguien.

¿Qué coste tiene la gestión patrimonial?

Determinar cuánto cuesta la gestión patrimonial puede ser un tanto complejo, ya que varía dependiendo de múltiples factores como el tipo de servicio, la complejidad del patrimonio, la experiencia y reputación del gestor, la estructura de honorarios de la entidad gestora, entre otros.

No obstante, por lo habitual, los gestores de patrimonio cobran de dos maneras: a través de una tarifa fija o mediante un porcentaje del patrimonio gestionado.

En el primer caso, la tarifa fija suele ser una cantidad establecida que se cobra por la prestación de servicios específicos, independientemente del tamaño del patrimonio. Por ejemplo, se podría cobrar una tarifa por un plan financiero integral o por la planificación fiscal.

En el segundo caso, que es el más común, el gestor cobra un porcentaje del total del patrimonio que gestiona. Este porcentaje suele oscilar entre el 0,5% y el 2% anual, aunque puede ser más alto o más bajo dependiendo de factores como el tamaño del patrimonio, el nivel de servicio requerido, y la política de tarifas de la firma de gestión patrimonial. Esto significa que cuanto mayor sea el patrimonio, mayor será la tarifa en términos absolutos.

Además de estas tarifas, algunos gestores pueden cobrar comisiones adicionales por servicios extras, como asesoramiento en inversiones específicas o la realización de operaciones financieras. Por ello, es fundamental entender la estructura de tarifas antes de contratar un servicio de gestión patrimonial.

Por último, es importante tener en cuenta que no siempre un coste más alto equivale a un mejor servicio. Como inversor, es crucial que analices las tarifas en relación con el valor y los resultados que se esperan del servicio de gestión patrimonial.

Ejemplo de gestión patrimonial

Para cerrar nuestro artículo, nada mejor que visualizar este concepto a través de un ejemplo.

Imaginemos a Laura, una empresaria exitosa que ha acumulado un patrimonio considerable a lo largo de su carrera. Su patrimonio incluye acciones en su empresa, propiedades inmobiliarias, inversiones en bolsa y otros ahorros. Laura es muy buena dirigiendo su negocio, pero se da cuenta de que la gestión de su patrimonio personal puede ser abrumadora y que requiere conocimientos específicos.

Para centrarse en su negocio y su vida personal, Laura decide contratar a una firma de gestión patrimonial. En su primera reunión, el gestor patrimonial de Laura lleva a cabo un exhaustivo análisis de su situación financiera actual, sus objetivos y sus expectativas para el futuro. Después de comprender sus necesidades, el gestor patrimonial desarrolla un plan personalizado para Laura que incluye una estrategia de inversión acorde a su perfil de riesgo, así como asesoramiento en cuestiones fiscales, sucesorias y de planificación de la jubilación.

Además, Laura posee una serie de propiedades inmobiliarias que desea pasar a sus hijos de la manera más eficiente posible desde el punto de vista fiscal. Su gestor patrimonial trabaja en colaboración con un abogado especializado en sucesiones para elaborar un plan que minimice la carga fiscal y garantice que las propiedades pasen a sus hijos según los deseos de Laura.

El gestor patrimonial no solo implementa este plan, sino que también monitoriza y ajusta la estrategia de inversión de Laura a medida que cambian las condiciones del mercado y las circunstancias personales de Laura. Con regularidad se reúnen para revisar el rendimiento de las inversiones y discutir cualquier cambio en las necesidades o los objetivos de Laura.

Así, con la ayuda de su gestor patrimonial, Laura puede tener la tranquilidad de que su patrimonio está siendo administrado de manera eficiente, lo que le permite centrarse en lo que mejor sabe hacer: dirigir su empresa.