La dilución de acciones es la reducción en el valor teórico de las participaciones en circulación de una empresa. Esto, a consecuencia de una ampliación de capital sin prima de emisión (es decir, las acciones se emitieron a la par o a un precio inferior al valor de mercado).
En otras palabras, la dilución de acciones es la caída en el valor de los títulos de una compañía cuando se emiten nuevas acciones sin prima.
En este punto, debemos explicar que, cuando se emiten acciones, se suele imponer a los nuevos socios el pago de una prima, adicional al valor nominal. De esa manera, se busca evitar que los actuales accionistas vean una baja en el valor de sus títulos (Para entender mejor este concepto de prima, ver el artículo de
ampliación de capital).
Con la emisión sin prima, las reservas de la sociedad mantienen el mismo importe que antes de la ampliación, pero han de repartirse entre un mayor número de acciones. Por ello, el valor teórico de los títulos se reduce.
Para explicarlo de otra forma, al emitir nuevas acciones (sin prima), aumenta el número de títulos en circulación. Pero, como el capital social no se ha incrementado, se está repartiendo la misma torta entre un mayor número de personas.
La consecuencia de la dilución de acciones es que los socios ven reducido su porcentaje de participación. Esto es relevante dado el impacto que puede tener la dilución respecto a la influencia de los accionistas en la toma de decisiones de la firma. Cuanto menor sea el porcentaje de participación del socio, menor será su peso en las decisiones de la empresa a través de su voto.
Además, no solo se reduce porcentaje de participación de los socios, sino el
Beneficio por acción (BPA), que es igual al beneficio neto entre el número de acciones de la compañía. Entonces, al aumentar el denominador del ratio, este decrece.
Ahora, quizás nos podemos preguntar, ¿por qué permitir una dilución de acciones? Y lo cierto es que las compañías emiten nuevas acciones para poder levantar capital y expandir (o sostener) sus operaciones. Sin embargo, existen forman de proteger a los viejos accionistas, como lo explicaremos a continuación.
¿Cómo se protegen los accionistas contra la dilución?
La protección contra la dilución se refiere a las disposiciones en el contrato (cláusulas contractuales) que restringen o impiden que la participación de un inversor disminuya. Esto, cuando se realicen rondas de levantamiento de capital con emisión de más acciones.
En ese sentido, por ejemplo, se pueden ofrecer acciones con descuento al inversor, de modo que será posible compensar, al menos parcialmente, la dilución de su participación.
Asimismo, existe el
derecho de suscripción preferente por el cual el socio puede suscribir, antes que terceros ajenos a la firma, las nuevas acciones que son emitidas. Ello, siempre en proporción a su participación.
Es decir, si el accionista tiene un 5% de participación, con la adquisición preferente de nuevas acciones se espera que mantenga esa misma proporción.
¿Cómo calcular la dilución? Explicación y ejemplo
Para calcular la dilución podemos usar dos fórmulas. La primera (dilución simple) considera las nuevas acciones emitidas y el total de títulos en circulación.
Por ejemplo, supongamos que una empresa tiene 500 acciones en circulación y se emiten 100 más. Entonces, la dilución sería:
100/(500+100)=100/600*100=16,67%
Lo anterior puede interpretarse de la siguiente manera: El accionista “original” vería su participación diluida en un 16,67%.
Para comprobarlo, supongamos que un accionista tiene 50 acciones. Eso significa que tiene un 10% de participación (50/500). Pero si el número de acciones sube a 600, su participación cae a 8,33%. El mismo resultado obtenemos si hacemos el siguiente cálculo:
10%*(1-16,67%)=8,33%
Es decir, el 10% de participación, al reducirse en un 16,67%, baja a 8,33%.
La segunda fórmula que podemos emplear (dilución completa) incluye en el denominador no solo el total de acciones en circulación después de la emisión, sino también valores convertibles como bonos y acciones, que son títulos que eventualmente pueden transformarse en nuevas participaciones.
Volviendo al ejemplo anterior, supongamos que hay 50
bonos canjeables o convertibles. Por lo tanto, esta cifra la sumaremos tanto en el numerador como en el denominador:
Dilución completa: (50+100)/(500+100+50)=150/650=23,08%
Para comprobar lo anterior, regresemos al caso del socio con 10% de participación. Dicho porcentaje es sobre la base de 500, pero, si consideramos 650 (500+100 nuevas acciones+50 bonos convertibles) tras la nueva emisión, su participación baja a 7,69% (50/650).
10%*(1-23,08%)=7,69%
Es decir, al diluirse en 23,08%, la participación del socio pasa de 10% a 7,69%.